Capítulo 9

843 42 4
                                    

Jayden

Lo primero que vi al subir con el zumo que le había preparado, fueron sus ojos cerrados. Me acerqué rápidamente a ella y volví a tomarle el pulso, algo débil. Traté de despertarla por si se había quedado dormida del cansancio, pero no despertó. Saqué su móvil de mi bolsillo, nervioso por no saber que hacer, lo desbloqueé.

-¿Dónde estás? -Pregunté, creo que de malas formas. No me importaba. No lo llamaba para hacer un amigo.

-En la puerta . -Colgué, bajé corriendo y abrí.

-¿Dónde está? -preguntó sin saludar tras dejarle pasar.

-Arriba. -Le señalé la escalera para que subiera. Entró por la puerta que le indiqué y se colocó a su lado.

-¿Está dormida? -Negué-. Joder, ¿Cuánto hace que está así?

-No lo sé. He bajado a prepararle un zumo y cuando he vuelto estaba así.

-¿Vómitos? -Volví a negar. No le soltó la mano a mi chica. A ver, le estaba tomando el pulso, pero me molestaba que alguien como él la tocara-. Vale. Necesito que me traigas un paño mojado.

-¿Algo más?

-No. -Abrió el maletín que traía consigo y de él sacó un termómetro-. 40,5. -Murmuró. Corrí a por lo que me había pedido y se lo tendí-. Adri -la llamó-. Adri ¿Me oyes? -Nada...

-Peleona, despierta. -Le pedí.

-Tengo que mirarle la herida. ¿Puedo? -Me preguntó y no me quedó de otra que decir que sí-. Esto está muy mal... Tengo que hacer que deje de sangrar.

Le puso un tipo de pomada sobre la cicatriz y esperó que hiciera efecto mientras la hacía volver en sí. Algo bastante complicado, no reaccionaba.

-Me está preocupando de verdad. La fiebre no baja, si sigue subiendo tendremos que llevarla al hospital. Mira esto, está muy rojo e inflamado-. Dijo señalándome su vientre.

-¿Pero tienes idea de curar esto? -Pregunté y me miró desquiciado.

-Un fisioterapeuta hace mucho más que -no siguió-. ¿Ha forzado mucho desde ayer?

-¿Eh?

-Que si ha hecho sobre esfuerzo. -Hombre reposo, reposo no era precisamente lo que había hecho y mi cara debió reflejar lo que estaba pensando porque enseguida se enderezó incrédulo-. ¿Se ha dado un baño?

-¿Qué tiene que ver eso?

-Pues que necesito saber si se ha sumergido con los puntos.

-Sí ¿Qué tiene de malo?

-Que si están mucho en remojo pueden llegar a infectarse. Y si a eso le añadimos que no ha hecho reposo... Normal que esté así. -Bufé. Sacó alcohol, lo vertió en una gasa y la acercó a su nariz.

-¿Qué haces?

-No está bien hacer esto, pero necesitamos que se despierte. Si con esto no lo hace, tendremos que llevárnosla-. Recé para mis adentro esperando que eso sirviera de algo. En efecto, funcionó.

-Gracias a dios -dije acariciando su mano.

-¿Qué ha pasado? -Preguntó bastante ida.

-Adri, ¿Cómo estás? -Le pregunté.

-Me siento muy pesada...

-Es normal. -Respondió él.

-¿Qué haces tú aquí? -Le preguntó.

-¿No te acuerdas de nada? -Negó. Se llevó una mano al vientre soltando un quejido y trató de incorporarse.

-No te muevas, por favor.

Quiero BesarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora