𝗜𝗥𝗜𝗦, neteyam

xviii. en el fondo quieres llorar

𝐀𝐂𝐓 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄. 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈
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𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐅𝐎𝐍𝐃𝐎 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐋𝐋𝐎𝐑𝐀𝐑

Luego de haberle comentado a Jake la situación, este corrió directamente a donde Tonowari para contarle todo lo que acababa de escuchar. Neteyam y Dayami se quedaron junto a Aonung buscando algún tipo de explicación.

—¿Por qué siquiera pensaría en hacer algo contigo?— Cuestiona irritada la mujer, molestándose aún más al no recibir ningún tipo de respuesta por parte de Aonung. Neteyam comienza a pensar unos segundos y rápidamente la razón viene a su cabeza.

—Luego de la pelea, mi padre le dijo que debía de disculparse con él—. Toma partido en la conversación, consiguiendo que ambos lo miraran. —Supongo que una cosa llevó a la otra.

El rostro de la chica se entristece, sintiendo como sus lágrimas amenazaban en salir. Su pareja nota esto y se acerca a ella para tomarla del brazo y darle un poco de confort. Él sabía lo importante que era Lo'ak para ella.

—Si algo le pasa, te juro que te mato—. Mira a Aonung con rabia, viendo como el metkayina bajaba sus orejas en respuesta.

Se notaba que estaba arrepentido por lo que había hecho, pero eso no le importaba. El arrepentirse no iba a arreglar las cosas. Y si algo malo sucedía, Aonung tendría la culpa de todo.

—Vete—. Neteyam le ordena al chico, sabiendo bien que su simple presencia ya hacía que todo fuera mucho más difícil para la menor. No reprocha mucho y se aleja de ellos, dejando que siguieran su conversación solos. —Daya... va a estar bien—. Le asegura tomándola de las mejillas para obligarla a mirarlo.

—No lo sabes—. El pulgar del hombre seca con cuidado la primera lágrima que sale del ojo de Dayami.

Odiaba verla llorar.

Y más que todo odiaba a Aonung, porque últimamente todos los problemas que estaban teniendo eran culpa de él.

—Mira, Lo'ak puede ser un idiota, pero sabe como cuidarse.

—¿Estamos hablando del chico al que tuvimos que sacar de una fosa porque no vió por donde caminaba?— Le recuerda causando una risa leve en el mayor.

—Eso pasó solo una vez—. Intenta defender a su hermano, sabiendo que no había manera de hacerlo. —Le puede pasar a cualquiera.

Antes de que la mujer pueda contestarle algo, escuchan varios gritos por parte de las personas del clan metkayina. Se miran durante unos segundos y corren hacia el ruido, oyendo bien lo que estaban diciendo.

—¡Encontraron al chico!— Dayami soltó un suspiro de alivio, sonriendo en el proceso y acompañando a Neteyam al lugar donde su madre se dirigía.

La siguen hasta donde el suelo acababa, viéndola descender a otro nivel para acercarse a Lo'ak. El peso que Dayami sentía en sus hombros desaparece al ver al menor.

—Rezo por la fuerza para no arrancarle los ojos a mi hijo menor—. Neytiri estaba molesta, más de lo que se esperaba. Esto no había sido culpa de Lo'ak, por lo que la menor no llegaba a entender el porqué de su regaño.