Capítulo 70: la última luz antes de la oscuridad
Eva Jenell
Apenas cerré la puerta detrás de mí me quedé sin aliento observando que del otro lado de la habitación cerca de la ventana estaba Mónica dunkel la princesa y esposa de Eros dunkel. Sus ojos inyectados en sangre se estrecharon, su rostro se contrajo, lucía más amargada que antes, su ropa de pantalones anchos, camisa holgada y ligeramente en tonos marrones y amarillos junto con su cabello en distintas direcciones la hacía ver desquiciada.
—¡Ah, no puede ser! —dijo ella con ligero sarcasmo— es la zorra de mi esposo.
Dio un paso hacia mí, mirándome con superioridad de arriba a abajo.
—Lo siento —murmuré—, no pensé que hubiera nadie aquí.
—Pues ahora ves que sí había alguien aquí —replicó— alguien que te desprecia con cada molécula de su cuerpo.
Tragué pesadamente saliva, algo se sentía distinto, el ambiente se sentía diferente, pesado, tenso.
—Señora Dunkel, yo a usted no le he hecho nada.
Ella se río a secas.
—Cínica zorra, te metiste con mi esposo.
—No se mientas, ambas sabemos que ustedes no son más que un papel.
Ella apretó la quijada como si le doliera la verdad de mis palabras, porque eso ellos eran, solo un papel.
—Lo que sea o no con mí esposo, no te incumbe —refutó, su tono alterandose—, ¡tú eres su zorra! y así te vas a quedar, como una niñata que solo sirve para meterse en matrimonios ajenos... la zorra amiga de mi hija.
No sabía por qué Mónica lucia tan resentida y dolida conmigo, como si yo hubiera usurpado su puesto, cuando días antes ni siquiera me prestaba atención.
—¿Siquiera le importa su hija? —repliqué ya harta de qué me atacara. Eso pareció enfurecerla aún más.
—Lo yo haga o deje de hacer con mi familia no es tu problema, nunca pertenecerás ni encajaras aquí —replicó y podía notar que la furia llenaba a cada instante aún más, su rostro enrojeciendo. Sabía que esto no terminaría bien.
Tragando pesadamente saliva y me di la vuelta para irme, pero cuando intenté abrir l perilla, me di cuenta de que la puerta estaba cerrada.
—No niña —dijo Mónica—no te vas a ir.
Me volteé hacia ella observando como se acercaba lentamente hacia mí, como un león que observa a su presa, sus ojos pareciendo maliciosos, su boca en una mueca que no pude reconocer, se me erizó la piel ante el mal presentimiento. Cuando de repente sacó de su bolsillo trasero lo que parecía una daga filosa. Me pegué de la puerta ante la impresión intentando alejarme lo más que pude de ella, no podía creer nivel de su locura, esta mujer estaba fuera de sí.
—¿Qué haces con eso? —murmuré, ella sonrió, una sonrisa extraña que parecía muy rara en su cara, casi como la de un payaso asesino de esas películas de terror.
Ella estaba completamente fuera de sí.
—Se llama justicia.
—Señora Dunkel, ¡deténgase!
La señora Dunkel no se detuvo. Empecé a moverme por la habitación para mantener distancia buscando otra salida, pero solo quedaba la ventana.
—Usted no está en sus cabales —dije.
—No me vas a decir como estoy o no —ella se acercó hacia mí corriendo y yo sin pensar en nada salté a través de la ventana, por suerte estábamos en el primer piso. Sin embargo antes de que me levantara y empezará a correr, ella saltó también cayendo encima de mí.
—¿Pero qué hace? si es por su esposo él se fue —dije forcejeando con ella intentando tomar sus muñecas para que alejara esa daga de mí rostro.
Ella se rio a secas y sin humor.
—No es por él —me dió un cabezazo que me hizo jadear y derribó contra el piso cuando me nubló la visión por unos segundos.
Tomando ventaja, se posicionó encima de mí, mi corazón estaba agitado, esta señora era más pesada de lo que se veía mientras se acomodaba para inmovilizarme con su cuerpo. Joder, esta señora iba a matarme.
Con todas las fuerzas que pude lograr, alcé la pierna y le propiné un golpe seco en la espalda baja, ella gritó de manera dolorosa y la empujé a un lado en la grama, me levanté ligeramente inestable y empecé a correr, sabiendo que cada segundo era preciado, tenía que buscar una salida o a alguien que me ayudar contra esa loca.
—¡Maldita zorra joven y desgraciadamente fértil! —Me gritó pero no le presté atención, seguí corriendo sin saber exactamente a donde, el castillo y sus alrededores era muy amplio, afuera apenas se estaba calmando la rebelión de los rebeldes, tenía que esconderme para luego saber cómo escapar de este maldito castillo. Ahora era cuando necesitaba a Federico, posiblemente él sería capaz de ayudarme y yo de aprovecharme de su ayuda para escapar.
Ella comenzó a perseguirme, di la vuelta al castillo y volví a entrar con la esperanza de encontrar a Federico o esconderme, sin embargo cuando iba por el pasillo, crucé e impacté de frente con uno de los guardias armados, él me tomó por los hombros, sentí alivio.
—¡Ayúdame! —le grité desesperada— ¡me está persiguiendo con una daga!
En ese momento, Mónica entró con una mueca de desagrado y enfado sin dejar de correr hacia mí, creí por un momento que ahora estaría a salvo, realmente lo creí...
...Sin embargo, por medio segundo se me olvidó que ella pertenecía a la familia real y su palabra era la ley.
—¡No dejes que escape, es una orden! —gritó Mónica.
Quise empezar a huir, pero el guardia no me soltó, sino que me aferró más fuerte de los brazos y el torso, tomándome completamente desprevenida, porque pensé que él podía defenderme, que él vería que esa señora estaba desquiciada, pero no fue así.
La señora Mónica no se detuvo cuando quedó frente a mí,y sin dudarlo ni un poco sonrió mientras me enterró el cuchillo en mi abdomen, no una, sino dos, tres, cuatro veces mirándome fijamente a los ojos llenos de maldad. Tosí, mí boca sabía a sangre cuando mí visión empezó a volverse nublada y empecé a perder el conocimiento de lo que estaba ocurriendo a mí alrededor. La respiración empezó a fallarme, no podía respirar, sentía que me ahora y cuando me lanzaron al suelo y huyeron, solo vi una chispa de una luz antes de la completa oscuridad.
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Dejaré esto aquí y me iré lentamente...
En Instagram dejaré la cajita de comentarios para que puedan matarme digo, así no era :0
Instagram: Ysarisareinamoo
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La venganza del rey (+21) [Editando]
RomansaEva descubre que su novio la engaña de la peor manera; embarazó a su hermana, así que despechada decide emborracharse y acostarse con un desconocido que conoció en un bar. Semanas después de graduarse, su mejor amiga la convence de irse de vacacion...