Capítulo 54: Una última vez

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Capítulo dedicado a Whole_eun por sus teorias :D



Capítulo 54: Una última vez

Eva Jenell

Me senté en la orilla del lago necesitando respirar, había caminado mucho, miré mi reflejo en el agua sintiendo que yo misma estaba poniéndome la soga al cuello ante toda la situación.

¿Acaso estaba la posibilidad de que me gustara Federico? Es decir, era dulce y parecía quererme sin esperar nada a cambio. Tal vez estaba siendo egoísta, pero me gustaba la manera en la que me trataba y sus ojos me veneraban como si fuera importante para él. En cambio Eros siempre parecía invadir mi cabeza pero con la advertencia de que nunca ocurriría nada entre nosotros. Definitivamente tenía que volver, lo único que hice en este viaje fue cagarla hasta el fondo y perder lo que más quería; a mi mejor amiga. Creo que ahora me iba peor que como llegué aquí porque tenía la mente echa un completo caos.

De repente escuché fuertes galopes y chapoteos en él agua, alcé la vista quedándome paralizada por un momento al ver un deslumbrante caballo de pelaje brilloso cruzando el río y sentí que la garganta se me resecaba cuando vi que encima; montándolo estaba el príncipe Eros. No llevaba camisa, demostrando su torso fuerte y ejercitado con él montón de tatuajes, su cabello suelto húmedo, haciendome recordar por qué este hombre me tenia la mente dañada y porqué deje qué me tatuada el culo como si fuera un ganado de su propiedad. Definitivamente cada vez que lo veía perdía la cabeza y no me reconocía, más allá de su físico, este hombre era enigmático para mi.

Creo que estaba enamorada y ahora afirmaba que nunca me había enamorado ni con mi ex, no como lo estaba de Eros Dunkel porque nunca me había entregado como ahora lo había hecho con él, sin pensar, sin restricciones, solo saltando sin ver dónde iba a caer.

Eros advirtió mi presencia en la orilla del río y dirigió su caballo hasta mi lado, se bajó como todo un profesional mientras acariciaba a su caballo y sus profundos ojos azules me miraron.

—¿Qué haces aquí? —preguntó—, ¿estás bien?

Afirmé con la cabeza.

—Estaba caminando y terminé aquí —admití— ¿y tu?

—Despejando la cabeza. —se limitó a decir mientras dejaba al caballo quieto y se agachaba para tomar asiento a mi lado, ambos mirando fijamente el lago cuando los patos empezaron a flotar.

—No deberíamos seguir viendonos —comenté.

—Lo sé —respondió.

¿Por qué se sentía tan relajante y reconfortante estar simplemente al lado de él?

—Lo que menos quiero es una enemistad entre tú y tú familia por mi culpa —comenté.

—Mi familia y yo siempre tendremos enemistades, así no estés presente.

El cielo oscureció y se escucharon relámpagos, este clima inestable hacia que lloviera por momentos.

—Ven —dijo Eros levantándose y me ofreció una mano para ayudarme a levantar, tomó la brida del caballo para guiarnos a un tumulto de árboles donde estabamos protegidos de la lluvia.

—Es una nube, no tardará en irse —comentó Eros.

Se agachó para amarrar al caballo a una rama y entonces noté como un papel se le cayó de su bolsillo trasero, lo recogí desdoblandolo notando que parecía ser una carta escrita a mano.

La venganza del rey (+21) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora