Capítulo 36 - Treinta centavos

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Hola causitas!
Esta vez demoré un poco en actualizar, y me disculpo por eso :c
Así que he decidido recompensar su paciencia y todo el amor que me dan con un capítulo un poquito más largo de lo normal (de hecho, es el más largo hasta ahora, creo). Y lo haría mil veces porque siempre me enamoran con su comentarios <3

Quiero de antemano avergonzarme un poquito por la escena cliché que he metido aquí, pero me parece que fue una buena decisión ponerla. ¿Saben por qué? Porque he prácticamente reutilizado la escena de un fanfic de nekoJian que siempre me pareció magnífica por cómo ella la escribió. Así que aquí está mi intento jajajaja

Siento la necesidad de poner una advertencia de contenido quizá un poco fuerte, así que si eres muy sensible, te recomiendo que prosigas con calma. Aunque viniendo de un fanfic como este, creo que las advertencias siempre están de más xd

El siguiente capítulo, si tengo suerte, va a ser un Sidestory. Ojalá, si así es, no me maten xd
En fin, espero que este capi les guste mucho mucho, y las veo en la próxima actualización!
Las quiero mucho <3 <3 <3

°-°-°-°-°-°-°


—No llevamos caminando mucho— murmuró sorprendida la [nacionalidad] al encontrarse frente la barricada de autos y, sorprendentemente, algunos electrodomésticos.

—Deben ser alrededor de unas quince manzanas— calculó el suizo mirando fuera de la muralla de chatarra.

—Eso si es que por donde subimos se encontraba a la mitad— dijo la mujer refiriéndose a aquella escotilla por la cual habían regresado a la superficie. El suizo asintió sin dirigirle la mirada.

Si bien habían aparecido en una zona que parecía comercial y céntrica, se habían movilizado lo suficiente como para encontrarse ahora, aunque pocas, edificaciones urbanas. Pequeños complejos de bajos edificios que, a simple vista, parecían completamente vacíos. La poca gente que habitaba entre estas barricadas se conglomeraba en el centro, sin realmente interactuar entre ellos. Parecía una ciudad fantasma, pero ambos supervivientes sabían que no estaba vacía. No por completo.
Ante un apocalipsis, los ciudadanos parecían más capaces de resistir de lo que alguna vez se podrían haber imaginado.

—Si la gente que se encuentra aquí dentro no ha tenido contacto alguno con los infectados desde que indicó todo, quiere decir que realmente están asustados de ellos— habló el militar mirando los edificios que los rodeaban. Grises y sin gracia alguna. Aquella zona no era muy bonita estéticamente.

— ¿A qué quieres llegar con eso?— preguntó confundida la jovencita mirando a su acompañante.

—Que si hay algún lugar vacío, son las fronteras— mencionó dirigiendo su vista a los infectados que, alterados y amenazantes, intentaban atravesar el muro. Vash suspiró y miró el edificio a su derecha. Este tenía la puerta de entrada justo dentro de la zona segura, pero algunas ventanas apuntaban hacia la zona infestada fuera de las barricadas —Intentemos aquí— dijo mientras comenzaba a caminar dentro de la construcción.

La mujer rodó los ojos y lo comenzó a seguir. Ingresaron al edificio sin miedo. Siempre estuvieron atentos, pero por alguna razón, sabían que no iban a encontrar a nadie dentro. Y así fue. En efecto, dentro de aquella triste construcción no había ni vivos ni muertos. Por lo que ambos supervivientes pudieron explorar y saquear a sus anchar el edificio entero. Encontraron poca comida, pero encontraron, y eso era lo importante. Intentaron racionar lo poco que tenían y se alimentaron al fin. Y a pesar de haber sido alimentos enlatados, la chica sintió el cielo en su boca. Había comenzado a temer el no encontrar nada más con lo qué saciar su hambre. Lo que, en realidad, podía convertirse en una forma terrible de morir. Pero no hoy, no para ellos. Vash había jugado bien al entrar en aquel edificio. Y no solo en ese.

Infectados - Hetalia x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora