Capítulo 71: Los brazos de la muerte, Parte I

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#Minimaraton

Capítulo 71: Los brazos de la muerte, Parte I

 

Eros Dunkel

Las cercas metálicas de la salida del castillo, estaban cerradas en modo de protección, los guardias venían por mí corriendo a mis espaldas para capturarme, pero prefería morir antes de caer ante este maldito sistema y seguir fingiendo cuáles eran mis ideales, es por eso que le dije a Eva que no me acompañara, en un último intento por protegerla, con Aurora sí fue planificado ponerla en el sitio equivocado con una carnada, en este caso su imbécil prometido con el que el rey Román insistía en que ella se casara, todo iba bien en el secuestro, los rebeldes se le habían llevado del castillo en una entrada que yo dejé abierta, pero no contaba con que los hombres de Igor se entrometerían y la secuestraran de verdad poniéndola en peligro y desestabilizando mi juego. Sentía realmente que todo se me había ido de las manos pero en esta rebelión todo podía pasar. Desgraciadamente. Sabía que probablemente no saldría vivo de aquí tras toda esta rebelión. Pero sólo era el inicio y los sacrificios de todos.

La única salida que vi fue subir las escaleras del alto muralla que rodeaba el castillo, ya no tenía escapatoria cuando llegué frente a una alta pared y a mi alrededor solo había un pequeño muro que me separaba de una larga caída, estaba atrapado. Cuando me determinaba a subirme al muro para saltar al vacío escuché:

—¡Alto!

La voz del rey Román.

Me detuve en seco y me voltee, muchos guardias me rodeabanacabando de llegar a mi lugar, y el rey Román se abrió pasó entre ellos, llevaba apenas una túnica dorada que se arrastraba en el piso, debajo una vestimenta elegante, no llevaba su corona, sin embargo se podía ver la soberbia y el poder emanar de su prepotente mirada cínica.

—Pude pensar todo de cualquier otra persona menos de ti. —soltó apretando los dientes de su cadavérica cara.

Dos de los guardias me agarraron en cada brazo para que evitara seguir huyendo, era esto, el final del camino.

—Fuiste el único al que llegué a considerar mi posible heredero. —continuó él como si tuviera pesar.

—Ambos sabemos que es mentira —repliqué—, vivirías 200 años o acabarías con la monarquía antes de dejar que otro tomara la corona.

Así era su nivel de egoísmo, tanta era su maldad que se rehusaba a morirse de una vez.

Él se río entre dientes mientras se acercaba a mí y empuñando su mano me dio un golpe justo debajo de las costillas, solté un jadeo doblandome para recuperar el aliento, su condenada fuerza hecha de oscuros pactos de sangre inocente, eran lo que lo hacían fuerte, lo que lo mantenían de pie y andando.

El rey Román se inclinó a mi oído y susurró:

—Podrás conocerme, pero nunca aprender la lección, yo soy, y seguiré siendo el único rey con el poder sobre todos, hasta por cien años más.

—El pueblo de Belmia no soportaría cien años de pobreza otra vez. ¡Todos morirán!

Él volvió a reírse como todo un tirano y murmuró:

—¿Cuando aprenderás a que un verdadero rey se alimenta del poder y el poder se gana debilitando a los demás?

Apreté la quijada sabiendo quién era esta persona; una que no le importaba más que él mismo, una que había logrado tener tanto poder que incluso tuvo celos de sus propios hijos.

Mi padre; el príncipe heredero Ron Dunkel y su hermano menor Chester Dunkel, empezaron a ver que el reinado estaba siendo cada vez más estricto, cada vez menos bondadoso, empobreciendo y endeudando a cualquiera que tuviera riquezas adquiridas con esfuerzo, ellos estaban planeando un golpe a la monarquía; asesinar al rey. Eso llegó a los oídos de los de alta jerarquía, por eso el rey Román mandó a sus dos hijos a una misión suicida a las afueras de la ciudad donde les creó una emboscada y los asesinaron a ambos, la reina Gloria Dunkel; su esposa, al enterarse de tan horrible noticia de sus dos únicos hijos le dio un paro cardíaco fulminante.

Tras la muerte de mi padre, mi madre se enteró que estaba embarazada de mí, fue lo que hizo que le perdonaran la vida, el rey Román esperó y al saber que era un niño, quiso tomarla como su mujer y ella lo engañó aceptando durante los meses posteriores fingiendo ser su mujer, sin embargo cuando dio a luz, mi madre intentó huir conmigo, pero fue un intento frustrado, le quitaron al bebé y la asesinaron acusándola de ser una traidora del reino.

Yo nunca lo supe hasta que cumplí 17 años. Cuando él me expulsó del castillo y los mismos "rebeldes" que me a cojieron y me cuidaron fueron los que me hicieron saber lo sucedido.

—Nunca debí dejarte volver —dijo el rey Román dando un paso atrás para mirarme con desprecio—, debí haberte asesinado cuando tuviste el descaro de recriminarme mi reinado.

Estreché los ojos, él también recordaba el pasado, él recordaba cuando me llamó traidor del reino y me echó del castillo, todo porque yo empecé a educarme con libros de historia y economía global, dándome cuenta de la gran injusticia que se vivía en el reino al no dar los suficientes subsidios a los súbditos y que él acumulara todas las riquezas, exportando los recursos a otros países y teniendo ventas ilegales de sustancias ilícitas cuando los pueblos del Reino estaban empobreciéndose cada vez más.

En una reunión con los de alta jerárquica que rodeaba al rey Román, cuando tenía 17 años, di mi opinión, una dónde exponía la corrupción que existía y proponía que hubiera más ayuda para los súbditos. A mi abuelo no le gustó y no dudó en recriminarme a gritos frente a todos ellos que era un traidor si pensaba así, caímos en una discusión que se volvió cada vez más fuerte y entonces a mitad de la noche cuando ya me iba a dormir, los guardias, me echaron del castillo sin ninguna pertenencia dejándome a mi suerte por 10 años, sin importarle que me estaba separando de mi única hija.

Los súbditos apenas me vieron afuera y me reconocieron quisieron matarme, pero al darse cuenta de que estaba desarmado se detuvieron a preguntarme qué me había ocurrido y solamente los cabecillas de los llamados "Rebeldes" fueron los que me defendieron diciendome que me había deparado un destino mejor que el de mis padres por defender la misma causa.

Fue en ese momento cuando nos enfocamos en crear un plan, uno donde volvería el castillo, me tomaría la confianza del rey nuevamente.

La venganza del rey (+21) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora