𝗜𝗥𝗜𝗦, neteyam

xxx. para mí, eres todo lo que soy

𝐀𝐂𝐓 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄. 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐗𝐗𝐗
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𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐌𝐈́, 𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐒𝐎𝐘

—Hijo—. Lo llama para que pudiera mirarlo, pero ahora lo último que quería era hablar con alguien. Se aferraba con fuerza al cuerpo de Dayami, como si eso impidiera que pudieran quitársela. —Hijo—. Vuelve a intentarlo, ganándose solo un sollozo por parte del menor. —¡Neteyam!

Consiguió que su mirada conectara con la de él, notando como sus ojos estaban rojos y las lágrimas no paraban de salir.

Jake tiene cuidado para no dejar de presionar la herida de la mujer, y toma la mano de Neteyam, apoyándola con lentitud en el pecho de la chica.

Un latido.

El chico abre sus ojos en sorpresa. Su pulso era débil, tanto que era casi imposible de notar, pero estaba ahí.

—Se desmayó—. Explica regalándole una sonrisa pequeña para intentar animarlo. —Ella está bien—. El rostro de Neteyam cambia a uno aliviado en cuestión de segundos.

Gracias Eywa.

Todavía lloraba por verla así, pero ahora estaba más tranquilo, feliz de saber que la mujer todavía tenía una oportunidad.

No iba a perderla hoy.

—¡Papá!— Lo'ak llama la atención de ambos, corriendo hacia ellos con un botiquín de primeros auxilios.

Les llevó un tiempo el encontrarlo, pero buscando bien, lograron verlo dentro de uno de los pequeños botes destruídos perteneciente a los humanos.

—Rápido, rápido—. Al mismo tiempo, llega Neytiri al lugar, bajándose de su Ikran y viendo lo que estaba sucediendo.

—Oh, mi niña—. Se arrodilla al lado de Neteyam, acariciando levemente la mejilla de la chica.

Sabía que estaba viva gracias al comportamiento tranquilo que su hijo tenía, pero aún se preocupaba por su salud. Nunca soportaría ver a Neteyam pasar por una pérdida como esa, y para ella, perder a Dayami también significa un enorme dolor.

Jake toma el botiquín en sus manos y lo abre con cuidado, encontrándose justamente con lo que necesitaba para coser a la mujer. El problema, era que el hilo y la aguja eran extremadamente pequeños, hechos para curar a un humano, no a un na'vi. Si de por sí era difícil coser a alguien, imagínense cuando las herramientas son 3 veces más pequeñas.

Suspira pesadamente y agarra el hilo y la aguja, preparándose mentalmente para lo que iba a hacer. No podía pedirle a Spider que lo hiciera. Debía de hacerlo él porque era el único que tenía cierta experiencia en eso.

—Ma'Jake—. Neytiri toma el brazo del hombre, notando que temblaba un poco por los nervios. —¿Estás seguro?

Asiente dudoso, cruzando miradas con Neteyam quien se veía preocupado. Limpia la herida y con mucho cuidado, comienza a coserla.

Lo único bueno de que Dayami estuviera desmayada, era que no podía quejarse ni moverse por el dolor que la aguja entrando en su piel le causaba. Fueron minutos que se hicieron eternos para todos, pero eventualmente terminaron y la herida dejó de sangrar.

—Listo—. Comenta aliviado dejando las cosas de un lado y mirando al cuerpo de la mujer.

—¿Cuándo va a despertar?— Pregunta secando las últimas lágrimas que caían de su rostro.