v. tenemos amor que dar

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𝐀𝐂𝐓 𝐓𝐖𝐎. 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐕
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𝐓𝐄𝐍𝐄𝐌𝐎𝐒 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐐𝐔𝐄 𝐃𝐀𝐑








Luego de haberse reconciliado y confesado ese día, Neteyam encontró la oportunidad de comentarle a Dayami que sus padres querían hablar con ella. Era algo que esperaba, solo que no tan pronto.

—¿Estás seguro que no van a matarme?— Le susurra antes de entrar a la carpa donde Jake y Neytiri se encontraban.

—Daya—. La mira mientras ríe. —Ya me gritaron lo suficiente a mí. No te preocupes—. Deja un beso en la frente de la chica, sonriéndole mientras la guía junto a él dentro del lugar.

—Siéntense—. Al segundo en el que entran, reciben órdenes de Jake. Ambos se miran fugazmente y le hacen caso, tomando asiento en el suelo. —Mira, Dayami—. Los adultos también se sientan, quedando al frente de ellos para tener mayor comodidad al hablar. —Neytiri y yo lo estuvimos hablando, y aunque no hubiera pasado lo qué pasó, te escogeríamos a ti como próxima Tsahik del clan.

Dayami suelta un suspiro de sorpresa. No podía creer lo que estaba escuchando. Toruk Makto, el hombre que tanto había admirado desde que era pequeña, le estaba diciendo que iba a depositar la confianza suficiente en ella como para convertirla en la próxima Tsahik.

—Eres la mejor cazadora. Fuiste la primera en tu edad en montar un Ikran. Eres leal al clan. Haz demostrado ser digna.

Eywa, ¿esto es real?

Dayami no tenía muchas ganas de volverse la próxima Tsahik. Hacerlo significaba renunciar a todo eso por lo que había luchado desde que era pequeña, aunque mentiría si dijera que no lo pensaría por Neteyam.

Haría tantas cosas por él.

Pero ahora no se concentraba en eso exactamente, pensaba en lo que el propio Olo'eyktan le estaba diciendo. La consideraba digna de regir el clan con su hijo y en realidad no había cosa que le hiciera sentir más orgullosa de sí misma.

Le es imposible ocultar su sonrisa, aún más cuando siente un apretón de la mano de Neteyam sobre la de ella. Juntan miradas y puede adivinar qué él también estaba feliz por lo que les estaban diciendo.

Dayami nunca había tenido la oportunidad de ser honrada por todo lo que logró por el clan. Así que el hecho de que los jefes del lugar y padres de su pareja, lo estuvieran haciendo, significaba mucho para ella.

—Además, este idiota te quiere—. Ríen al conjunto al escucharlo, aún sin creer todo lo que estaba pasando. —Y aunque no entienda por qué, parece que tú lo haces también—. Neteyam sonríe ampliamente mientras pasa uno de sus brazos por los hombros de la chica. —Esto no significa que no esté molesto porque lo hayan hecho a espaldas de nosotros—. Recuerda, pero nada que pudiera decir ahora iba a hacer que la sonrisa del rostro de ambos se borre. —Pero supongo que está bien.

Los ojos de la chica mostraban tantas cosas. Admiración, maravilla, sorpresa y mucho amor. Amor por Neteyam y la vida que iban a formar a partir de ahora.

—Después de todo, Eywa decidió que así era como debía de suceder—. Por primera vez en el día, Neytiri toma partido en la conversación, mirando orgullosa a su hijo por las decisiones que había tomado.

La mujer también pensaba que Dayami era una excelente candidata para regir el clan, pero lo que más le llenaba el corazón era lo feliz que su hijo se veía al estar cerca con ella.

Nunca en su vida había visto a Neteyam sonreír de la manera que lo hacía cuando la veía o salía su nombre a flote en alguna conversación.

Lo único que quería era que su hijo fuera feliz.

Jake se queda mirando a la chica durante unos segundos, preparándose para lo que iba a decir. Nunca pensó que este día llegaría.

—Eres una Sully ahora—. La toma del hombro mientras ve cómo sus ojos se enternecían al mismo tiempo que sus orejas se agachaban. Era una manera de mostrarle el como se sentía ahora mismo. —Espero que le hagas honor al nombre.

Dayami ríe levemente, emocionada de tener la aceptación de los dos y llenarlos de orgullo. Después de todo, su madre nunca la hizo sentir así, por lo que era algo completamente nuevo para ella.

—Lo haré, señor—. Mira fugazmente a Neteyam con una sonrisa. —Gracias.

—Dime Jake—. Le sonríe cálidamente, agradecido por dentro de tener un hijo que tuviera un buen gusto en mujeres y supiera escoger lo que era bien para él. —Bienvenida a la familia, niña.








── 𝗔 𝗨 𝗧 𝗛 𝗢 𝗥' 𝗦   𝗡 𝗢 𝗧 𝗘
Dayami dándose cuenta que ahora no se va a poder escapar de ser la próxima Tsahik:

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-poseidonstrident © 2023
15/01/2023

𝗜𝗥𝗜𝗦, neteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora