Menstruation [KookTae]

13

—¿Y qué le dijiste?

—Le dije que tenía que hacer algo primero antes de responder a su propuesta... Quedó confundido pero terminó accediendo.

—Es que eres tontisimo, ¿por qué no le dijiste que sí enseguida?— golpeó su frente con un sonoro manotazo.

—Porque tú y yo también teníamos algo y quería terminarlo en buenas. No quería hacerlo estando en relación con Jungkook o contarle lo que hacemos.

—Aww, eres un niñito de bien. Y tienes razón, tampoco debemos hacerlo si tienes una relación y eso. Es mejor cortarlo de raíz. También estoy viendo algo con Yoongi... bueno, estamos en eso así que... vaya, nunca pensé que diría esto pero... ¿un último besito?

—Claro que sí, Jimin-ssi— Taehyung se sentó en los muslos de Jimin y comenzó a dejar dulces besitos en sus labios para luego iniciar uno más peligroso y atrevido.

Prometieron tocarse y besarse sin involucrar sentimientos entre ellos mismos y que lo hacían para beneficiarse y poder ser una mejor opción para sus respectivos enamorados. Al inicio les parecía divertido hacerlo, hasta curioso pero empezaron a crecer y sus cuerpos les exigían otro tipo de atención y reaccionaban de diferente manera así que fue difícil evitar que se tocaran por encima de la ropa y que se besaran por horas y horas.

Pero lo que no fue difícil, fue que ambos mantuvieran su mente fría al repetir esas acciones. Sus corazones ya habían decidido y se sentían atraídos por ciertas personas.

Ese porcentaje de sentirse atraído por tu mejor amigo, era nulo. Nunca había sentido algo más por Jimin, siempre fue una linda y hermosa amistad. Jimin lo empujó de golpe a la realidad y tiró de su cabello suavemente para separarlo y para dejar un dulce besito en su nariz.

—Es hora de decirle adiós a esta etapa...

—Que triste— hizo un puchero—. Extrañaré tus besitos.

—Algún día volveremos a esto, será divertido... Yo lo sé, y hasta los cuatro lo disfrutaremos.

—¿Eh?— Taehyung ladeó su rostro confundido.

—Eres muy bebé para comprender... Cuando seas más grande sabrás a lo que me refiero.

—¡Ni que tú fueras más grande!

—Soy un año mayor que tú así que no me vengas con cuentos, ahora ve a por tu príncipe azul que si no me lo quedo yo.

—¡Eh!— se levantó de golpe y comenzó a quejarse.

—Déjate de chillar y lárgate, tu chico te está esperando.