Infectados - Hetalia x lectora

Capítulo 19 - Noticias y escondites

Desaparecí por como tres semanas, lo siento! No tengo mucho que decir, supongo que contarles porqué no estuve sería solo poner excusas jajaja
Espero que el capítulo les guste mucho
Disfrútenlo <3

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Las horas fueron pasando y la [nacionalidad] no podía conciliar el suelo; le estaba siendo imposible hacerlo. Notando cómo el inglés se había quedado dormido, la muchacha se levantó del sillón en donde se había recostado hace ya bastante rato y, estirándose un poco, miró a los cadáveres de los infectados que yacían en el suelo.

Logró arrastrar a los cuerpos fuera de la comisaría, pues evidentemente, el olor dentro del lugar comenzaba a generar grandes arcadas. Le tardó bastante, pues estaba más que cansada y tuvo que llevarse los tres infectados uno por uno. Una vez estuvieron todos fuera, la joven solo pudo sentarse en el suelo mirando el cielo.

Se oía el rumor de la ciudad recorrer las calles, y era espantoso. Sin embargo, sin el alumbrado público encendido, el cielo de noche se veía simplemente magnífico. Y era probablemente la vista que [Nombre] estaba disfrutando más desde que todo había iniciado. Apoyó sus codos en sus rodillas y en sus manos descansó su cabeza, logrando poco a poco gesticular una pequeña sonrisa inconsciente.

Todo hasta ese momento había pasado extremadamente rápido. Primero el encuentro con Lovino; luego la efímera presencia de Gilbert y Kiku; de ahí la cálida convivencia con los cuatro familiares y el italiano. Después de unos pocos buenos momentos que lograron pasar juntos, la separación de los seis; y eso nos lleva a este preciso instante, una supervivencia extrema junto con Arthur. La muchacha estaba cansada, pero no se atrevería a rendirse; había algo en ella que no le permitía abandonar, que la obligaba a seguir luchando. Y aunque a veces odiara ese instinto de supervivencia, sabía que en algún momento agradecería estar con vida.
Y quería que ese momento llegase pronto.

Estaba todavía muy asustada. Con respecto a lo que había pasado ese mismo día, se sentía atrapada en la ciudad. Se sentía incluso rodeada de esos hombres con los que había luchado horas antes. Sentía que junto con el inglés se estaban escondiendo como fugitivos. Aquellos sujetos a los que habían matado tenían tres camionetas y armas de sobra, ¿habrían sido tan solo ellos o formarían parte de un gremio más grande? Y si el caso fuese el que existiese en ese lugar un gran grupo de sobrevivientes, ¿quiénes eran?, ¿una dictadura?
Ellos habían mencionado enfurecidos algo sobre "limpiar la ciudad", ¿acaso estaban acabando con los infectados de los alrededores?, ¿por eso los pobladores estaban tan sometidos a ellos? Contando con tanto poder sobre los ciudadanos, parecían capaces de cualquier cosa.
Incluso de tomar venganza contra las personas que habían matado a sus trece compañeros.

Entre suspiros y recuerdos, la noche fue pasando para la [nacionalidad] en completo silencio y, extrañamente, en total calma. No hubieron infectados a los alrededores, ni hordas que pasasen por enfrente de la comisaría.
En efecto, era casi como si alguien estuviese limpiando esa ciudad de los muertos, no permitiendo que estos se expandieran a las zonas no habitadas, como en la que se encontraban en ese momento el inglés y la jovencita.

El cielo resplandeciente de estrellas comenzó a perder su hermosa oscuridad, comenzando a iluminarse tenuemente poco a poco. Ante este repentino cambio de color, la chica miro sorprendida su reloj de muñeca, el cual marcaba las 5:02am.
Pronto amanecería, y ella no había dormido nada.
Debía hacerlo, de eso estaba segura, pero tenía miedo de cerrar los ojos.
Quería que alguien le dijese que lo que había hecho no estuvo mal.

Cerró los ojos con fuerza presionando sus cuencas con las palmas de sus manos, intentando desesperada que alguien cargase el peso con ella. Ese peso que de pronto había aparecido en sus hombros ni bien acabó con la vida de diez personas.
No logró nada más que dolor, por lo que destapó su rostro derrotada, aterrada, cansada y entristecida. Con la mirada gacha pudo ver como algo en su cuello brillaba como un muy pequeño destello. Como una pequeña luz de esperanza. Tomó el dije de media luna entre sus dedos y volvió a cerrar los ojos; esta vez con tranquilidad, casi como si estuviese durmiendo.