Capítulo 55: la printsessa
Aurora Dunkel
No sabia cuantos días habían pasado porque sentía que había perdido la orientación del día o la noche y cada segundo que pasaba me sentía cada vez más frustrada, molesta y débil. Porque me rehusaba a comer estando sentada en el piso amarrada del cuello como un perro y que me echaran la comida en un comedero de modo que tenía que comer como un animal. Era mi protesta de hambre, duró todo lo que pude... Hasta que sentí mi cabeza arder en fiebre, cuando ya no podía más y no soportaba mi estómago del hambre, esperé a que volvieran a traerme comida, pero esta vez nadie volvió por lo que me parecieron días o más bien semanas.
Estaba sudando frío sintiendo que empezaba a delirar con la fiebre cuando escuché que abrieron la puerta, entre abrí los ojos observando esa figura imponente que tanto traía mi mente una y otra vez haciéndome recordar el peligro que corría estando aquí. Un chorro de agua fría me empapó por completo, jadee tosiendo y poco .
—¿Alguna razón para que la printsessa no coma? —preguntó como si no hubiera acabado de empaparme de agua.
Me hablaba en alemán, pero su forma de decirme "princesa" sin duda fue en ruso, y no se por qué se me descontroló la respiración.
No le dije nada, solo volví a cerrar mis ojos sintiendo las gotas deslizarse por mi cuerpo, percibí sus pasos acercarse y colocó una mano sobre mi frente.
—Tienes fiebre, ¿así te quieres morir? —soltó.
Continué sin hablar y sin abrir los ojos cuando de repente me inyectó algo en el brazo, grité sobresaltada ante el pinchazo y observé ahora la jeringa vacía en su mano, temí enseguida de lo que fuera que este hombre me hubiera inyectado.
—¿Qué me hiciste? —solté en un grito.
Él muy degenerado alzó una ceja pareciendo entretenido.
—Esto te aliviará. —se limitó a decir.
Relamí mis labios resecos.
—No quiero drogas.
—No son drogas, printsessa—replicó Igor— bueno, tal vez sí, pero medicinal y esto evitara que mueras inevitablemente por no querer comer.
Alcé la vista hasta que me encontré con sus ojos pardos tan resplandecientes como el mismo fuego ahí frente a mi, sus manos en sus caderas, como sí gozará de tenerme de rodillas y encadenada del cuello frente a él. Pero lo admito, desde este ángulo lucía muchisimo más atemorizante, imponente y sobre todo; terrorífico.
—¿Por que me haces esto printsessa? —soltó— , te he dado buena comida, y solo la desperdicias.
—Me la sirven en un plato de perro, no soy tu mascota —solté entre dientes.
Él soltó un bufido.
—Eres mi máscota —replicó— y aquí juegas con mis reglas, no las tuyas.
Se agachó hasta estar a la altura de mi rostro, y con dos de sus dedos tocó mi barbilla, sentí que mis piernas temblaron, algo dentro de mi cuerpo se inquieto y un raro calor me empezó a recorrer por su cercanía. Sus ojos pardos fijos en los míos y noté esa casi invisible cicatriz a un costado de su mejilla ya cicatrizada dándole un aire más peligroso.
—Lo que te acabo de inyectar además de curarte te dará muchísima hambre —susurró— así que no tendrás opción.
Tragué pesadamente saliva.
—Solo quítame esto del cuello. —pedí.
—Vas a tener que empezar a ganarte los privilegios Printsessa—replicó.
Pestañee un par de veces y pregunté:
—¿Qué debo hacer?
Los ojos de Igor resplandecieron en maldad y no pude saber que era lo que cruzaba por su cabeza, pero sabía que no podía ser nada bueno.
Tomó lo que parecía ser un juego de llaves de su bolsillo y se inclinó hacia mí invadiendo mí espacio personal, me pegué lo más que pude de la pared, sin embargo él se acercó de tal forma que casi rozó su nariz con la mía, respirabamos el mismo aire, mí pecho subía y bajaba con violencia, no comprendía ni siquiera qué era lo que estaba sintiendo en este momento, pero todo mí cuerpo temblaba ante su cercanía, noté que su boca se estiró en una leve sonrisa y supe que estaba disfrutando de esto.
—¿Has tenido a un chico así de cerca y has pensado en que te devore no sólo la boca?
Su pregunta no la entendí o más bien no quise entenderla, claro que sí, mí prometido me dio uno que otro besó inocente en los labios, aunque esto se sentía diferente, él no me besaba sólo estaba cerca, su aliento mezclándose con el mio y eso de alguna forma hacia que mí cuerpo reaccionara temblando; deseando más. Sentí mí garganta reseca.
Soltó mí collarín y entonces se alejó de mí, sentí que pude volver a respirar, sin embargo todo mí cuerpo quedó temblando y sabía muy bien que no era por la fiebre. Apreté las piernas sintiendo mucho calor en medio de ellas a pesar de estar completamente mojada con agua fría, mis mejillas colorándose, nunca sentí tanto deseo por alguien prohibido como lo sentía en este momento.
¿Pero qué pasaba conmigo? Era tenerle odio, no ganas al enemigo de mi padre.
—Te doy un voto de confianza —dijo Igor—, solo no hagas nada estúpido.
Con una advertencia silenciosa de su mirada oscurecida, se levantó y se fue de la habitación.
Volvieron a traerme comida y entonces comí, la inyección me había hecho sentir mejor. Abrí una llave del grifo que encontré a un costado de la pare y me lavé la cara, luego caminé alrededor observando la ventana de arriba y subiendo hasta allá empecé a despegarla con los dedos rompiendo mis uñas, pero era lo que menos me importaba, tenía que salir de aquí. La ventana era muy vieja, por lo que no fue muy difícil soltarla, miré hacia abajo, era una caída demasiado larga y al fondo parecía haber un rio, puede que si saltaba lograra tal vez sobrevivir pero la mayor probabilidad era que no lo lograra.
Respiré profundo, tenía que idear otra forma. Iba a bajarme cuando de repente escuché la puerta de mi habitación abrirse, me sobresalté y sin poder mantener el equilibrio caí de la ventana al fondo sin retorno...
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Feliz marteessssss :D dos nuevos capítulos :D espero les haya gustadooooo! recuerden votar, leeré sus teorías wuajajaaa!
instagram: Ysarisareinamoo
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La venganza del rey (+21) [Editando]
RomanceEva descubre que su novio la engaña de la peor manera; embarazó a su hermana, así que despechada decide emborracharse y acostarse con un desconocido que conoció en un bar. Semanas después de graduarse, su mejor amiga la convence de irse de vacacion...