Capítulo 31

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Adriana

Los chicos planearon ir a la playa para empezar a coger moreno y así estar radiantes la noche más esperada de todo el Venice. Las más interesadas eran mis amigas, pero ellos también querían estar guapos  si iban a acompañarnos. Me obligaron a llevar a Luca conmigo y él se puso de lo más contento cuando vio todas las cosas que mis amigos le habían llevado para jugar en la arena. Julia nos preparó sándwiches para todos y sacó la sillita del coche de mamá para ponerla en el de Dean. Ethan trajo una sombrilla para que el pequeño no se quemara y una mini tabla de surf que tenía guardada de cuando él era pequeño. No habíamos vuelto a hablar desde el rancho y aunque sí me había enviado un mensaje, supuse que lo mejor iba a ser dejar correr el tiempo hasta que todo se calmase un poco. Pero teniéndolo cerca no podía seguir normal como si nada hubiese pasado y mientras le enseñaba a mi sobrino como levantarse de la tabla, empecé con la conversación que teníamos pendiente.

-Et.

-¿Sí?

-Siento no haber respondido tu mensaje. Tenía la cabeza echa un lío y pensé que...

-Te entiendo. No tienes que sentirte culpable por ello.

-Quería decirte que todo está bien entre nosotros si es que tú opinas lo mismo.

-Sí, yo... Necesitaba explicarte lo que había pasado. No, no quiero perder tu amistad y sé que si eso pasa es porque me lo merezco...

-Eso no va a pasar. Pero quiero que me aclares algo... ¿Es verdad lo que dijo la hermana de Connor?

-Sí...

-¿Por, por qué? Es decir, no entiendo porque pensaste en mí cuando, ya sabes, cuando te... -No me atrevía a decirlo en alto.

-Cuando nos acostamos. -Asentí.

-Pues, es... Muy bien príncipe. -Felicitó a Luca cuando se puso en pie, aunque durara un segundo. Ese niño tenía más fuerza en las piernas que yo-. Este niño va a ser un surfista.

-Va a ser todo lo que quiera ser. -Añadí yo contenta.

-Lo que te estaba diciendo es que yo... No te he olvidado, Adriana. Te he tenido en mi mente todos los malditos días desde que te conocí.

-¡MADITO! -Repitió y miré a mi amigo con la ceja levantada.

-Perdón... Bueno para que me entiendas, no hay día que no piense en tí. Cuando tuviste el accidente casi me da un infarto y cuando supe que habías despertado no fui capaz de ir a verte al hospital porque no quería ver lo que te habían hecho, no lo hubiera aguantado... Y me arrepiento de no haber ido porque a lo mejor necesitabas a un amigo en ese momento y yo fui un egoísta.

-Me lo imaginé y por eso no me enfadé contigo. Sabía que si no ibas era porque tenías tus motivos. ¿Y la chica a la que estabas conociendo? -Pregunté al acordarme de ella.

-No había chica... Bueno, sí que la había, pero no pasó de unos cuantos besos.

-¿Y por qué dijiste que os estabais conociendo?

-Porque quería poder acercarme a tí sin meterme en vuestra relación, que Jayden me aceptara como tu amigo sin ponerse a la defensiva como siempre.

-Jay no manda en mí...

-Lo sé, pero entiéndeme, sabes como ha sido contigo desde que nos conocemos. Y no lo culpo... Aunque no te niego que he tratado de conocer chicas. Necesitaba olvidarte y contigo en mi mente era imposible rehacer mi vida. Yo sé que tú nunca me has dado esperanzas y que todo está en mi cabeza, pero estoy enamorado de tí, Adriana. Desde la primera vez que dormimos juntos.

Quiero BesarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora