𝗜𝗥𝗜𝗦, neteyam

iv. te necesito ahora pero aún no te conozco

𝐀𝐂𝐓 𝐎𝐍𝐄. 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐈𝐕
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𝐓𝐄 𝐍𝐄𝐂𝐄𝐒𝐈𝐓𝐎 𝐀𝐇𝐎𝐑𝐀 𝐏𝐄𝐑𝐎
𝐀𝐔́𝐍 𝐍𝐎 𝐓𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐎𝐙𝐂𝐎

Esa mañana fue algo confusa para Neteyam. Se levantó sabiendo que debía de buscar a Dayami y hablar con ella sobre lo que sucedió ayer. Pero no quería forzarla.

No quería que lo besara porque así lo quería él. Quería que lo besara porque ella lo quería así y lo deseaba de la misma manera que él a ella.

Todavía no.

Eso significaba que algún día sí. ¿Pero cuando? Necesitaba aclararlo con ella. Con esa intención en su cabeza, sale de la carpa sin despertar a nadie más, sabiendo bien que Dayami se despertaba temprano todos los días, ella sabía que en la aldea siempre habría alguien quien necesitara su ayuda.

A lo lejos la ve cerca de su Ikran, al parecer se estaba organizando para salir. En un día normal, hubiera esperado a que volviera para hablar con ella, pero no podía esperar.

Aprovecha que está de espaldas a él y la toma de las caderas para zarandearla y así asustarla. Dayami abre sus ojos con sorpresa y luego de soltar un grito por el susto, se voltea para ver de quien se trataba.

—Skxáwng—. Golpea su pecho y lo intenta mirar con odio, haciendo que él ría por su reacción.

—¿A dónde vas?— Le pregunta al verla volver a lo suyo.

—Mi hermano me pidió que lo ayudara con algo—. Se limita a contestar, sabiendo que no tenía mucho tiempo para iniciar una larga conversación.

—¿Así que esta no es tu manera de escapar de lo qué pasó ayer?— Dayami se detiene por completo y se voltea para mirarlo a los ojos.

—Neteyam, no lo fuerces.

—Solo quiero hablar al respecto—. Su tono era algo juguetón, consiguiendo que la chica sonriera al recordar lo sucedido el día anterior. —Quiero saber porqué no me quisiste besar ayer.

—Baja el volumen—. Se acerca a él, indicándole que ya tenía su completa atención sobre él, tal como lo quería.

—¿Por qué? ¿No quieres que la gente se entere?— Pone una mano sobre su corazón como si este le doliera. —¿Estoy tan mal?— Intenta verse indignado, Dayami rueda los ojos por el drama.

—Por Eywa. Eres igual de dramático que tu cabello.

—Mi cabello no es dramático—. Se defiende, esta vez indignado de verdad por lo que acababa de decir.

—Sí, ajá—. Ríe al ver su rostro.

Neteyam intenta ignorarlo y se acerca un poco más a ella para mirarla fijamente. Presionando para recibir una respuesta por su parte a lo que le había preguntado al principio.

—¿No crees que es muy pronto?— Baja su cabeza tímidamente mientras juega con las plumas de la banda que se enrollaba en la parte superior de su brazo.

—En realidad no—. Toma su mentón para obligarla a mirarlo. Quería verla a los ojos cuando le dijera bien lo que siente sobre él.