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Ya había iniciado una nueva semana y lo último que quería hacer era ir al instituto.

Estaba cansado, su cuerpo entero dolía. Odiaba pasar por esos procesos hormonales, sus días con el periodo eran los peores. Le quedaba un día para que su período finalizara pero no quería ni moverse de la cama. Estaba débil.

—Tranquilo, hijo... puedes quedarte, ya justifiqué en el colegio. Tienen tu expediente médico, saben que tienes ovarios poliquísticos. Tranquilo cariño, descansa. Tómate el té y después te tomas las pastillas, descansa— su madre besó su mejilla y abandonó la habitación.

Estaba tan cómodo en la cama que no quería moverse ni para tomarse el té.

Su teléfono vibró y perezosamente lo tomó.

"¿dónde estás?"

Marcó el número de teléfono y esperó ansioso... y quizás molesto.

—Hola, Ko-Kookie.

—¿Dónde estás, cariño? Las clases ya comenzaron...

—¿Cómo sabes que no estoy en clases?

—Creo que olvidaste que hoy teníamos clase compartida.

—Ay, Kookie perdón, pero no me siento bien por esa cosa que ya sabes, me duele todo el cuerpo y me duele muchísimo mi zona baja.

—¿Quieres que vaya a verte?

—No, Kookie... no es necesario, mamá pidió libre, está en casa.

—Claro, ca-

—¡Jeon Jungkook!

—Cariño, me tengo que ir. Te a-quiero— cortó la llamada rápidamente.

¿Te a-quiero?

—Mi amor, ¿ya te tomaste el té?

—No...

La madre sonrió y se acostó a su lado, abrazándolo.

—¿Qué pasa, hijo?

—Nada, solo que me siento confundido. Jungkook es como el chico de una película de Hollywood. Siempre es tan lindo conmigo que temo que algo pase...

—Hijo mío, ese chico de verdad está enamorado de ti, es cosa de ver sus ojos; cómo brillan al verte, como su sonrisa brilla con solo verte y ni hablemos de cómo se le para porque ese chico no sabe disimular.

—¡Mamá!

—Deberías de arriesgarte, la vida se trata de eso, de intentarlo. Estoy segura que serás feliz a su lado, sé que él es un buen chico, viene de buena familia. Y si no funciona aquí estaré para apoyarte con tu padre.

—Entonces... ¿dices que me arriesgue?

—Claro cariño, inténtalo. Hazle saber lo mucho que le importas, serían una pareja hermosa.

—Entonces lo intentaré... seré menos reservado.

—Con confianza cariño, y si te hace algo malo tu padre y yo estaremos para darle su merecido.

—Gracias, mamá. Te amo.

—Y yo a ti, príncipe de mi corazón. Por cierto hijo, aún te faltan algunos meses para controlar tu síndrome con los anticonceptivos...

—Lo sé... ¿qué pasa con eso?

—Tu cuerpo pasará por procesos hormonales fuertes; tu figura cambiará... quizás crezca más tu busto, quizás te crezcan tus tutitos... quién sabe.

—Qué vergüenza...

—¿Por qué vergüenza? tu cuerpo es precioso, hijo.

—Es que... a veces me incomoda ser quien soy...

—Tus genitales no definen quién eres ni tu género, no te limites a eso, mi vida. Eres hombre, un chico, un niño sin un pene y eso no te hace más o menos hombre.

—¿De verdad?

—Claro que sí, mi vida. No importa si tienes vagina, vulva o qué se yo, hasta senos, no te hace más o menos hombre. No te preocupes por eso, preocúpate por tu futuro y qué quieres hacer.

—¿Estudiar...?

—Lo que sea, y creo que me he dado cuenta de algo que te apasiona— señaló algunos bocetos en su escritorio.

—Me avergüenza— hizo un pucherito.

—Ay dios, algún día me vas a matar con tus bobadas. No pienses así de ti. Ya, voy a preparar la comida, descansa y tómate el té— se levantó de la cama y señaló la taza en el velador.

—Sí.

—¿Sí qué?

—Sí, mamá— rodó los ojos y respondió.



gracias por leerme 💗

Menstruation [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora