ii. y si me enamoro sea de vos

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𝐀𝐂𝐓 𝐎𝐍𝐄. 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐈𝐈
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𝐘 𝐒𝐈 𝐌𝐄 𝐄𝐍𝐀𝐌𝐎𝐑𝐎 𝐒𝐄𝐀 𝐃𝐄 𝐕𝐎𝐒








Lo único en lo que pensó Neteyam desde ese día fue en Dayami. Era extraño porque habían compartido palabra unos pocos minutos, pero podía jurar que aún sin saber mucho de ella, la quería en su vida.

No sabía que significaba, solo quería tenerla.

Intentó buscarla estas últimas semanas, pero siempre parecía tener algo más que hacer. Cosa que lo decepcionó un poco, a veces llegaba a creer qué tal vez lo estaba evitando. Pero si fuera así, le habría dicho desde un principio que no a su propuesta de verse de nuevo.

Tal vez.

No es un sí como tal, pero tampoco es un no. Si lo intentaba, podría haber una oportunidad. Solo tenía que volverla a ver para preguntarle si quería salir con él, pero esta vez de manera formal.

—¿Dormiste bien, Romeo?—La voz de Kiri le obliga a escapar de todos esos pensamientos que lo habían estado consumiendo desde hace unas semanas y concentrarse en lo que estaba pasando en ese momento.

—¿Uh?

—Desde que Dayami trajo a Tuk has estado algo distraído—. Comenta levantando una ceja, haciendo que el resto de sus hermanos se concentren también en la conversación.

—¿Y?— Intenta hacerles creer que lo qué pasó ese día no era razón suficiente para él estar ensimismado, aunque era mentira, lo era completamente.

—Te quedaste hablando un tiempo con ella esa noche—. Lo'ak entiende a lo que su hermana quiere llegar y se une a la conversación.

Amaba hacerle la vida imposible a Neteyam.

—Solo le estaba agradeciendo por lo que hizo—. Evade sus miradas al igual que sus preguntas. No quería tener que explicarles lo que estaba sintiendo. Ni siquiera él lo entendía.

—¿Y mirarla con ojos de enamorado era necesario para eso?— Golpea su hombro mientras ríe, ganándose una mirada de odio por parte de su hermano.

—Skxáwng. La acabo de conocer—. Intenta defenderse, pero no consigue un buen resultado. Su voz nerviosa lo delataba por completo.

—Y ya quieres volverla a ver—. Kiri vuelve a tomar partido, acercándose a Neteyam.

Lo piensa unos segundos antes de contestarle. Claro que la quería volver a ver. Daría lo que fuera por eso. Pero no sabía cómo explicarles el por qué.

Se sentía atraído hacia ella, eso era obvio. Pero había algo más. La manera en la que su corazón palpitaba al verla, era algo completamente nuevo, pero se sentía tan bien.

Como si estuviera destinado a ser.

Pero no podía decir que estaba enamorado de ella. Eso era estúpido. Estar enamorado era algo demasiado grande que necesitaba mucho trabajo para ser logrado. Y él acababa de conocerla.

Pero nunca se había sentido de esa manera con alguien más.

Sabía que si en algún punto de su vida, alguien iba a gustarle, tenía que ser Dayami. Era hermosa, inteligente, tenía agallas y era una buena cazadora según algunas personas a las que les preguntó sobre ella.

𝗜𝗥𝗜𝗦, neteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora