Capítulo 30: Los celos del gym

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Capítulo 30: Los celos del gym

Eva Jenell

Después de "cerrar el trato" Eros salió de las escaleras de emergencia y luego de unos segundos salí yo, hacia mi habitación sintiéndome pensativa tras todo lo que discutimos y hablamos. Él era algo de donde me tenía que alejar, pero simplemente no quería, era más la atracción que me llevaba a él que mi conciencia, como si se me nublara el juicio.

Sabía que estaba jugando con fuego, pero nunca disfruté tanto quemarme.

Cuando pasé por la habitación de Francia y Carmelo en dirección a la mía, me detuve en seco cuando escuché jadeos, ¿pero qué...? me acerqué y pegué la oreja de la puerta, claramente se escuchaban jadeos fuertes; casi como gritos y como si estuvieran pegando el cabecero de la cama contra la pared una y otra vez. ¿Estaría Francia con otro hombre? De seguro que mandó a Carmelo a dar una vuelta mientras ella hacía de las suyas...

La vida sexual de Francia no debía de interesarme, así que simplemente continué hacia mi habitación. Apenas entré vi a Francia durmiendo enrollada en las sábanas, intenté no hacer mucho ruido. Me acosté, mañana en la mañana iría al gym, a ver si lograba quitarme estos dolores que me dejaba Eros cada vez que nos consumíamos en placer...

***

Me levanté con la alarma de mi celular, me coloqué unos cortos pantalones para hacer deporte junto con un sostén deportivo, amarré mi cabello en un moño alto y bajé al gimnasio. A pesar de que eran las 8 de la mañana ya había mucha gente, pero me llamó la atención que todos parecían concentrados viendo a un solo lugar de la derecha, me asomé con curiosidad a ver qué eran lo que veían y entonces fue cuando lo descubrí.

Eros Dunkel estaba boxeando con un entrenador que le sostenía los paos de Muay Thai, pero lo que llamaba la atención era que él llevaba tan solo unos cortos pantalones de deporte que dejaba sus pectorales junto con sus llamativos tatuajes al descubierto, el sudor corría por su espalda y su rostro; su cabello estaba húmedo y algunos mechones se pegaban a su frente, sus ojos azules claros casi tocando el gris estaban fijos en concentración en lo que hacía, su rostro serio y sus gruñidos al golpear y patear eran todo un espectáculo hormonal. No fue hasta que volví a mirar alrededor que me di cuenta de que toda su audiencia eran mujeres que en vez de entrenar se habían quedado viendo a Eros. No las culpaba, él no era de los que pasaban desapercibido.

En un momento tomaron un breve descanso y él se volteó para beber un poco de agua, estreché los ojos cuando él ignorando a todas solo bebió y se secó el sudor, sin embargo cuando estaba por voltearse, sus ojos me encontraron, levanté la mano y le hice un gesto de saludo pero él me ignoró deliberadamente y continuó entrenando, bajé la mano y me fui a la caminadora, ¿de verdad se había atrevido a ignorarme así? ¡Ahg!, ¡que idiota! de seguro que no quería que le espantara al montón de fans frente a él.

«Al ojo público solo seremos conocidos». Sus palabras de ayer viniendo a mi cabeza, pero es que ni siquiera me correspondió solo me ignoró.

Bien, dos podían jugar este juego.

Me coloqué mis audífonos con la música de Rihanna reproduciendo We Found Love para empezar y creo que la letra era algo irónica para lo que yo estaba pasando en este momento mientras empezaba con la caminadora; caminando unos minutos para después empezar a correr.

//...Hemos encontrado el amor en un lugar sin esperanza

Haz brillar una luz a través de una puerta abierta

La venganza del rey (+21) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora