Menstruation [KookTae]

03

El pequeño había elegido su nombre relativamente rápido. Uno en particular. Taehyung. Le parecía tierno por su pronunciación y por su significado, que su padre le mencionó: "todo estará bien, incluso frente a los momentos difíciles".

El pequeño, claramente, no comprendía exactamente lo que significaban esas palabras pero se quedaba con el lado de que sonaba tierno y sus padres se veían feliz con ello.

Y claro que lo estaban, si hasta el cambio de nombre había sido accedido a la brevedad. Su género no podía ser cambiado hasta tener mínimo catorce años y hasta sentirse identificado con lo que realmente quería. Los padres de Taehyung estuvieron molestos en su momento pero lo mejor era ser paciente y comprender la situación. Taehyung podría pasar por etapas que cambiaran por completo su visión o la complementaría, debían esperar. No era un cambio tan fácil. Y tampoco es como si el tiempo pasara tan lento como para desanimarse. Al contrario, el tiempo pasaba rápido. Le quedaban algunos años para cambiar finalmente su género. Eso era algo positivo y agradable.

Taehyung no había cambiado mucho desde que descubrió su verdadera identidad. Mantenía una actitud que, socialmente, se consideraba masculina. Se mantenía firme con ello. Hasta su voz había cambiado ligeramente. Era algo ligeramente extraño. Como si su cuerpo cambiase por sus pensamientos.

Era pequeño aún, sin embargo, ya prestaba más atención a su entorno y cada vez tenía más curiosidad por el mundo exterior. Le parecía muy divertido salir a jugar al parque con sus padres y ver a las aves volar horrorizadas con sus chillidos de bebé. También le parecía divertido jugar con sus amigos de la clase. Era tan divertido. Y le ponía aún más feliz poder jugar con ese chico alto.

Era Jungkook. Era un chico un poco más grande que iba en una clase superior pero siempre se unía cuando jugaban a las escondidas o a las pilladas en el patio del colegio. Ese chico era muy ágil y rápido, siempre le ganaba a todos. Eso lo desanimaba un poquito, pero sólo un poquito porque esa sonrisita de conejito le distraía. ¡Era un tierno conejito!

—¡Tan tierno!

Tierno. Eso pensaba cada vez que veía su sonrisita y de verdad que era inevitable detenerse a mirarlo. Era un chico muy amistoso. Su madre decía que era un buen chico y que siempre estaría ahí para cuidarlo como un buen amigo.

Y se creía importante. Tenía un amigo de cursos mayores que siempre lo cuidaría y protegería de malas personas que quisiesen quitarles sus peluches. Jungkookie siempre, siempre lo protegería.