[Nombre] contuvo un grito sonando solo para ella un pequeño chillido, mientras cruzaba sus brazos en una equis frente a su rostro, cerrando fuertemente los ojos. El vidrio se rompió delante de ella, y solo pudo soportar el sonido y los cristales con miedo. Ninguno la impactó haciéndole verdadero daño.
Los cuatro hombres se hubiesen preocupado por ella, pero el movimiento del edificio los mantuvo lo suficientemente distraídos como para olvidarla. Todos se levantaron se sus sitios, permanecer sentados no les servía de mucho. Los cinco tuvieron que hacer equilibrio para no caer, y parecían bailar con cada sacudida que daba la construcción. Todo sonaba, todo se movía. El edificio parecía caer, y de unos cuantos de ellos, sus corazones detenerse.
— ¿El edificio resistirá?— Preguntó Antonio en un grito, pues había un sonido de fondo terriblemente fuerte. Todo aquello que alguna vez se preocuparon por ordenar en el departamento comenzó a caerse. Más vidrios comenzaron a reventar alrededor del lugar.
—Igual tenemos que bajar— Habló el alemán en el mismo tono tomando el bolso de deportes y metiendo todas las armas que habían sobrado. Gracias al cielo eran muchísimas, por lo que no tendrían que preocuparse por buscar más —Arthur, la mochila— Ordenó al inglés, quien sin pesarlo dos veces colocó sobre sus hombros la mochila de Ludwig, dentro de la cual habían las provisiones que días atrás habían metido y no utilizado.
El militar más alto, ayudando a caminar al español y con el bolso se armas, se encontraba ya abandonando el departamento, adentrándose en el terror de bajar las escaleras con el movimiento imposible que le había hecho demorar el triple del tiempo en llegar hasta el marco de la puerta.
Reventaron los focos, y recién ahí la chica volvió a reaccionar ante la situación. Seguía junto a la ventana ya sin vidrio, inconscientemente con las manos en la cabeza, un poco encorvada por el susto. La [nacionalidad] vio en silencio a Arthur tambalearse con la mochila hasta la puerta. Caminar era una odisea. Comenzaba a dolerle la cabeza solo por la brutalidad de las sacudidas.
Sintió como si el tiempo se detuviese, y cuando sitió los ojos menta del suizo sobre ella, esperando a que se moviera tras el británico para salir él finalmente, [Nombre] lo sorprendió comenzando una torpe carrera hacia su habitación.Debía evacuar el lugar, pero necesitaba su mochila. La mochila que la mañana anterior había dejado en el baño de su cuarto por haber utilizado el botiquín que llevaba en el interior. Tropezando un par de veces, la mujer llegó la habitación, y la sangre se le detuvo al ver un armario caído y las camas con lo colchones en el suelo. Corrió aterrorizada hasta el baño y tomando la maleta y rápidamente metiendo la cajita blanca dentro y cerrándola, volvió a salir. De la habitación aprovechó agradecida en recoger su azada para regresar a la sala y volver a ver, ya en el marco de la puerta esperándola preocupado y algo ansioso, al suizo completamente solo. El edificio aún se tambaleaba, el movimiento estaba durando exageradamente mucho. El refrigerador caminaba por la cocina mientras los vasos caían reventándose en el suelo.
La muchachita ya había estado en terremotos, definitivamente, pero jamás en uno tan terrible. Sabía que el país donde se encontraba ahora era uno donde los movimientos telúricos eran fuertes y constantes, pero hasta ese día no había vivido uno. ¿Por qué justo ahora? ¿No estaban pasando ya suficientes tragedias como para que, incluso, tiemble la tierra?
[Nombre] llegó asustada hasta Vash, quien esperó a que ella saliese del departamento para seguirla escaleras abajo. La chica no había podido colocarse la mochila, por lo que junto a su azada las abrazaba contra su pecho, quedando sin brazos para poder mantener el equilibrio apropiadamente ni para poder tomarse de la baranda. No pudo siquiera bajar el primer escalón sin quedar en un limbo de caer y estabilizarse. Se apoyó contra la pared y a su lado llegó el suizo, sujetado del barandal. Tomó a la mujer de la cintura y guiándola de esa forma bajaron hasta la segunda planta.
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Infectados - Hetalia x lectora
Fiksi PenggemarY de pronto los muertos comenzaron a caminar, dejando a su paso muerte y desgracias. [Nombre] logra escapar del desastre pero, ¿logrará sobrevivir ante tanto caos? Definitivamente, sola no lo podrá hacer. Y así, nuestra protagonista conocerá a much...