22

2.6K 122 9
                                    

Estaban ansiosos, ya era el gran día. Quedaban pocas horas para tomar el tren a Busan. Querían irse luego para disfrutar de la tranquilidad de la playa y estar lejos de los asuntos del instituto, de las responsabilidades en general.

Taehyung no podía concentrarse en su clase de artes, solo podía pensar en salir corriendo e ir en busca de su amor que probablemente estaría en el gimnasio.

Cuando el profesor dio por finalizada la última clase, prácticamente corrió fuera del salón con su mochila negra, obsequiada por su novio. Corrió hasta el gimnasio y se tiró a los brazos de su novio, quien estaba practicando Taekwondo con algunos amigos.

—Hola, cariño...— Jungkook le abrazó de la cintura y besó su cuello.

—¡Vamos, Kookie!— chilló—¡Estoy tan emocionado!

—Claro que sí, bebé— lo miró completamente embobado—. Termino el entrenamiento y vamos... Recuerda que tengo que ducharme, cariño— le guiñó un ojo y Taehyung se sintió desfallecer como una colegiala en algún drama.

Lo levantó en sus brazos como si nada y caminó hasta las bancas, donde lo sentó con muchísimo cuidado.

—Observa, cariño— dejó un suave besó en sus labios y trotó hasta donde estaban sus amigos esperando pacientemente.

Desde que Jungkook había comenzado a entrenar Taekwondo, siempre estaba en ello. Su cuerpo se definía cada vez más. Le parecía tan sexy verle pegando puños y patadas. Tenía cinturón azul y había iniciado hace siete meses, era un grado alto. Jungkook en verdad era bueno.

Verle combatir con sus amigos era lo mejor, sus facciones firmes y concentradas. Suspiró. Amaba con todo su ser a Jeon Jungkook. Luego de un rato, el pelinegro finalizó su entrenamiento con una patada en lo alto con giro. Digno de película. Taehyung se levantó y siguió a su novio hasta los camarines.

—Kookie, estuviste increíble...— lo abrazó, su mejilla fue aplastada contra su firme pecho.

—Quería sorprender así a mi bebé— correspondió al abrazo.

—Y vaya que lo hiciste, mi amor.

—Cariño, me tengo que duchar. Espérame aquí mismo o puedes sentarte al frente de la ducha a disfrutar del espectáculo...

Taehyung asintió emocionado como un pequeño y se sentó en las bancas que daban a las duchas. Jungkook con una sonrisa retiró el Dobok* de su cuerpo con cuidado y lo dejó a un costado doblado, para no dañar su tela con el agua o algún producto. Era paranoico cuando se trataba de su vestimenta para entrenar.

Gozó del cuerpo semidesnudo del ángel, mordiéndose el labio al notar marcas rojas en diferentes partes de su cuerpo por los golpes recibidos. Ahí se veía claramente el arduo trabajo que siempre hacía en sus entrenamientos.

—Aprovecha que aún no vendrán mis amigos...— se sacó el bóxer y se lo tiró en la cara a Taehyung, quien se quejó.

Las gotas de agua comenzaron a acariciar su piel canela sudada.

—¿Por qué eres tan caliente?— gimoteó Taehyung, juntando sus piernas por inercia.

—Disfruta, príncipe— Jungkook comenzó lavándose el cabello con su cuello inclinado hacia atrás, dejando a la vista su manzana de Adán y sus músculos contraídos. El agua estaba a temperatura ambiente pero para el ardiente cuerpo de Jeon, estaba fría, por lo que sus músculos se contrajeron con facilidad.

Taehyung llevó una mano tímidamente entremedio de sus piernas para frotarse disimuladamente. Se estaba poniendo cachondo. Jungkook permanecía con sus ojos cerrados, debía mantenerlos así porque no podría soportar solo mirar y no tocar.

Menstruation [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora