Capítulo 39 - Noches de fuego

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Causitas, antes que nada, muchas gracias por la acogida del capítulo anterior. Aún así no continuando la historia principal (por ser un sidestory) ha recibido mucho apoyo y me alegro mucho de que les hay gustado tanto. Ahora que he tenido tiempo me he puesto a leer todos los comentarios y no tienen ni idea de lo feliz que me ponen <3

Demoré un poco en volver de nuevo, pero supongo que no quería escribir por escribir. Realmente quiero traerles algo con lo que me sienta cómoda y sienta que se les vaya a gustar mucho! 

Pequeño anuncio para mis hermanas peruanas: espero que todas estén bien, hayan ido a las protestas o no. Recuerden que somos la generación que dentro de unos años encaminaremos a nuestro país. Estemos de acuerdo o no con los ideales de los demás, lo importante es respetarnos y escucharnos. Seamos críticos y exijamos lo mejor, porque nos lo meremos! Cumplí 18 hace poco, así que en las elecciones del 2021 me toca votar. Si alguna más está así, recuerden informarse bien! Y esto no solo es para las peruanas, sino para todas. Voto informado, causitas; no saben lo importante que es!

Latinoamérica la está pasando un poco fuerte, por lo que tengo entendido no solo en Perú estamos teniendo problemas. Pero las marchas y la huelgas no se han detenido desde que vacaron al presidente, así que ni dormir podemos ya en algunos lugares. Pero lucharemos por un país mejor!

Perdón por eso, un poco largo pero a veces quiero soltar algunas cosas que tengo guardaditas, y sé que, aunque poquitas, somo unas comunidad super linda.
Recuerden que sin miedo, no hay riesgo; así que cuídense mucho y no se dejen pisotear.

Las quiero mucho causitas, y espero que el capítulo les guste mucho!
Nos veremos ya en la próxima actualización <3 <3 <3

°-°-°-°-°-°-°


La [nacionalidad] esperó parada en el marco de la puerta mirando el cielo aclararse mientras esperaba a que sus dos acompañantes se desperezasen un poco. No tenía la necesidad de ir al baño. Y sinceramente, se quería evitar esa corta caminata completamente sola. La neblina corría frente a sus ojos, y era tan espesa que la jovencita podía jurar que a menos de dos pasos de distancia podrían, sencillamente, encontrarse treinta infectados y ella ni enterada.

No se escuchaba nada más que el pequeño desorden de los tres supervivientes dentro de la caseta. Era temprano, recién amanecía marcando el reloj de la [nacionalidad] las 6:03am. Ella bostezó.

—Vamos a buscar combustible a los vehículos de las fábricas— dijo el suizo con voz rasposa atrayendo la atención de ambas mujeres. Se acomodaba un poco el cabello con una mano mientras que con la otra ajustaba la mochila en su espalda.

Y queriendo ignorarlo y luego negarlo, la [nacionalidad] no pudo evitar sentirse atraída por él unos pocos segundos. Rápidamente miró a la bielorrusa para poder distraerse del joven.

Unos pocos minutos después, los tres supervivientes se encontraban saliendo de la caseta con los ojos entrecerrados para ser capaces de distinguir algo entre la neblina. [Nombre] cerró su abrigo. Hacía un frío de los mil demonios, y el silencio de encontrarse a las afueras de la ciudad tampoco ayudaba. El suelo bajo sus pies había sido terroso la noche anterior. Ahora tan solo era una mezcla de peligroso y resbaladizo barro con unos cuantos charcos producidos tan solo por el rocío y la humedad de la madrugada.

—Hacia allá están las fábricas— dijo la mujer de cabellos platinados señalando hacia la distancia una vez se alejaron unos pasos de la caseta donde habían pasado la noche.

Tanto el suizo como la [nacionalidad] llevaban las motocicletas de sus timones, rodándolas así a sus lados. Manejarlas sobre el barro de la mañana sería peligroso, y todos preferían el clásico 'lento pero seguro' a caer entre el lodo y probablemente herirse sin sentido.
Caminaron inconscientemente sin decir nada hacia donde Natalya señalaba. La bielorrusa avanzaba entre los dos compañeros, con [Nombre] a su izquierda y Vash a su derecha. Las siluetas de los tres supervivientes de perdían en la neblina.

Infectados - Hetalia x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora