Capítulo 7: Olvidemos lo ocurrido
Abrí ligeramente la boca sintiéndome sorprendida, por medio segundo olvidé como carajos respirar de la impresión de encontrármelo y aclaré mi garganta al percibir como algo en mi estómago se contraía al ver sus ojos azules tan claros que casi tocaban el gris cruzar la habitación, su mirada filosa y peligrosa fija en mí.
—Señor Dunkel —dije un hilo de voz y aclaré mi garganta—, no lo vi.
Él estaba sentado en una mesa al fondo cerca de una ventana; las luces del sol iluminando su rostro en diferentes contrastes, se había cambiado de traje, llevaba ahora un suéter negro que se amoldaba perfectamente a los grandes músculos de sus brazos y su espalda ancha, su cabello largo seguía amarrado hacia atrás dándole un aspecto más sofisticado, sus manos llena de anillos de oro sobresalían en todos sus dedos, noté que sostenía un libro cuya letra era en ruso.
Sin duda aún la imagen del vikingo de aquella noche seguía nítida en mi mente, grande, rustico y atemorizante.
—Puedes llamarme Eros —respondió, su voz profunda, haciéndome temblar, de repente sentía mis manos muy frías por el nerviosismo.
Eros.
No sabía por qué, pero su nombre lo describía a él a la perfección, ligeramente oscuro, misterioso... mitológico.
—Prefiero señor Dunkel —murmuré— aunque me acabo de enterar que es una familia real, ¿prefiere que le diga príncipe Dunkel?
No sabía si era o no una falta de respeto llamarlo por su nombre en este país, y sinceramente no quería marcar una familiaridad entre los dos.
—Como gustes. —se limitó a decir, cerró el libro dejándolo en la mesa y se levantó, por medio segundo había olvidado lo alto que era este hombre, su forma de caminar era lenta, paciente, calmado, pero con un toque lleno de sensualidad en la manera en la que balanceaba sus hombros, su mirada fija en mí, como un lobo a punto de atacar carne fresca.
Por medio segundo tuve un flashback en mi cabeza de cuando me senté sobre sus piernas y lo provoqué descaradamente.
¿Cómo pude tener tanta osadía? Ahora me sentía diminuta y menos valiente, todo mi cuerpo temblaba.
Se detuvo a dos pasos de mí y estiró ligeramente la comisura de sus labios señalando hacia el lado derecho de las estanterías con una inclinación de cabeza.
—De este lado hay libros en tu idioma —explicó— por si no sabes leer en otros idiomas.
De repente me sentí tonta por solo saber español e inglés, ellos sabían todos esos idiomas además del ruso y el alemán, incluso escuché a Aurora una vez hablando Francés...
—Gracias —dije en un hilo de voz empezando a caminar hacia donde me indicó queriendo guardar distancia de él, pero para mi completa desgracia, sentí sus pasos seguirme de cerca, la presión en mi pecho no disminuía.
Joder, solo quería huir de aquí ahora.
Disimulé viendo los libros de medicina en inglés, y vi de reojo que se apoyó del estante cruzándose de brazos haciendo que sus músculos sobresalieran aún más, su mirada intimidante aún estaba fija en mí; la sentía traspasarme haciendo que mis dedos se volvieran torpes al no poder controlar mi nerviosismo, mi respiración como un completo desastre.
Maldición, los flashback no dejaban de atormentarme, en la cama, su sonrisa malvada, nuestros gemidos, ni mucho menos la mirada de su esposa mirándome de arriba a abajo cuando supe que existía.
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La venganza del rey (+21) [Editando]
RomantikEva descubre que su novio la engaña de la peor manera; embarazó a su hermana, así que despechada decide emborracharse y acostarse con un desconocido que conoció en un bar. Semanas después de graduarse, su mejor amiga la convence de irse de vacacion...