xxv. ella es un segundo y yo era para siempre

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𝐀𝐂𝐓 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄. 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐗𝐗𝐕
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𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐄𝐒 𝐔𝐍 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐎 𝐘
𝐘𝐎 𝐄𝐑𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄








Sus pensamientos se ven interrumpido gracias a Lo'ak, quien lo llama desde lejos para detenerlo y así poder hablar con él. El menor era consciente de que su hermano había tenido la oportunidad de disculparse con Dayami, por lo que quería saber que había sucedido.

—¿Hablaste con ella?— Pregunta al estar lo suficientemente cerca, comenzando a caminar junto a él por la orilla de la isla. El mayor asiente levemente. —¿Arreglaron las cosas?

No estuvieron ni cerca de eso.

Suspira con pesadez, recordando la discusión que había tenido con la mujer el día anterior. Se disculpó con ella e hizo lo posible para hacerle entender lo mucho que lo sentía, pero eso no fue suficiente.

Pensaba en que podía mejorar para que ella sí quiera pensara en perdonarlo. Pero nada venía a su cabeza. Estaba demasiado estresado como para despejar su mente y concentrarse en una sola cosa.

—Creo que me odia más que antes—. Contesta evitando el contacto visual con su hermano mientras juega con la pluma que colgaba detrás de su oreja.

—Oh, vamos, ella no te odia—. Habla incrédulo, no podía creer que Neteyam en serio pensara eso.

—Me lo dijo explícitamente—. Lo mira desanimado, haciéndole entender que no tenía caso seguir.

—Sabes que no es verdad—. Anima tomándolo del hombro para zarandearlo un poco. —Tal vez odie lo que hiciste y toda esta situación, pero es incapaz de odiarte a ti.

—No lo sé. Sonaba como si en serio me odiara—. Recuerda el como lo empujó y la manera en la que esas palabras salieron de su boca.

Pero eso ni siquiera era lo que más le preocupaba. El hecho de que ella creer que ya no la amaba, simplemente rompió su corazón. Él nunca iba a dejar de amarla, no importaba que sucediera. Se sintió como un terrible novio al darse cuenta que lo había hecho todo mal.

—La única razón por la que ella está aquí en el arrecife es por ti—. Vuelve a hablar, intentando levantarle los ánimos a su hermano. Este no era el final. —Si en serio te odiara, ¿no crees que ya estaría de camino al bosque?— Nunca había pensado en eso, pero tenía razón. Tal vez todavía había algo dentro de ella que le hacía quedarse aquí. —Necesita más que un perdón.

—¿Un mega perdón?— Un golpe en su cabeza por parte de Lo'ak es la respuesta a su pregunta, causando que se queje del dolor. —¡Ouch!— Con su mano toca la zona del impacto intentado calmar el ardor mientras mira al menor indignado.

—Una acción—. Rueda los ojos soltando una leve risa. —Demuéstrale que puede volver a confiar en ti—. Neteyam deja pasar el enojo y se concentra en lo que acababa de escuchar.

¿Cómo no se había dado cuenta?

Siempre fue malo con las palabras, por lo que disculparse de esa manera no iba a dar resultados. Si quería a Dayami devuelta, debía de demostrarle lo mucho que la amaba a través de acciones, justo como siempre lo hacía.

𝗜𝗥𝗜𝗦, neteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora