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—Mamá, no empieces de nuevo por favor...

—Tenía tres meses de embarazo cuando conocí al que hoy sería su padre.— bebió un poco de su vino y continuó contando la historia.—La verdad es que lo odiaba muchísimo porque, debido a su causa, casi me expulsan de la universidad.

—Mujer, eso no fue así...

—Te callas, sucio. Difundió el rumor de que estaba embarazada y en esos tiempos estaba sancionado no avisar y no congelar la carrera. Entonces, tuve que aclarar mi embarazo y se me concedió un permiso para continuar estudiando, ya que estaba en mi último año. Le hice la vida imposible... Me acuerdo que estaba tan enojada que le iba a acusar de traficar narcóticos.

—Siempre lo diré; ya sé de dónde sacó la personalidad mi rollito.— Taehyung le miró indignado y le dio un manotazo en su brazo, haciendo un pucherito.

—¿Por qué eres así?

Una llamada entrante al padre de Taehyung, interrumpió el cálido y divertido momento.

—Cariño, nos llaman del trabajo. Lo siento chicos, fue divertido acompañarles este día y en la noche que ni nos dejaron dormir.

—Y pensaba que ustedes tenían algo de decencia. En fin, nos vemos pronto y cuídense.— guiñó su ojo y Jungkook le sonrió cómplice.

—Hasta pronto, tengan una linda semana.

—Ciao, papis~.

Abandonaron el departamento. Jungkook azotó su muslo y le miró enojado —: En tu puta vida vuelves a decirme papi.

—Enojón de mierda. Mejor prepárame unos waffles que tengo hambre, papi.

—Se me pone dura cuando me dices así pero flácida ¡cuando también le dices así a tus padres!

—Jungkook, basta, ¡ahora yo pienso en- agh!

—Mejor cállate y bésame.

—No. ¿Hablaste con Jimin y Yoongi?

—No.— se levantó de la mesa y tuvo que afirmarse a la pared por el mareo.—Joder.

—¿koo?— se acercó preocupado y lo tomó de sus lindas mejillitas.

Su vista se desenfocó, más de lo normal, y las palabras no salían de su boca. Taehyung reaccionó a tiempo para tomar el cuerpo de Jungkook entre sus brazos, antes de verlo desplomarse.

—Solo a ti se te ocurre querer matarme del susto...

Susurró algo angustiado y lo cargó hasta el sofá, con dificultad. Cuando llegó, acarició su frente y la sintió arder en fiebre. Quiso llamar a una ambulancia pero la voz de su esposo se lo impidió.

—¡Estoy muerto!

—¿Qué dices?

—¡Veo un ángel! ¡Morí!— chilló exageradamente al ver a Taehyung frente a sus ojos.

Se veía precioso con esa ropa casual blanca, su cabello desordenado y sin una gota de maquillaje en su bello rostro. Se tapó con el cojín y ahogó su grito afeminado.

—¡Jungkook!

—¡Sabe mi nombre!

—¡Jungkook, estás vivo!— tiró el cojín y se subió a su abdomen, feliz de sentirlo calientito.

—¿Qué pasó?— volvió rápidamente a la realidad.—Recuerdo tu carita asustada.

—Te desmayaste tontito, ¡eso es porque no estás comiendo bien! Tienes que cuidarte. No quiero que enfermes de nuevo.

—No pasará, mi vida y de cualquier manera, tu mi rollito rico me vas a cuidar.

—¿Mi rollito rico?— hizo un pucherito y sus ojitos se llenaron de lágrimas.—Ha-Hace tiempo no me decías así de- lindo...

—¿Có-Cómo que hace tiempo? Oh, bebé~.— empujó su espalda contra su pecho y lo hundió en un abrazo cálido.

Lo giró ligeramente y el cuerpo de Taehyung quedó apresado entre el sofá y el bello cuerpo de su esposo. Sus piernas estaban entrelazadas y su pierna derecha, sobre la cadera de Jungkook. Taehyung tenía sus manos en el pecho de su hombre, y su cabeza apoyada en el brazo firme del chico que le ha acompañado por tantos años. Ambos se miraban a los ojos en paz, transmitiéndose tantas lindas emociones, como algunas molestas y sensibles.

—Quiero un hijo.— mencionó Jungkook.

Acarició con su mano libre las mejillas de su príncipe, sin romper el contacto visual.

—¿P-Por qué dices estas cosas así? Eres tan des-descarado, ¡n-no me lo pidas así!

—Oh, vamos rollito... un angelito en nuestras vidas, ¿no te parece lindo?

—N-No quiero hablar ahora... me pones tan sensible. ¡Tampoco me mires!— lloriqueó y se escondió en el pecho de su hombre.

—Eres tan bipolar, rollito.

—¡Y-Y tú un-un descarado!

—¿Por qué descarado? Solo te pedí un hijo... ¿o acaso esa mente pecaminosa... pensó en algo más?— insinuó y tocó su pierna, haciendo que se estremeciera en sus brazos.

—No-No...

—Shh~, no hables mi amor. No sabía que podías ser una cosita tan pervertida, necesitada y bipolar.

Y Jungkook rezó hasta a los dioses que ni conocía para que a su niño no le llegase su periodo. Cuando estaban en Milán, su bebé le había mostrado que dentro de las próximas dos semanas le llegaría su periodo y ya llevaba una semana.

Sabía que su rollito era irregular, por ello, debía aguantar al menos tres meses y continuar viendo sus síntomas. No quería comentarle nada a su bebé porque no estaba seguro de ello y porque le daba miedo la reacción. Pero su corazoncito le decía que el fruto de su amor, ya empezaba a crecer en su vientre calientito.

Ya presentaba los síntomas de bipolaridad, ardor y picor en sus senos, apetito sexual a cualquier hora, comer en exceso y dormir largas siestas.

Pero a veces se presentaba de esa manera cuando estaba cerca de menstruar. Quiso tirarse del balcón porque definitivamente se estaba haciendo muchas ilusiones cuando solo podía ser su periodo.

Abrazó más a su pequeño y acarició su vientre, completamente calientito. Taehyung llegó a ronronear en su pecho por las cálidas caricias que su esposo le daba.

Era una zona privada que odiaba que le mirasen y le tocasen, Jungkook era el único que podía tocarle de esa manera sus puntos débiles.

—Si llegásemos a tener un bebé... ¿cómo te gustaría llamarle, rollito?

—Da lo mismo el género que le pongan al nacer... Me gustaría que mi bebé se llamase Kwan.— miró a Jungkook e hizo un pucherito.—Es un nombre neutro, qui-quiero decir que es un nombre que no es ni para hombre ni para mujer, so-solo es un nombre... por-porque ya sabes... y-yo nací siendo niñita y así me criaron pero ahora soy un hombre y no quiero que mi bebé se limite a un género ni forzarlo a que sea parte de uno.— murmuró avergonzado y cuando terminó se escondió en el cuello de su hombre, aguantó su respiración, esperando con ansiedad las palabritas de su hombre.

—Ta-Tae.— le llamó.

—¿Sí?— se separó de su cuello y lo miró, asustado.

—¡Te amo tanto!— se tiró encima y lo abrazó fuerte.

Dejó muchos besitos en su cuello y rió feliz. Taehyung le hacía tan feliz.

—No sé qué hice para merecerte pero eres el amor de mi vida y siempre lo serás, ¡te amo tanto, canelita!

—Yo te amo más, koo de mi koorazón.— dejó salir algunas carcajadas por su chiste malísimo pero aún así Jungkook se rió, acompañando a su bebé.

—Eres tan dulce. Ya quiero tener a nuestro primer bebé y poder decirle que... ¡somos sus padres!

Menstruation [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora