Capítulo 51

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Adriana

-Estás así por el baile, ¿Verdad? -Insistí.

-¡Tsss! ¿Por el baile? -Rio por la nariz-. El que te acompañase ha sido el detonante para querer acabar contigo. No quería llegar tan lejos, pero me has colmado la paciencia. -Encogió los hombros sin importancia.

¿De qué estás hablando entonces, Tiffany? No me he metido en vuestra relación. No sé que problema tienes conmigo.

-La noche antes de que os fuerais a Sacramento, lo vi salir de tu casa. Sabía que os ibais porque escuché a Oli contarle a Brandon, vuestro traslado. No podía permitir que te fueras con él, eso sería perderlo para siempre y decidí hacer algo. Ahí fue cuando busqué a Mike. Tenía constancia de lo ocurrido entre vosotros y el acoso que estabas recibiendo tras salir del hospital. Yo, al igual que él, estaba muy pendiente de ti. Así que nada, me presenté, le conté un poco todo y dejó que me uniera a él. Salía ganando, yo alejaba a su hermano y él aprovechaba a torturarte sin que tuvieras a alguien que te defendiera. Sinceramente me sorprendió mucho cuando Jayden te puso vigilancia, pero Mike era mucho más listo que cualquiera de ellos. Así, entonces, le impedí que se fuera contigo. Al principio me pidió que le dejara en paz. Me llamó loca, ¿Te lo puedes creer? Aunque bueno, tenía razón. Estaba loca. Por él. Le expliqué que me iba a ir con él, que teníamos que volver a ser una pareja y que debía dejarte. Supongo que imaginas como se lo tomó. -Estaba alucinando-. Saqué el as que tenía bajo la manga y todo cambió. Estaba claro que no quería que te pasara nada y las dos sabemos muy bien como es él contigo. Para él eres un pequeño cristalito que puede deshacerse en cualquier momento. ¿Y por qué no? Si él creía eso, no íbamos a llevarle la contraria. Tendrías que haberle visto la cara cuando le dije que todo lo que hiciese llegaría a oídos de su hermano. Sé que parece una locura y que es cruel amenazar a las personas, pero funcionó. Hasta ahora. Porque tú, mocosa, has vuelto a meterte.

-Estás loca. -Grité.

-Llámalo como quieras. A mí me parece una gran historia.

Desde que la vi por primera vez, tenía claro que le faltaba un tornillo. Sin embargo, los extremos a los que había llegado, eran insuperables. Todo lo que estaba haciendo era por un chico. Un chico que no la quería. Entiendo que se llore porque te han dejado (porque lo he hecho). Entiendo que se esté dolida. Que de rabia. Son entendibles un montón de cosas, pero aquello, no. Por fin entendía el repentino cambio de planes de Jay. No se iba sin mí porque no quisiera llevarme. Se iba sin mí porque así lo había decidido ella. Todas estas semanas me había sentido traicionada y lo único que había estado haciendo él, era protegerme. Había renunciado a su libertad por mí y yo se lo había agradecido ignorándolo, tratándolo mal. Pero no sabía nada, no podía imaginar que algo así estuviera sucediendo. Todo eso había sido un plan de su ex novia y su hermano. Un plan muy retorcido. Me sentía aliviada por una parte, porque seguía enamorada de él, pero por otra, todo se volvía más peligroso. Querían vengarse de mí y estaban metiéndolo a él en medio. Podrían ser capaces de hacerle algo a él también. O solo querían que viera mi sufrimiento. Porque me matarían. Eso lo tenía más que claro.

-¿Qué vais a hacernos?? -Pregunté sabiendo más o menos la respuesta.

-Pues como queremos que los dos sufráis lo mismo que hemos sufrido nosotros, haremos que te vea sufrir.

-Me vais a matar.

-Por supuesto que lo haremos. Pero creemos que mereces algo más. Al fin y al cabo un tiro en la cabeza acaba con la vida en una milésima de segundo.  No me quedaría lo suficientemente satisfecha si eso ocurre, porque no habrá sufrimiento.

No sé bien lo que vi en sus ojos, pero la Tiffany de antes ya no existía.

-Es hora de irnos. Tenemos que prepararlo todo antes de que mi querido hermano llegue. -Dijo apoyándose en la puerta cuando apareció.

Quiero BesarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora