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Cuando la señorita llegó hasta la habitación para informarles acerca de la reserva, tuvieron que cortar su bello momento.

Se vistieron con ropa adecuada y subieron, Jungkook con su nuevo iPhone en mano.

—Deberías estrenar la cámara con una mamada mía.— Jungkook casi se atraganta con su saliva al escuchar a su príncipe hablar tan descaradamente.—¿Qué? No es mi culpa que me haya vuelto adicto a comerte la polla, ¿no te la has visto? Está tan gruesa, que delicia.— se lamió sus labios y su mano tocó su miembro.

—E-Eh, yo creo que...— Taehyung le calló con un beso algo necesitado.

—Silencio, Kookie. Disfruta.— se arrodilló y su mejilla se frotó contra el falo de Jungkook. Sus ojos reflejando inocencia mientras miraba a su papi.—Oh~... que duro.

Cuando el pitido del ascensor sonó, Kim se levantó a la velocidad de la Luz e ignoró a su sexy novio. Salió como si nada del ascensor y Jungkook le siguió con un pucherito.

—Eres un príncipe demasiado caliente... e injusto conmigo.

—Kookie, pedí muchas cosas para nosotros esta noche.— señaló la mesa que estaba en la esquina de aquel piso. El límite no era muy alto y, además, era de vidrio, tenían una perfecta vista hacia el hermoso atardecer sobre el mar.

Jungkook negó y se acercó al borde, admirando con paz el bello paisaje.

—No era necesario, mi amor... Incluso si nos íbamos a comer a una pizzería en los peores barrios de Seúl hubiese estado bien... No hacía falta gastar tanto dinero.

—Es mi otra manera de decir que te amo y agradezco todo, ya sabes las otras maneras.— Taehyung se recargó en el borde para admirar el bello paisaje.

Jungkook gimió frustrado al comprender de mejor manera aquellas palabras dichas por su príncipe. Quería follárselo con urgencia, Taehyung llevaba tantas horas provocándole, su erección llegaba a doler ligeramente.

—Hmm, no puedes aguantar tanto tiempo sin tenerme de esa manera.

—Me volviste un adicto al sexo... Taehyung, eso es cosa seria.

—Yah, vamos a comer, antes de que se enfríe la cena.

Ambos se sentaron en la mesa y comenzaron a degustar de tallarines al pesto en una presentación elegante.

—Mmm, qué delicia. No creía que te acordaras de mi plato favorito.

—¿Cómo no hacerlo si siempre tengo que cocinarle al bebé?— dijo Taehyung, arrugando su nariz como si estuviese hablándole a un bebé.

—Me agrada, cocinas delicioso, además tu recompensa son mimos y una buena noche.

Taehyung guardó silencio y miró a los ojos a su sexy novio. Jeon le sonrió. Colocó un tallarín en su boca y lo enrolló de sensualmente en su lengua. Taehyung hizo un puchero.

—¿Por qué te sacaste el piercing de tu labio? también creo que deberías de hacerte uno en la lengua...

—Creía que no te gustaba el piercing.

—¿Qué no me gustaba?— exclamó indignado Taehyung, se levantó de su asiento y se acercó hasta Jungkook—Ésto es lo que opino de tu jodido y delicioso piercing.— Taehyung se abalanzó en Jungkook y comenzó a besarlo con dureza, sus labios moldeaban los contrarios y su lengua acariciaba obscenamente sus dientes y lengua.

Jungkook gimió y sentó a su príncipe en sus piernas. Sentía el beso aún más rico por el delicioso sabor de los fideos. Se separó lentamente y cerró sus ojos, queriendo controlar su alocada respiración.

Menstruation [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora