Menstruation [KookTae]

52

—No me gusta estar aquí.

—Lo sé cariño, pero es importante así que pone tu mejor cara que en un rato más nos van a llamar.

Gruñó molesto y se escondió en el cuello de Jungkook. El pelinegro ladeó su cuello y dejó que su niño marcara territorio y se quedase en su punto débil como un tigre bebé territorial.

—¿Por qué siempre todas esas zorras te miran tan descaradamente?

—No me importan esas. Hay una zorra que le encanta ser descarada...— susurró con sus facciones totalmente relajadas, como si no estuviese diciendo aquello.—la misma que le gusta el sexo en la madrugada, la misma que me ruega por sexo...

Su mano se deslizó por el bolsillo amplio del buzo de Taehyung e inocentemente comenzó a frotar sus dedos en su muslo.

Taehyung no sabía cómo reaccionar por lo que solo atinó a abrir sus piernas y a ahogar un jadeo. Se distrajo rápidamente de la realidad y quiso que Jungkook lo tomara ahí mismo.

—La misma zorra que no le importa que la toquen en público... la misma zorra que abre sus piernas sin siquiera pedirlo o insinuarlo.

—Jungkook, cállate... No me ha-hagas esto.

—La misma zorra que le gusta que le coman el...

—¿Matrimonio Jeon?— llamó la secretaria y Taehyung se paró rápidamente.

Jungkook se levantó con una sonrisa victoriosa. No se llamaban a los pacientes de esa manera, por lo que había sido una petición personal. La secretaria asintió algo confundida y luego comprendió al ver el montón de mujeres, y algunos hombres, con cara de decepcionados y asesinando a Taehyung con la mirada.

Tomó a su chico de la cintura y caminó de esa manera, siguiendo a la secretaria. El rubio sonrió y alzó su mirada con orgullo, ignorando a esas personas que siempre miraban de más a su esposo.

—Por favor pasen, en breve los atenderán.

—Muchas gracias.— ambos agradecieron con una reverencia y se sentaron en las sillas disponibles.

—Eres tú el descarado.

—No lo creo.— señaló sus pezones y Taehyung se sonrojó al ver que estaban duros.—Tu cuerpo reacciona solo ante unas suaves caricias... eres tan fascinante, Taehyung.

—Deja de provocarme... me empieza a doler de aguantar tanto.

—Aw~, ¡que adorable!

—Deja de provocarme o juro que jamás dejaré que me comas el...

—Buenas tardes, señores.— ingresó el médico y ambos se pararon rápidamente para agradecerle su presencia.—Bien, ¿qué los trae por aquí? Me informaron sobre el malestar en general que han estado teniendo ambos.

—Efectivamente.

—Está bien, necesito que me expliquen a detalle sus malestares.

—Bueno, em, personalmente he estado teniendo náuseas, vómito y me he desmayado dos veces. No sé a qué se deba pero me he estado alimentando bien.

—¿Y usted?— miró a Taehyung.

—También he estado tieniendo náuseas y vómito, mas no pérdida de consciencia. Aunque he estado teniendo otros...— guardó silencio y no supo cómo decirlo.

—¿Otros síntomas? Cuénteme de ello, por favor.

—A veces duermo mucho, tengo apetito sexual repentino... también, a veces, suelen dolerme los senos y a veces me pican.

—Puedo llegar a dos conclusiones. O están teniendo cansancio extremo o quizás están comiendo algo que les afecte, ¿han estado consumiendo afrodisíacos? ¿estimulan la actividad sexual con productos como lubricante? En el peor de los casos, en vez de estimular el deseo o rendimiento sexual, lo disminuye. ¿Han experimentado aquello?

—No. Por mi parte he tenido un aumento y bueno... mi esposo no se niega y me ayuda con eso pero él no ha tenido disminución en el deseo y rendimiento.

—¿Han comido alimentos caducados, consumen algún tipo de fármaco?

—No. Aunque Jungkook tuvo anemia hace un tiempo. Estuvo consumiendo vitaminas y algunos fármacos para ayudar en su recuperación.

—Eso no tiene relación con lo de ahora, pueden quedarse tranquilos. ¿Han pasado por situaciones extremas de estrés?

—Creo que sí. Ya sabe que cuando uno se emociona muchísimo también pasa a ser una situación estresante. Hace casi dos semanas, fue el matrimonio de nuestros mejores amigos y nos quedamos para su primer día de luna de miel, ya sabe...

—Oh, comprendo. Ya he llegado a una conclusión. Les pediré una orden para el examen de sangre y de orina. Hay una hora disponible para hoy en la noche y las demás ya para la próxima semana.

—La de esta noche está bien, quiero saber qué ocurre.

—Está pregunta es algo más personal pero que es crucial. ¿Ustedes son unidos?

—La verdad es que sí. Nos conocemos hace más de quince años y desde entonces hemos sido unidos y nos amamos bastante, no solemos pelear.

—Puedo deducir que usted, señor Jeon, padece del síndrome de Couvade. Quienes lo padecen, son la pareja de la persona que ha quedado embarazada. Usualmente, estas parejas suelen tener una conexión muy intensa, son muy cariñosos y unidos. Los síntomas comunes de un embarazo, se reflejan en el no embarazado y pueden permanecer desde el primer trimestre hasta el parto. Entonces, eso quiere decir, que usted— se fijó en Taehyung que estaba con una expresión de shock.—puede que esté embarazado.

»Es por ello que voy a pedir que ambos se hagan el examen de sangre para descartar cualquier tipo de enfermedad y para confirmar el supuesto embarazo. ¿Han tenido contacto sexual directo con otras personas?

—Nunca. No solemos compartir ese tipo de actividad sexual y estamos limpios en ese sentido.

—De cualquier manera, deben hacerse el examen para descartar cualquier enfermedad de transmisión sexual.

—Es-Está bien, denos la hora para hoy mis-mismo.

—Seguro.— asintió y anotó los datos en papeles diferentes.

Jungkook no sabía qué decir, Taehyung tampoco pero ambos se tomaron de las manos y se miraron.

Sin decir una sola palabra.

—Listo. Mi secretaria les indicará la hora y en dónde deben hacerse el examen. El de orina tendrá que quedar para mañana porque deben estar en ayuna al menos siete horas.

—Muchas gracias, doc.

—Gracias a ustedes por confiar en mi persona.

La pareja se despidió del médico y abandonaron el box. Jungkook se apoyó en la pared y le tomó algunos segundos volver a respirar con normalidad.

No puede estar pasando.

Taehyung se deslizó lentamente hasta quedar atrapado entre la pared y Jungkook. Se aferró a su torso y dejó salir algunas lágrimas.

—¿Sabes lo que eso significa verdad?

—Lo sé, lo sé. ¡Claro que lo sé, joder!— chilló y azotó a su niño contra la pared. Murmuró palabras en su cuello, totalmente feliz.—¡Y no puedo estar más feliz!