𝗜𝗥𝗜𝗦, neteyam

vi. estamos accidentalmente enamorados

𝐀𝐂𝐓 𝐎𝐍𝐄. 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐕𝐈
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𝐄𝐒𝐓𝐀𝐌𝐎𝐒 𝐀𝐂𝐂𝐈𝐃𝐄𝐍𝐓𝐀𝐋𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄
𝐄𝐍𝐀𝐌𝐎𝐑𝐀𝐃𝐎𝐒

Tomados de la mano, caminaban el uno junto al otro a través del frondoso bosque. No iban allá por ninguna razón en específica, solo querían despejar sus mentes durante un momento y pasarla bien.

—¿Puedo preguntarte algo?— Neteyam interrumpe el silencio, algo ansioso por la respuesta que podía recibir por parte de la chica. Esta asiente para dejarlo continuar. —¿Kelku y tú... ¿Arreglaron las cosas?

Su cuestión venía creciendo desde esa mañana, cuando los vio hablando animadamente antes de salir a patrullar. El mayor sabía que no tenía de qué preocuparse, Dayami nunca le daría una oportunidad a Kelku.

¿Pero entonces por qué se la pasaban hablando?

—Algo así—. Contesta encogiéndose de hombros, pero al notar que no es suficiente respuesta para Neteyam, continua. —Se disculpó conmigo, incluso me invitó a salir—. Los ojos del chico se abren, esperaba de todo menos eso. —Le dije que no, obvio—. Responde riendo levemente al ver su reacción. —Pero agh, a veces me estresa que no entienda las señales. No lo quiero cerca mío.

—¿Solo le dijiste que no por eso?— Intenta no sonar enfadado, pero le es imposible.

¿Por qué la había invitado a salir?

Digo, Dayami era hermosa e inteligente, cualquier persona que estuviera en toda su capacidad, lo haría. ¿Pero por qué Kelku? Chico al que ella ya había golpeado por idiota y le había dado ciertas señales de que se alejara.

—¿Por qué más le diría que no?— Ingenuamente, lo mira y nota lo molesto que estaba al respecto. —Estoy jugando contigo—. Suelta una carcajada y se detiene para que él también lo hiciera y la mirara a los ojos.

—Ah—. Contesta soltando su mano de la de ella y mirando al suelo.

Neteyam no solía enojarse mucho por las bromas que Dayami le hacía, por lo que la chica supuso que había algo más. Desde esta mañana se había estado comportando de manera extraña, y ahora que sacaba el tema de Kelku a flote, lo entendió todo.

Estaba celoso.

Quería reír para demostrarle lo tonto que era sentirse así, que no tenía nada de lo que preocuparse. Pero sabía bien que eso solo lo haría enojar más.

—¿Estás celoso?— Cuestiona con una sonrisa burlona.

—¿Qué? No—. Sube su mirada intentando sonar lo más normal posible. —Claro que no.

—Estás celoso—. Afirma soltando una carcajada de la cual luego se arrepintió al ver el rostro de Neteyam.

—Dayami—. Avisó bajando sus orejas y apretando su mandíbula.

Ups.

Era raro verlo así de molesto, pero para ella era inevitable no reír. Se veía tierno cuando estaba enojado, más aun sabiendo que era por celos. La chica mordió su labio intentando contenerse, al verla, Neteyam rodó los ojos y le dio un pequeño empujón.