Capítulo 48 - Roja como la sangre

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Lamento haber desaparecido por más de un año. He visto sus mensajes tanto en el capítulo anterior como en mi perfil, y muchas gracias por la preocupación. Disculpenme por no haber dado señales de vida.

Estoy bien, ha sido un año intenso en cuanto a estudios y mi vida personal, pero felizmente me encuentro bien. Por el estrés de otras cosas le perdí el ritmo a escribir, y cuando ya había pasado medio año sin actualizar, pensé en abandonarlo, pero lo he releído y yo misma quiero seguir leyendo, así que he vuelto a escribir.

Quizá las que inicialmente estuvieron aquí ya no estén, pero me queda la emoción de pensar que, quizá, algún día, regresen a wattpad y vieron que esta historia se actualizó. Y espero de todo corazón que les guste.

Porque tardé más de un año, pero volví. 

Las amo, y nos vemos en la próxima actualización <3


pd: no era Roma xd, pero cuando las vi especular capítulos atrás me dio vergüenza contradecirlas.

°-°-°-°-°-°-°


—¿[Nombre]? — se escuchó la lejana voz de la bielorrusa en algún rincón de la casa. Y Yao y la nombrada miraron a su alrededor intentando adivinar de dónde había sonado aquello.

—¡El walkie talkie! — exclamó ella recordando la existencia de aquel aparato. Tanto el chino como ella salieron corriendo de la cocina para ver como el japonés ingresaba a la sala desde los cuartos con el walkie talkie entre sus manos. Probablemente había oído el llamado de la chica y había ido a buscar la fuente del sonido.

[Nombre] recibió el objeto entre sus manos y tomó aire para responder —¿Natalya? — fue lo único que se lo ocurrió preguntar. No había vuelto a sonar. Quizá la bielorrusa, al no recibir respuesta, había apagado su par.

Pero no, Natalya había esperado —[Nombre], algo pasó— respondió la otra mujer en un lugar que los tres supervivientes en la casa desconocían.

—¿Todo bien? — dijo esta vez la [nacionalidad] preocupada por el motivo de la llamada.

—No— respondió la bielorrusa desconcertando a los tres supervivientes que la escuchaban a través del aparato —Hay muchos infectados— añadió dando un poco más de contexto al motivo de su llamada.

—¿Dónde estás? — preguntó la [nacionalidad] instantáneamente al oír que la mujer de cabellos platinados podía encontrarse en peligro.

—A unas cuadras al este. Pensábamos que aquí no había tantos muertos, pero nos equivocamos— respondió con una explicación rápida

—Deben haberse movido en la noche, lo últimos días esta zona había estado despejada— se escuchó la voz de Francis comentar del lado de Natalya.

—Estamos encerrados en un sitio al que entramos para revisar. Pero no tenemos cómo salir— continuó la bielorrusa con un poco más de detalles.

[Nombre], Yao y Kiku se miraron entre ellos. Y sin presionar el botón para hablar con el otro lado de la línea, la jovencita murmuró con algo de duda —¿Deberíamos ir? — cuestionó a sus dos acompañantes.

—Podríamos, pero no creo que te haya llamado para eso— respondió el chino regresando su vista al walkie talkie.

Y como premeditado, este volvió a sonar con la voz de Natalya —[Nombre]— la llamó logrando que la mencionada y el japonés también prestasen atención de nuevo al aparato en las manos de ella —Cuando llegue mi hermano con los otros, diles que vengan a buscarnos— pidió segura de sus palabras.

Infectados - Hetalia x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora