𝐀𝐂𝐓 𝐅𝐎𝐔𝐑. 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐈
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𝐏𝐎𝐑𝐐𝐔𝐄 𝐓𝐎𝐃𝐀𝐕𝐈́𝐀 𝐄𝐒𝐓𝐎𝐘
𝐄𝐍𝐀𝐌𝐎𝐑𝐀𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐄𝐒𝐄 𝐋𝐔𝐆𝐀𝐑Unos cuantos días habían pasado desde la batalla contra los humanos. Ahora que Quaritch estaba muerto, las cosas se encontraban tranquilas.
Neteyam convenció a Dayami de mantenerse quieta y en calma durando un tiempo para que su herida pudiera curarse con facilidad y que tuviera la oportunidad de recuperar la energía que había perdido.
—Ey—. El hombre entra a la tienda, encontrándola acostada en el suelo de esta con una fina manta cubriendo su cuerpo.
—Hola—. Lo recibe con una sonrisa viendo como se acercaba a ella con un cuenco lleno de comida en la mano.
—¿Cómo te sientes?— Se arrodilla al frente de la menor y libera una de sus manos para pasar un mechón de su cabello detrás de su oreja.
—Mejor que ayer—. Contesta mirándolo dulcemente. Estos días que había estado recuperándose, Neteyam iba a revisar el como estaba cada cierto tiempo y siempre hacía lo posible para ayudarla con cualquier cosa que necesitara.
Se preocupaba por ella.
—Solo venía a dejarte esto—. Deja el tazón de comida a un lado, ganándose una mirada pesada por parte de la mujer. —Tienes que comer—. Ríe levemente al verla. —Te dejaré descansar—. Se acerca a ella depositando un beso en su frente.
Antes de que pudiera alejarse, Dayami lo toma del brazo, impidiendo que se fuera de ahí. Aunque Neteyam siempre estuviera al pendiente de su salud, últimamente sentía que no compartían momentos que fueran ajenos a eso.
—No, no te vayas—. Le ruega causando una sonrisa en el mayor. —Ven—. Palmea su lado, convenciéndolo a hacer lo que le pedía.
Con lentitud se acuesta a su lado, cubriéndose a sí mismo con la misma manta que estaba utilizando su pareja. Pasa su mano por la cadera de la menor, pegándola por completo a él para poder sentir su calor corporal. La mira durante unos segundos y con cuidado acaricia la cicatriz que comenzaba a formarse en el costado de la mujer.
—Lamento que hayas tenido que pasar por esto.
—Yo no—. Contesta tranquilamente causando una mueca en el hombre. —Ahora tengo una cicatriz que presumir—. Ríe junto a ella, sintiendo esas mariposas en su estómago al verla sonreír.
A su mente viene la conversación que tuvieron semanas atrás sobre lo mucho que extrañaban el bosque. Tal vez si se hubieran quedado ahí, todo sería diferente. Y ahora que las aguas se habían calmado, volver allá podía ser una posibilidad.
—¿Crees que estaríamos más tranquilos de vuelta en el bosque?— Se atreve a preguntar, acariciando la piel de la mujer en el proceso.
—¿Quieres volver al bosque?— Lo mira con un rostro tierno, sabiendo que para él, era igual de duro vivir en el arrecife, tan solo no lo demostraba como ella.
—Desde el primer día que llegué—. Confiesa soltando una leve carcajada. —¿Tú quieres volver?
—No creo que vaya a ser tan sencillo, Tey—. Apoya su mano en el pecho del hombre, intentando contener su voz preocupada. —Aunque Quaritch esté muerto, los humanos siguen allá afuera.
—Pero ya saben dónde estamos. ¿Cuál es la diferencia?— Aunque tuviera la razón, Dayami sabía que las cosas no iban a ser tan fáciles. Volver al bosque era una enorme decisión que tenían que pensar. —En el bosque será más fácil. Es nuestro hogar, es lo que conocemos—. La manera en la que hablaba daba a notar lo mucho que extrañaba el lugar. El arrecife era hermoso, sí, pero no era su hogar. —Cuando estés bien, podemos irnos.
—¿Qué piensa tu padre?
—Él... cree que ya estamos lo suficientemente grandes como para tomar ese tipo de decisiones solos—. No habían hablado sobre volver al bosque en particular, pero su padre le había dicho hace un tiempo eso y supuso que el tipo de decisiones de las que hablaba eran cómo está.
—¿Te dijo eso?— Lo mira sorprendida, sabía que Jake no solía ser tan liberar con este tipo de cosas.
—Mira el lado bueno de las cosas, podríamos tener nuestro propio hogar—. Le sonríe levemente y la pega más a su cuerpo, creando una imagen en su cabeza sobre su propia tienda.
Por fin tendrían algo de privacidad.
—Tan solo quieres eso para poder deshacerte de tus hermanos—. Ríe por lo alto al escucharla.
—Esa es una de las razones—. Acerca su rostro al de ella, sus labios a pocos centímetros de tocarse. —Pero también quiero estar contigo a solas—. Sonríe coquetamente causando una leve risa en la mujer. —Así puedo hacerte mía todos los días.
Junta sus labios con los de ella y no tarda en profundizar el beso, sintiéndola reír contra él gracias a su comentario. La menor utiliza la mano que se apoyaba en el pecho del hombre para intentar alejarlo de su cuerpo, consiguiendo cero resultados al sentir su agarre volverse más fuerte contra sus caderas.
—Contrólate—. Reprocha entre el beso, sabiendo que no podían hacer nada subido de tono en la tienda. Cualquiera podía llegar y verlos.
—Te encanto—. Se separa de ella levemente no sin antes dejar otro casto beso en sus labios. —Entonces... ¿qué piensas de mi oferta?— Suelta la cadera de la mujer para tomarla de la mejilla y acariciar esta con cuidado.
—Me gusta—. Responde causando una sonrisa amplia en el mayor. —Pero no va a ser tan fácil—. Neteyam entendía a lo que se refería y sabía que tenía la razón.
Volver al bosque sería algo que intentarían cumplir, pero no podían esperar que en serio sucediera. Porque aunque para ellos fuera lo deseado, convencer a Jake de hacerlo, iba a ser bastante tedioso.
—Por ahora concéntrate en mejorar, ¿si?—. Deposita un beso en la frente de Dayami. —Hablaremos de eso luego.
── 𝗔 𝗨 𝗧 𝗛 𝗢 𝗥' 𝗦 𝗡 𝗢 𝗧 𝗘
Neteyam intentando convencer a Dayami:Amé escribir este capituló de una manera que no es normal
Este acto va a estar más bien cortico porque en el próximo se vienen cosas buenasssssss
Díganme que les parece 🫶🏻
Voten y comenten plis que me hace feliz-poseidonstrident © 2023
12/02/2023
ESTÁS LEYENDO
𝗜𝗥𝗜𝗦, neteyam
Romance𝙄𝙍𝙄𝙎 || ❝Lo escogí a él porque me di cuenta de que valía la pena, valía los riesgos, valía la vida.❞ ── En donde Neteyam y Dayami se enamoran antes de ser escogidos como los próximos Olo'eyktan y Tsahik del clan Omaticaya pero uno de ellos no es...