Capítulo 27: Alguien descubrió el secreto

6.8K 634 56
                                    


actualización 1/2

Capítulo dedicado a Zazazazaza2008 por atinarle :D

Capítulo 27: Alguien descubrió el secreto


Eva Jenell

Voltee a mirar a Federico con el corazón en la boca, me latía completamente desenfrenado, él parecía distraído, ni pareció darse cuenta de mi casi paro cardíaco y de mi violencia al volver a encender la luz.

Para mi suerte.

Por el momento.

Aún así sentí que palidecí cuando llegamos al hotel y me bajé, sentía mis piernas temblorosas, además de mi vientre que se contraía y sabía muy bien por qué; Eros Dunkel había pasado por ahí.

—¿Estás bien? —preguntó Federico cuando me tomó del brazo al ver que tal vez estaba pálida.

—Sí, ¿por qué? —pregunté como si no comprendiera su argumento.

—Estás caminando algo rara —dijo Federico—, ¿te duele la espalda?

«Si supieras por qué y no, la espalda no es, puede que la espalda baja».

Escuché una leve risa seca a mis espaldas que reconocía muy bien, era de Eros, voltee para mirarlo, él mantuvo una leve sonrisa y el muy imbécil me guiñó un ojo antes de esquivarnos para continuar caminando, Federico no pareció darse cuenta.

Sentí mi rostro volverse tan rojo como un tomate al pensar en lo ocurrido en el baño.

Federico me acompañó hasta dentro del hotel, mantuve en mi radar a Carmelo, él cargaba a Francia entre sus brazos que estaba algo adormilada, Aurora iba a su lado hablando de algo, temí que le fuera a decir, mi corazón latía frenético.

Si se lo decía, nuestra amistad estaría oficialmente acabada y no podía imaginarme la mirada de Aurora de completa decepción.

—Quiero sentarme un momento antes de subir. —comenté una vez dentro del hotel.

—Vale —a Federico le entró una llamada a su teléfono—, un momento.

Fui a sentarme y miré a Carmelo dejar a Francia en el suelo, seguidamente le dijo algo y luego se despidió de Aurora con un beso en la frente para empezar a caminar por otro de los pasillos, Francia y Aurora subieron por el ascensor, miré a Federico distraído hablando por teléfono y supe que era mi oportunidad.

Me levanté y fui detrás de Carmelo, lo intercepté en la recepción donde parecía estar diciéndole algo al botones, cuando terminó, se volteó casi tropezando conmigo, él se frenó en seco, sus ojos claros se estrecharon.

—Necesito hablar contigo —solté.

Él sonrió un poco y pasó una mano por su mentón suavemente con entretenimiento, él sabía que en este momento me tenía de las bolas... bueno, de las bolas no, de los ovarios por así decirlo; a su merced.

—¿Qué quieres hablar? —se enfrentó a mí e inclinó la cabeza a un lado— ¿De cómo te follas a mi suegro?

Sentí que mi rostro entero cosquillear ante el intenso sonrojo que me invadió, mi pecho subiendo y bajando con rapidez.

—Shhh... —lo callé— por favor, no le digas nada a Aurora.

Carmelo dio un paso hacia mí con entretenimiento y soltó:

La venganza del rey (+21) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora