Capítulo 11

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Adriana

La mañana siguiente me desperté gracias al timbre que no dejaba de sonar. Busqué a Jayden a mi lado y no lo encontré. El sonido no cesó. Decidí levantarme de la cama ya que supuse que si nadie abría era porque estaba sola. Bajé las escaleras lo más rápido que pude gritando que ya iba y giré hacia la puerta.

-Shhhh -me prohibió hablar.

-¿Qué haces? ¿Por qué no abres? -Susurré temiendo que me oyera, fuera quien fuese.

-No hagas ruido. -Insistió apoyado en la puerta.

-¿Pero, que pasa? -Oí unas voces que me resultaron conocidas y me asomé a la mirilla pese a las súplicas de Jay para que no lo hiciera.

-¡Abre de una maldita vez, Jayden! -Dijo Olivia.

-¡Aparta! -dije empujándolo como pude para abrir.

-¿Y arriesgarme a que entren? Ni hablar. -Terminé de apartarlo.

-¡Por fin!

-¿Por qué no abrías? Llevan un buen rato tocando -lo escruté.

-Esperaba a que dejaran de tocar.

-¿Por algo en especial? -Preguntó Mia.

-Sí, si el timbre deja de sonar significa que el que esté detrás se ha ido. No habría entonces un motivo para abrir.

-Pero no nos hemos ido...

-Ya, ya lo he visto. No me lo recuerdes. -Las tres lo miraron con mala cara.

-Tienes un novio demasiado imbécil, Adri. Deberías replantearte cambiarlo por alguien mejor, no sé, alguien como -dijo Oli. Negué para que no siguiera por ahí si no quería enfadarlo de verdad y me obedeció.

-¿Alguien como quién? -Preguntó este y las dos nos pusimos nerviosas.

-Alguien como Noa Centineo, por ejemplo.

-Estoy más bueno que ese... Además, no podéis compararme con él. Solo sabéis sobre su vida lo que cuenta el cotilleo.

-Suficiente -dije en broma.

-¿Me cambiarías por él? -Preguntó agarrándome por la cintura.

-Podría ser.

-Eso no es un no -se quejó.

-Tampoco es un sí -insistí yo.

-Nunca digas nunca -añadió Sophie y consiguió una mirada fría, suya.

-Yo sé que solo tienes ojos para mí, peleona. -Rozó sus labios con los míos.

-Que momento más bonito. -Ironizó Mia, interrumpiendo.- ¿Podemos pasar ya?

-Perdón... -Me disculpé y les hice un ademán con la mano para que pasaran.

-Un momento, -las freno- ¿Dónde está Brandon? Te pedí que lo trajeras.

-Estará por llegar. No es mi perrito, al que tengo que sacar a pasear con una correa.

-No, si ya. A la que deberían sacar con una correa es a tí. Es más cuando venga le voy a regalar un bozal.

-Hasta aquí -Oli se lanzó sobre él y comenzó a darle manotazos hasta rogarle que parara.

-Va chicos, parecéis unos críos.

-Él lo es...

-No soy yo quien ha ido a pegar a nadie. -Se burló-. Te vas a enterar Jay, te voy a noquear. Bla, bla, bla -la imitó con voz de niña.

Quiero BesarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora