v. te daría mis pulmones para que pudieras respirar

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𝐀𝐂𝐓 𝐅𝐎𝐔𝐑. 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐕
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𝐓𝐄 𝐃𝐀𝐑𝐈́𝐀 𝐌𝐈𝐒 𝐏𝐔𝐋𝐌𝐎𝐍𝐄𝐒
𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐐𝐔𝐄 𝐏𝐔𝐃𝐈𝐄𝐑𝐀𝐒 𝐑𝐄𝐒𝐏𝐈𝐑𝐀𝐑








Luego de terminar la conversación con sus padres, Neteyam toma camino a la tienda donde Dayami se encontraba. Por ahora tan solo quería verla y saber que estaba bien. El tema de devolverse al bosque se quedaría atrás hasta que ella estuviera completamente sana.

La ve acostada en el suelo del lugar, dándole la espalda a la entrada. Suspira pesadamente antes de acercarse a su cuerpo y con mucho cuidado, acostarse detrás de ella, enredando su brazo en la cadera de la mujer y pegándola a él.

—Neteyam—. Escucha el pequeño susurro por su parte, indicándole que estaba despierta. Se le notaba decaída, cosa que le causó malestar al mayor.

—Aquí estoy, hermosa—. Deposita un beso en la cabeza de la chica, sintiendo como tomaba la mano que tenía encima de ella para jalarlo y acercarlo por completo a su cuerpo. —Aquí estoy.

—Lo siento—. Suelta un sollozo, haciendo que el corazón del hombre se arrugara al escucharla. Odiaba verla así de mal.

—¿Por qué?

—Por todo esto. No quiero preocuparlos—. Neteyam aprieta su agarre a la mujer, sintiéndose culpable por toda esta situación.

—Tienes demasiadas cosas en tu cabeza y no has comido bien—. Comienza a explicar intentando hacerle entender que no debía de tener un cargo de conciencia por esto. —Es obvio que tu cuerpo va a reaccionar así. No es tu culpa.

—¿Ronal dijo eso?

—Algo así—. Se remueve nervioso, teniendo ese pensamiento que llevaba rondando por su cabeza desde hace un tiempo. —Pero necesito creer que es eso.

—¿Por qué?— La mujer se voltea levemente para mirarlo a los ojos, notando que algo le inquietaba.

—Daya... ¿en serio no has pensado en eso?— Muerde el interior de sus mejillas, creyendo que si no lo decía en voz alta, no podía volverse real. —Aunque nos hayamos cuidado, aún hay una posibilidad de que estés, ya sabes—. Se detiene a sí mismo esperando que hubiera sido suficiente para que ella lo entendiera. Dayami ríe levemente mientras rueda los ojos, volviendo a su posición original.

—Neteyam, no estoy embarazada—. Lo escucha suspirar de alivio, haciéndola reír.

—Solo quería confirmar—. Le recuerda dejando un beso en su nuca para acurrucarse más contra ella, negándose a soltarla en cualquier momento.

No importaba que tan mala fuera la situación o la cantidad de problemas que hubieran, siempre iba a sentirse mejor al tenerla al lado. Para Neteyam, estar junto a Dayami era su mejor cura.

Ella era su lugar feliz.

Cierra los ojos con tranquilidad, sintiéndose mejor al hablar las cosas con ella y dejándose adormecer por el calor de su cuerpo que se mezclaba con el de él.

—Te escuché pelear con Lo'ak—. Para la menor es inevitable no mencionarlo, haciendo que la paz del hombre desapareciera.

—Daya, por favor no—. Abre sus ojos y le suplica, en estos momentos no quería tocar más el tema. —No necesitas preocuparte por más cosas. Yo puedo lidiar con Lo'ak—. Acaricia con cuidado la piel de Dayami, comenzando a dejar suaves besos en su nuca. —Solo descansa, ¿si? Necesito que estés bien—. Aunque no la viera a los ojos, sabía que había cambiado su rostro a uno frustrado.

La mujer le hace caso, sabiendo bien que tenía razón. Por ahora solo debía de preocuparse en mejorar y preguntar por su pelea con Lo'ak o cualquier otra cosa no iba a ayudarla.

—¿Puedes cantarme algo?— Pregunta en voz baja, recordando el día que despertó en los brazos de Neteyam después de la guerra.

—Daya, no...

—Ya te escuché hacerlo—. Le interrumpe antes de que pueda librarse de su pedido. —Así que no puedes poner la excusa de que lo haces mal—. Neteyam suelta una carcajada suave que hace vibrar la piel de la chica. —Por favor—. Insiste al escucharlo negar. —Me hará sentir mejor—. Suelta un suspiro en rendición, sabía que no podía decirle que no cuando le pedía algo así.

—¿Qué quieres escuchar?— Dayami sonríe ampliamente al darse cuenta que había ganado.

—¿Recuerdas esa banda que tiene como nombre un lugar del país de donde tu padre venía?— Pregunta haciendo que el mayor piense durante unos segundos a lo que quería referirse.

—¿Kansas?— Viene a su mente la banda más relacionada a la descripción que su novia le acababa de dar. Al verla asentir, se sintió bien consigo mismo por haberle entendido.

—Canta la canción que me gusta de ellos—. Neteyam se queda callado durante unos segundos, sabiendo bien a qué canción se refería pero aún dudando en si hacerlo o no.

Nunca nadie había tenido la oportunidad de escucharlo cantar. Siempre había sido algo tan privado para él, que ni siquiera su compañera de vida sabía que lo hacía hasta hace unos días.

Se sentía demasiado vulnerable al hacerlo.

—¿Entiendes lo mucho que debo de amarte para hacer esto por ti?— Susurra en su odio, causando una risita por parte de su pareja.

Normalmente cuando cantaba era porque se dejaba llevar por sus sentimientos, como cuando Dayami casi muere. Pero lo hizo porque creyó que ella no lo escucharía.

Ahora lo hacía porque el amor de su vida se lo había pedido y si cantarle aseguraba que iba a sentirse mejor y que su salud iba a mejorar, entonces lo haría las veces que fuera necesario.

—I close my eyes—. Comienza dejando un casto beso en la cabeza de su novia. —Only for a moment, and the moment's gone.








── 𝗔 𝗨 𝗧 𝗛 𝗢 𝗥' 𝗦   𝗡 𝗢 𝗧 𝗘
Dayami escuchando a Neteyam insinuar que estaba embarazada cuando solo le hacía falta comer mejor:

La verdad es que con lo bien que canta Jamie, es imposible no imaginarlo cantando como NeteyamLa canción que canta se llama Dust In The Wind y es de Kansas, súper recomendadaDíganme que les parece 🫶🏻Voten y comenten plis que me hace feliz

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La verdad es que con lo bien que canta Jamie, es imposible no imaginarlo cantando como Neteyam
La canción que canta se llama Dust In The Wind y es de Kansas, súper recomendada
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-poseidonstrident © 2023
15/02/2023

𝗜𝗥𝗜𝗦, neteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora