Infectados - Hetalia x lectora

Capítulo 49 - Planificación

Todos los presentes se calmaron un poco al ver como la [nacionalidad] y el suizo bajaban sus armas. Muchos porque el que hubiese un cañón levantado en la misma habitación que ellos los ponían nerviosos, y otros porque no podían permitir que Sadik muriese. No luego de saber que, quizá, él podía ayudarlos a llegar a quienes buscaban.

—Escuchen, vamos a la cocina a comer algo y conversemos bien esto, ¿sí?— mencionó Alfred intentando cortar el silencio y tomado acción ante la confusa situación —¿Cómo es que te llamas?— preguntó mirando al, para él, completo desconocido.

—Sadik Adnan— se presentó una vez más, para todos, el limpiador. Rostro serio, brazos ahora relajados al no estar siendo amenazado.

Uno por uno fueron ingresando a la cocina. Algunos solo para formar parte de la conversación, otros para comer algo y tomar agua. La mañana había sido ajetreada. Todos fueron saliendo de la sala hasta que en esta solo quedaron Vash y la muchachita de la azada.

Ambos jóvenes se miraron, sabiendo que, si querían cooperar, tendrían que ir con el resto. Pero querían escucharse. Querían saber que tenían el apoyo el uno del otro si algo pasaba.

Si se quedaban solos.

—Podemos-—comenzó el militar dudando mucho en si hablar o no. Pero finalmente agarrando valentía y mirando a la muchachita a los ojos para poder finalizar —Siempre podemos ir al aeropuerto nosotros, si deseas— dijo logrando que la chica no viese más que un rostro inexpresivo.

Y, sin embargo, así aparentemente impasible, a [Nombre] de todas formas se le acunó el corazón ante su propuesta. Ella sonrió genuinamente feliz y asintió apenas.

Así que habiendo ambos conectado una vez más sin muchas palabras, ingresaron juntos a la cocina.

Ahí, los demás supervivientes aún se acomodaban alrededor de la isla y apoyados en las paredes, algunos con comida y refrescos, otros sin nada. Y sentándose el limpiador en una de las sillas altas que rodeaban el módulo central, todos le prestaron atención.

—Mi gente los estuvo persiguiendo por mucho tiempo. Intenté desviarlos lo más que pude, pero al final me fue imposible— inició intercalando su mirada entre el suizo y la [nacionalidad] —Fue el día del terremoto que los encontramos— añadió sin perder el interés de ninguno de los presentes.

—¿Cuándo ellos ya habían escapado? — preguntó [Nombre] con curiosidad. Sorprendentemente, a lo ojos de los demás, parecía tranquila.

—No, los encontramos de camino a su camioneta, así que los obligamos a entrar y nos largamos de ahí. No sé dónde estaban ustedes dos— explicó Sadik logrando que Vash y su compañera se mirasen rápidamente unos instantes para volver a prestarle atención al limpiador. A pesar de estar preocupados por los tres supervivientes desaparecidos, algo se calmó dentro de ellos. Y es que no los habían abandonado.

—¿Y qué pasó con Ludwig y los otros dos? — intervino Gilbert nervioso principalmente por el paradero de su hermano menor.

—Los encerraron, mi gente quería saber dónde estaban ustedes dos— respondió Sadik señalando con la cabeza ligeramente al militar. Unos segundos después, suspiró y miró directamente a [Nombre] —Tú, en realidad— agregó confundiendo a todos por haberse dirigido solo a la muchachita —Luego nos llegó la información de que se les había visto a ustedes dos en otra zona de la ciudad y fueron a buscarlos— continuó su narración volviendo a saltar su atención entre ella y el suizo —Fue ahí que lancé el ladrillo, para que se fueran antes de que los míos llegasen— terminó queriendo explicar el malentendido que, según él, tenía tan molesta a la [nacionalidad].

—¿Cómo piensas sacar a los otros tres? — preguntó [Nombre] seriamente.

—No estoy de acuerdo con cómo se están manejando las cosas en el grupo— dijo refiriéndose a lo que ellos llamaban "limpiadores" —Necesito su ayuda para sacar a la cabeza del gremio y darme el poder a mí— explicó finalmente bastante decidido de sus palabras.