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-¡No puedes simplemente hacerme eso, te odio!

-¿Hacerte qué?- vaciló Jungkook.

-¡Y encima preguntas!

-Taehyung mírame.

-¡¿Qué?!- se dio vuelta furiosamente sonrojado y alterado. Jungkook le sonrió y rápidamente sus facciones se endurecieron y le guiñó.-¡Ugh, te odio!

-¿Por qué tan alterado?- y casi por arte de magia le llegó una notificación a su teléfono "su periodo podría comenzar en las siguientes dos semanas".-Ah.

-Déjame en paz, quiero estar solo. No te necesito.- se sentó en su escritorio y apoyó su cabeza contra la mesa.

-Está bien, cariño.- se acercó y dejó un cálido beso en su mejilla. Su rostro reflejó una mueca y salió de la oficina con su corazón oprimido.

No le gustaba cuando su bebé lo hería con sus palabras, él sólo quería ayudarle. Pero en cierta parte lo entendía, no era fácil controlar sus emociones si sus hormonas estaban como locas.

Entró a su oficina y se sentó con su carita de pena. Desde que empezaron a trabajar con los proyectos ya no tenían tanto tiempo para tener relaciones y simplemente estar juntos. Taehyung se irritaba con facilidad y ya no tenía esa sonrisita preciosa y era entendible, no era fácil manejar líneas completas de colección y empezar a trabajar con Ferragamo pero a veces solo quería regresar el tiempo a cuando eran adolescentes y no hacían nada más que estar juntos y no preocuparse por el futuro.

Se colocó sus audífonos y comenzó a trabajar en sus documentos correspondientes. Tenía que darle tiempo a su bebé, él también requería de su espacio.

Tres golpes en la puerta hicieron que pausara la canción y dijese "pase".

-Disculpe, señor Jeon. ¿Necesita algo?

-Sí, preciso soledad. Te llamaré cuando requiera de tus servicios.- señaló la puerta pero la chica insistió y se sentó frente a Jungkook.

-No estás bien Jungkook, estás llorando.- Jungkook frunció su ceño y tocó sus mejillas, confirmando que gruesas lágrimas se deslizaban por sus mejillas.-Me necesitas... necesitas a alguien que te valore y no te trate mal como ese chico.

Jungkook guardó silencio y se limpió las lágrimas pero éstas no querían irse.

-Necesitas a una mujer de verdad y no a él que es una mezcla asquerosa.

-¿Q-Qué?

-Lo que escuchaste, Jungkook, no mereces a ese- ¿chico? ¿chica? lo que sea.

-No me digas eso...- Jungkook tapó su carita, no quería seguir escuchándola.

-¿Por qué? Es la verdad y creo que deberías de darte cuenta. Hay más personas increíbles ahí afuera, incluyéndome... llevas mucho tiempo con ese chico... tal vez necesites un cambio. ¿No lo crees?

-N-No...

-¿No?- la chica preguntó y se levantó, intentando llegar con su jefe.

-Y-Yo no...

-Tú si mereces algo mejor y creo que yo estoy aquí para ti...

-Basta.- se levantó de su silla y golpeó la mesa antes de volver a exclamar-: ¡Basta, joder! No quiero volver a escucharte y a verte... ¡Estás despedida!

-P-Pero Jungkook...

-¡Chin!- llamó a su guardia de seguridad.-Llévate a esta mujer y memoriza bien su rostro porque en su puta vida volverá a pisar este lugar, muchísimo menos tocará a mi príncipe.- la chica lo miró con odio. El guardia la tomó del brazo y la sacó del lugar.

Tomó su cabello y lo tiró, suspiró frustrado. Ladeó su cabeza y continuó escuchando música mientras se perdía en sus pensamientos y emociones.

Se había dejado llevar y eso no era nada bueno. ¿Qué le diría a su príncipe? ¿Cómo lo miraría a la cara? Esa mujer lo trató como quiso y aún así no supo defenderlo. ¡Era el amor de su vida!

Se levantó de su silla y salió de la oficina -: Cualquier cosa, Chin, estaré en el Starbucks.

Se arregló el saco y salió de la empresa, la cafetería estaba a un lado de su local así que no tardó mucho en llegar y pedir un Moccacino. Se sentó en una mesa alejada y dándole la espalda a las personas. El café no era su fuerte pero de vez en cuando amaba disfrutar de uno y sobre todo cuando estaba con su bebé. Hizo un puchero y recargó su cabeza en su mano mientras seguía bebiendo café con el popote.

-¿El lápiz está disponible...?- Jungkook se sobresaltó y vio a sus espaldas. Su príncipe estaba ahí.

-¿Eh, Tae? ¿Qué estás haciendo aquí? Creí que estarías en tu oficina.- volvió su mirada al café y siguió como nada.

-Vine porque quería disculparme...- se sentó en la silla que estaba a un lado e intentó tomarle la mano pero Jungkook se negó y lo miró a los ojos.

-Está bien Tae pero tal vez ahora... quiera estar solo y disfrutar de este café. Luego iré a la oficina, ¿me dejas solo?

-Está bien, Koo, te amo mucho.- dejó un besito en su mano y salió del local.

Jungkook miró hacia la pared que tenía enfrente y continuó perdido en sus pensamientos. Confundido y con su corazón dañado.

Estaba seguro de que algo más le estaba molestando y no sabía qué. La situación con Taehyung solo fue el detonante pero su corazón estaba tan confundido que ni siquiera sabía cómo sentirse y porque ni siquiera sabía qué le pasaba.

Odiaba sentirse de esa manera, odiaba no saber cómo sentirse y qué solucionar. Estaba tan colapsado de emociones y problemas.

Se estaba confundiendo y su corazón dolía.

Menstruation [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora