Capítulo 45: Mi reina

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Último capítulo de la MARATON

Capítulo 45: Mi reina

Eva Jenell

Me quedé anonadada, no respiré y fruncí el ceño mirando el tablero que lucía ligeramente borroso por los tragos que ya me había bebido de más. Joder, él me había ganado limpiamente. Cuando lo volví a mirar vi como se tomó el resto de su whisky con la mirada fija en mí; una mirada pícara y llena de maldad que logró estremecerme, sus mejillas enrojecidas de tanto beber.

—Era broma lo del tatuaje ¿cierto? —pregunté.

Él dejó el vaso vacío sobre la mesa y negó con la cabeza.

—No. —respondió y entonces se levantó para buscar algo en un estante— Apuesta, es apuesta.

—¡Oye, pero...!

—¿Eres mala perdedora? —se burló.

—¡Obvio no!

Sacó lo que parecías ser un equipo para tatuar. Maldición era real.

—No voy a tatuarme... tu nombre. —le adverti levantándome de la silla sintiendo como el mundo se me venía encima, joder, estaba muy mareada por andar bebiendo whisky sentada, me sostuve de la mesa.

—Nadie dijo nada de un nombre. —replicó Eros.

Tragué pesadamente saliva y me crucé de brazos observando como él dejaba las cosas sobre una mesa despejada para preparar lo que parecía ser las agujas y la maquina para tatuar.

—Nunca me he hecho un tatuaje, ¿duele? —le admití y miré los suyos que se asomaban por su cuello y sus manos, él tenía muchísimos, se notaba que ya estaba acostumbrado a ese dolor.

—El dolor es mental —dijo concentrado en lo que hacía—, más duele cuando te doy duro y no puedes caminar al día siguiente.

—¡Eros! —dije escandalizada sintiendo mis mejillas y mi vientre calentarse al recordar que no era mentira cuando me daba así de duro y se me hacía raro caminar.

Él se rió entre dientes, y yo también me reí, joder, ¿por qué estaba feliz por haber perdido la apuesta y porque él me fuera a tatuar? Uhm, porque estaba ebria, de seguro que esa era la razón.

—¿Me lo harás tu? —pregunté al ver como se colocaba los guantes.

Él acercó una silla para sentarse y respondió:

—Sí.

Esta era una gran mala idea, pero creo que los borrachos siempre pensaban que sus ideas eran grandiosas.

—Espero quede lindo —dije—, ¿qué me harás?

—Es sorpresa —dijo—. Ven acá, nena.

Me acerqué a su silla, sin embargo cuando estuve cerca, él me tomó de la cintura y me volteó contra la mesa, jadee de la acción inesperada.

—¿Donde lo harás? —pregunté.

—En mi lugar favorito de tu cuerpo —susurró con la voz ligeramente ronca. Sentí su mano deslizarse por la abertura del vestido de mi pierna, subiendo lentamente la tela hasta que dejó el vestido enrollado sobre mi cintura descubriendo mis bragas de hilo que llevaba debajo.

Acarició la piel de mi trasero y me roció alcohol desinfectando la zona, sentí la tinta previa marcar mi piel, sin embargo no lograba ver lo que era parecía una figura, escuché la maquina encenderse y tragué pesadamente saliva mientras apoyaba las manos de la mesa.

—Quédate quieta —susurró Eros.

Definitivamente debía de estar demente por dejar que Eros Dunkel borracho me tatuara, pero yo no me quedaba atrás, yo estaba también ebria.

Cuando la aguja tocó mi piel jadee entre el dolor y el ardor, pero no me moví, sabía que si me movía podía dejarme una marca muy fea permanente en mi piel.

—No te muevas —me volvió a advertir.

No lo hice, o al menos eso intenté, tal vez por estar tan borracha no lo sentía tan doloroso. Aún así tenía los ojos apretados por lo que me pareció una eternidad mientras él seguía marcando mi piel con la aguja, hasta que finalmente escuché que la apagó.

—Listo —susurró.

Me acercó un espejo y yo lo tomé para mirar hacia abajo, mi piel estaba rojiza alrededor del lugar de mi trasero donde me había marcado lo que parecía una pequeña corona con detalles de colores en dorado, negro y rojo.

—¿Una corona? —pregunté.

Me roció un líquido encima y me lo cubrió con lo que parecía un pequeño plástico trasparente con cuidado, observé por el espejo como se inclinó y pegó sus labios a la cima del tatuaje sobre el plástico, me estremecí y sus ojos azules se alzaron encontrándose con los míos en el espejo para susurrar:

—Una corona, porque eres mi reina.

Abrí la boca pero no pude decir nada, sentí como mis mejillas se sonrojaron, ni siquiera pude respirar por su comentario tan intenso.

—Ahora cada vez que veas este precioso culo tuyo —continuó diciendo mientras acariciaba mi piel—, sabrás que me pertenece.

Volvió a pegar sus labios alrededor de mi piel enrojecida, dejando una sucesión de besos que empezaban a contraerme el vientre de lo acalorada que me sentía por esto, ahogué un jadeo cuando metió la cabeza en medio de mi culo y me incliné hacia adelante aguantándome de la mesa sin poder dejar de gemir, él me separó las nalgas y paso la lengua lentamente por encima de la delgada tela de mis bragas...

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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH ¿qué tal les pareció la maratón? es para recompensar que no actualicé ayer :p se los comenté por el grupo de whatsapp y a las que no están pues muy mal D: ahora Aurora secuestrada, estos borrachos tatuados OMG ¿como acabará esto? leo sus teorías wuajajaja!

He subido imagenes del libro a mi instagram: Ysarisareinamoo por si desean fisgonear :D recuerda votar para que te ganes mucha salud y vida :D

Las amo mucho con mi higado y mi pulmón :D

La venganza del rey (+21) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora