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Volvió a acomodarse. Jungkook se aferró a su torso y siguió roncando como siempre. A Taehyung de verdad le superaba la situación y le daba muchísima ternura, ese hombre era definitivamente el amor de su vida.

Tiró de su cabello y levantó su cabeza para besarlo ligeramente.

Después de hablar, le fue inevitable exigirle a Jungkook que le hiciese el amor. A parte de que sus hormonas estaban descontroladas por su embarazo, a veces le surgía un apetito sexual insaciable. A veces se sentía desconfiado de sí mismo y encontraba consuelo cuando Jungkook le hacía el amor con tanta pasión. Sonaba ridículo depender de Jungkook pero era algo que no podía cambiar. Y con ese bebé que tendrían, el lazo se fortalecería aún más. Sentía una conexión única con su bebé mayorcito. Porque sí. Jungkook también era su bebé. Ese hombre también era una persona sensible que le gustaba que le mimasen. Tan tierno.

Su corazoncito cálido le decía que cerrase sus ojitos y descanse, pero su cerebro le decía lo contrario y hasta le mantenía despierto.

No podía evitar pensar en lo que hablaron. Le dolía que su bebé no le contase todo desde el principio pero le llenaba de alivio que por fin se librase de algo como aquello. Y tampoco cambiaba el amor que sentía por esas marquitas preciosas que adornaban su bello torso.

Chilló y empujó a Jungkook a un costado, aún sobre la cama. Recostó su cuerpo completo encima de Jungkook y apoyó su cabeza en el cuello bronceadito de su hombre. Ronroneó y terminó por despertar a su Jungkookie, quien lo tomó en sus brazos y lo enrolló en las sábanas, protegiéndolo de todo mal.

—Nunca me dejas dormir, rollito.

—No. Ahora mímame, quiero amor. Amor, amor.

Negó y comenzó a dejarle dulces besitos en su mandíbula y cuello. Taehyung ladeó su rostro y cerró sus ojitos complacido.

—¡¿Cómo que mi niño está embarazado?!— entró el señor Kim de golpe a la habitación.

Jungkook se sobresaltó y casi sintió que le daba un paro cardíaco al ver que su niño tenía lágrimas en sus ojos y que estaba entrando en pánico.

Taehyung se aferró en su torso y luego rió al comprender que era una broma. Su padre siempre interrumpía de esa manera. Aún recordaba cuando Jungkook lo toqueteó en el living, su padre había aparecido gritándole que qué le hacía a su bebé.

—¡No me hagas eso de nuevo, papá!— mencionó atrapado entre los brazos de su hombre.

Su padre río y abandonó la habitación después de decir —: ¡Tenemos que hablar!

Jungkook alejó a su pequeño de sus brazos y lo levantó de la cama. Lo vistió con su camiseta blanca y un pantalón café ancho.

—Tiene un mes...— señaló su vientre y Jungkook asintió con una sonrisa preciosa.

—Tenemos que darle mucho amor.— dejó un dulce besito y volvió a recostar a su niño en la cama.

Se puso rápidamente ropa cómoda, bajo la atenta mirada de su niño. Volvió a tomar en brazos a su niño y caminó hasta el living. Taehyung se tomó el tiempo de apreciar la carita de tuto que su bebé reflejaba, chilló y se aferró su cuello enternecido.

Pudo ver a los padres de Taehyung sentados en el sofá mientras le hablaban al teléfono. Cree escuchar a su padre.

Taehyung se bajó de los brazos de su hombre y saludó a sus padres con reverencia, y aprovechó de saludar al padre de Jungkook.

—¡Así que ya tienen un bebé!

—Sip, nuestro futuro bebé tiene un mes aproximadamente.

Jungkook también saluda a los padres de su niño, saluda a su padre de igual manera. La pareja se sentó en el sofá, juntos.

—Quizás regrese a casa en un mes más, ya sabes, tengo planificado algunos vuelos para Alemania y para Egipto... con mi futura mujer.— lo último lo susurró, Jungkook abrió su boca sorprendido.

¿Su futura qué...?

—Espero que coman saludable y se mantengan tranquilos, cuidar las relaciones sexuales también.

—Lo sé, papá.— asintió Jungkook.

—No se preocupe, señor Jeon, su hijo es muy cuidadoso y siempre me mima mucho.— habló sin filtro y estrechó a Jeon mayor en un abrazo.

—Eso espero, Jeon Jungkook.— alzó su voz.—Ya me tengo que ir, mi vuelo sale en media hora y debo embarcar. Cuídense, todos.

Se despiden y cortan la llamada.

—¿Ya pidieron hora con el ginecólogo? Debes hacerlo, Tae.— comentó su madre.—Debes ir en aproximadamente dos semanas más.

—Madre, ya está listo todo eso... iremos también con un nutricionista y demás. Jungkook también tiene que hacerse controles.

—¿También estás embarazado?— bromeó el señor Kim.

—Parece que a mi esposo también le afectan mis síntomas... también queremos ver cómo va en general.

—Oh, comprendo.

—¿Saben que se les van a sumar responsabilidades importantes? También van a reducir el tiempo como pareja y...

—Madre, lo sé, no quiero hablar de eso hoy... solo quiero estar con mi familia. Luego pensaré en el futuro.

—Está bien hijito mío, ¿quieren comer algo?

—Síp, Jungkookie les ayudará... yo debo hablar con mi team para ver cómo van las cosas.— dejó un pequeño besito en los labios de Jungkook y corrió hasta su habitación.

Jungkook miró a los padres de Taehyung y la madre fue la primera que se levantó para abrazarlo y tirarle del pelo en modo de broma.

—Felicidades, hijo mío. Tendrán un bebé precioso.

—Muchas gracias, Somi.— asintió y agradeció con una reverencia, luego se acercó su padre y le dio un abrazo que le dejó sin aliento.

—Felicitaciones, Jeon. Cuida a mi hijo y a ese futuro bebé, cuídalo.— le amenazó con su dedo índice y volvió a abrazarlo.

—Créame que no hay momento en que no lo cuide ni lo mime, Taehyung lo es todo para mí y también ese bebé. Taehyung me hace realmente feliz...

Murmuró algo mareado y terminó cayendo al sofá desmayado. Taehyung corrió de su habitación y se tiró encima de Jungkook, sabiendo que algo había pasado.

—¿Mi amor?— golpeó sus mejillas y el cosquilleo en su vientre solo aumentó.

Jungkook abrió ligeramente sus ojos, aún mareado.

—Oh, Dios, ¿un ángel?

—Cállate tontito, ¿estás bien?— apretó sus mejillas y los labios de Jungkook se abultaron en una boquita de patito.

—Solo si me das un besito.— Taehyung negó y dejó un dulce besito en su nariz solo para molestarlo.

Los padres de Taehyung miraban la escena con un poco de incomodidad, como si estuviesen molestando. Los dejaron solos y caminaron a la cocina para preparar algo para comer.

El pelinegro aprovechó y tiró del cabello de su niño, comenzó a besarlo suavemente.

—Te amo mucho, príncipe mío.

—No me amas más de lo que yo te amo a ti, gruñoncito precioso.

—No te atrevas a comparar..., rollito.— susurró en sus labios y sus manos se aferraron a su cadera. Sus pulgares acariciaron suavemente su vientre calentito.

—Te amo mucho, mucho, mucho, muchito.

—¿Mucho, mucho?

—Mucho, muchito.

Menstruation [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora