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les traigo un adelanto del maratón de cinco capítulos <3




[...]



—Koo, no quiero trabajar~. Quiero dormir.

—Mi amor, no te estaba preguntando. Levántate que se nos hace tarde.— hablaba mientras se cambiaba de ropa.

—Jungkook.

—No. Levántate.

Taehyung se negó y se acomodó para abrazar la almohada con la que dormía Jungkook. Su delicioso aroma natural inundó sus fosas nasales, pudiendo sentir el olor de su perfume. Le relajó completamente.

Jadeó de puro gusto y volvió a cerrar sus ojitos, para dormir.

—Mi amor, levántate.— suspiró Jungkook y terminó de colocarse su traje.

Suspiró y se acercó a su niño quien se aferraba a su almohada, sonrió con ternura y dejó un besito en su mejilla pero Taehyung tiró de su corbata y le obligó a que le besase.

—No quiero ir.

—Rollito, no me dejes solito~. Te haré el amor en mi escritorio pero no me dejes solito...

—Tan romántico.— suspiró y hundió su nariz en su cuello delicioso con su perfume varonil.

Se frotó y ronroneó como un gatito pero negó travieso y mordió con fuerza su cuello.

—¡Tae!

—Oh, que sexy. Me encanta cuando gimes para mí...

—Taehyung... ya tengo que irme.— quiso despegarse de ese chico con actitud infantil pero no pudo.—Tengo una reunión, suéltame lapa.

—Mencionaste sexo, ahora quiero sexo. Hazme el amor.

—Ta-Tae no me lo pidas a-así, tengo que irme... de verdad.

—¿Ni siquiera me vas a besar?

—Nop, pero que quede claro que debes ir sí o sí más tarde.

—Estoy como en mi descanso... eso lo sabes.

—Tú lo estás. Yo no estoy en mi descanso, necesito irme a trabajar.

—P-Pero me-me vas a dejar solito...

—No te dejaré solito, estarás con nuestro pequeño bebé. También te mandaré mensajes seguido, no te dejaré solito.

—¿Me lo prometes?

—Te lo prometo, mi vida.— atacó sus labios con besitos pequeños.

Dejó un último besito y le susurró un bello te amo pero Taehyung sintió un horrible vacío en su estómago. Odiaba cuando Jungkook lo dejaba solo. Se levantó rápidamente y se aferró a la espalda de Jungkook.

—Es-Espérame, koo. Iré contigo y viviré en tu oficina y no me dejarás solito y-y no te fijarás en nadie y solo estaré yo y...

—Shh~. ¿Qué cosas dices? No me fijaría en nadie más, deja de hablar bobadas. Cámbiate ropa, estaré esperándote. Lleva alguna mantita y una muda de ropa.— se dio la vuelta y abrazó a su niño.—Prepararé el desayuno. Pediré que retrasen la reunión una hora.

—Gra-Gracias, kookie. Lo siento. Es que me siento extraño y no quiero dejarte ir, aunque sólo vayas a trabajar.

—Tranquilo mi amor, no pasa nada. No te dejaré, pasa que te pones muy sensible y a veces tus pensamientos te juegan una mala pasada. Si hubiese querido dejarte, habría sido hace mucho tiempo, sabes que no soporto estar con personas que no tolero.

—Lo-Lo sé.

—Ahora prepara tus cositas. Iré a hacer el desayuno y haré la llamada.

Besó la frente de su niño y abandonó la habitación. Taehyung ahogó un sollozó y sintió su corazoncito tan cálido, Jungkook era un hombre increíble. Lo amaba tanto que se le hacía imposible creer que Jungkook era su esposo y que lo había acompañado durante tanto tiempo, (como siempre solía pensar). Caminó con emoción hasta el closet y preparó su muda de ropa para él y para Jungkook. Sabía perfectamente que odiaba usar traje por tanto tiempo.

Terminó por cambiarse ropa y buscó una mantita que sabía para qué sería.

—¡koo! ¡Ya estoy listo!

Jungkook no le respondió. Quizás estaría ocupado en la llamada.

Llegó al living y dejó las cosas en el sofá. No escuchaba a su esposo y tampoco lo veía en el living. Comenzó a preocuparse y un vacío horrible atacó su estómago.

—¿Kookie?— en la cocina tampoco estaba.

Terminó yendo al baño que estaba cerca de la puerta principal y vio a su esposo tirado en el suelo, al lado del lavabo.

—¡Jungkook!— se tiró de rodillas y palmeó sus mejillas, encontrándolo totalmente pálido.

—Vomité puro líquido... no sé qué ocurre conmigo.

—Shh, no digas nada.— lo ayudó a levantarse y lo apoyó en la pared. Lavó su boquita, que tenía restos de vomito.—Ve a cambiarte el traje, yo terminaré de preparar la comida.

—Eres mi angelito, te amo tanto, tanto... prometo compensarte luego.

—Ya, ya, apúrate que debes alimentarte.

Jungkook asintió y abandonó el baño, algo mareado. Taehyung limpió la taza del baño y los restos que quedaron por el suelo.

Lavó sus manos y fue hasta la cocina. Jungkook ni siquiera había preparado el jugo, así que supuso que estaba mal realmente y debía prepararle un buen desayuno.

Partió preparando algo de café de vainilla y jugo natural de piña —para ciertas cosas—. Luego tomó algunas manzanas y las picó, para dejarlas en un plato.

Jungkook apareció por la puerta de la cocina y se sentó en unas de las sillas altas de la isla de la cocina para admirar a su niño, aún lento.

—Quiero hacerte el amor.— mencionó.

Taehyung se sobresaltó y casi terminó por tirar el pan que iba a tostar. Se tocó el área del corazón y la quitó rápidamente al sentir dolor en sus senos.

—Puta mierda...

—Tranquilo, mi amor... no quería asustarte.

—No es eso... es que hace días que me duelen mis senos y no quiero preocuparme pero...

—Cariño, no te preocupes en exceso. Simplemente pidamos una orden para que puedan atenderte médicamente, pero no te preocupes, solo empeorarás el dolor y te dolerá la cabeza.— se acercó Jungkook y lo estrechó en sus brazos.

—No me importa preocuparme y que me duela algo... ¿sabes por qué?— se aferró a su cuello y susurró en su oreja, Jungkook negó y Taehyung sonrió.—Porque hay un hombre hermoso y atractivo dispuesto a cuidarme y a atenderme cada vez que me sienta mal...

—¿Tú dices...?

—Sip, además... ese hombre es capaz de quitar cualquier dolor en mí solo con...

—Oh, no, no. Ya sé a qué quieres llegar pero mi amor, estamos, bueno, estoy realmente atrasado para la reunión.

—Pero yo...

—No hay peros, después te hago el amor pero ahora por favor desayunemos.

—Eres tan injusto que te odio.

—Yo también te amo, canelita.— besó su cabello y se separó para empezar a tostar el pan.

—Hice jugo de piña tan emocionado...

—Oh, dios... a veces eres tan tierno y otras veces tan necesitado.— se burló.

—Es tu culpa porque siempre me haces sentir bien y-y ¡agh! ahora de verdad quiero que hagamos el amor.

—Tae.

—¿Hm?

—Nada.— reprimió su carcajada y dio vuelta el pan en la tostadora.

—Me convertiste en un necesitado de mierda... ¡koo, te necesito!

Menstruation [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora