Capítulo 14 - El regreso

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En menos de un segundo, [Nombre] trajo de vuelta a su memoria todos los conocimientos que tenía de medicina y el cuerpo humano. El rasguño no había sido en ninguna vena principal, por lo que la infección no se movería tan rápido dentro de su cuerpo. Si lograba detenerla, si tan solo lograse hacer que la infección se detuviese.

Miró a su alrededor, no había tiempo de tratar la herida así, no si no podía dejar de luchar ni un momento. Con toda la fuerza que pudo, pateó los escritorios haciendo que los infectados retrocediesen con estos. Y así ganó unos cuantos segundos.
Si una transformación luego de ser mordido duraba aproximadamente unas dos horas, eso quería decir que esta se movía con lentitud por dentro del cuerpo. Esto llevó a la chica a pensar que la enfermedad, en su caso, seguía en el rasguño, y no se había movido más allá.

De pronto escuchó disparos en la calle, justo debajo de la ventana donde se encontraba ella. No pensó mucho más, tomó el hacha, la limpió con el borde de su vestido y, sacando a la velocidad de la luz el alcohol que llevaba en la cangurera, desinfecto la hoja de la herramienta. Con precisión cortó los bordes del rasguño, obteniendo un tajo en su piel que se veía bastante limpio. No gritó, el terror fue tanto que los sonidos no salieron de su boca.

Agarró las vendas que llevaba en su riñonera y las colocó encima de la herida. Si por arte de magia había logrado quitarse la infección, no dejaría que la herida volviese a infectarse de nuevo.
Le dolía, le dolía como mierda, pero tenía que aguantarse.

Se subió en el marco de la ventana, estaba acuclillada. Escuchó a personas gritando su nombre debajo, pero no prestó atención. El tiempo comenzó a moverse lento de pronto, se mareó, y empezó a procesar lo que había pasado.

La habían infectado, ¿de verdad se convertiría en una de esas cosas? ¿Comenzaría a atacar a la gente? ¿Terminaría igual que sus amigos? ¿Así de rápido se iba a terminar?
Con lágrimas en los ojos miraba como los muertos lograban saltar los escritorios y comenzaban a acercarse a ella.
¿De verdad había logrado quitarse la infección?, porque de todas maneras, ¿qué sentido tenía intentar salvarse si al final se convertiría en una de esas cosas? Lo vio a su amigo transformarse, ¿qué impedía que ella no terminase de la misma forma?

— ¡Salta, [Nombre]!— La muchacha escuchó la voz de Arthur, haciendo que el grito desesperado del inglés la desconcentrara. Perdió el equilibrio, y cayó de espaldas, hacia fuera del edificio.

Cerró los ojos con fuerza, y por un momento solo esperó que no la atrapasen. Si se iba a morir, prefería que fuera de una caída que convirtiéndose en un caníbal. Pero rápidamente sintió las fuertes manos del inglés sujetando todo su cuerpo.
La [nacionalidad] estaba llorando, y no quería abrir los ojos. Estaba avergonzada por tal descuido, ¿cómo pudo dejar que la infectasen? Le daba vergüenza, pero estaba asustada, y el terror la había vencido al fin. Tan solo escondió su rostro entre sus manos y sintió como el de ojos esmeraldas comenzaba a correr con ella en brazos, escuchando a Francis y a Alfred a sus costados.

Después de todo no la habían traicionado, habían regresado a por ella. Pero la joven no podía dejar de pensar en que no debieron volver, en que debieron haberla abandonado.
Estaba infectada pero, ¿cómo se los diría?

Los cuatro sobrevivientes escaparon del centro del poblado, logrando llegar hasta una pequeña tienda a uno de los lados de una avenida completamente desolada.

Los tres familiares estaban, evidentemente, preocupados por la muchacha. Mientras el inglés la cargó por todo el recorrido, pudieron escuchar sus sollozos. ¿Qué es lo que había pasado dentro del edificio para que la chica estuviese así? La jovencita que los había salvado desde el primer momento en que la conocieron, primero con la horda que los había rodeado frente a la casa, luego cerrando la herida de Mathew, después haciendo que el estadounidense corriese luego de quedarse paralizado en el centro comercial; la misma chica que había visto las escaleras hacia el edificio, la que se había propuesto para que la lanzaran por la ventana primero, aquella muchacha que había sido capaz de sobrevivir sola en el edificio mientras los tres rubios escapaban. ¡¿Qué es lo que había pasado?!

Infectados - Hetalia x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora