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—¡Kookie, mi amor, ya llegué!— el silencio hizo que se preocupara.

Dejó las llaves colgadas y dejó su mochila a un lado. Caminó hasta la habitación y vio a su novio sentado en el borde del balcón con su mirada perdida y sus piernas balanceándose.

Se acercó y se aferró a la cintura de su novio.

—¿Qué estás haciendo aquí...?

—Pensando.— acarició las manitas de su novio que estaban en su cintura.

—¿Está todo bien?

—No... quiero pensar en mi persona y... quiero volver a cómo era antes, ya sabes.

—Pero Koo... Entiendo que cambiar es completamente normal, es parte de madurar pero, si sientes que ese cambio no te hizo bien, intenta volver a lo sano... A lo que te llena, así que hazlo mi amor. Nadie te lo impide... Te apoyaré en todo lo que quieras.

—¿Aunque dañe mi salud?

Taehyung suspiró y apegó su mejilla en su espalda antes de hablar —: No estoy de acuerdo con que dañes tu salud pero si es algo que te gusta no puedo impedirlo, se trata de tu felicidad y encima eres un adulto, tú tomas tus propias decisiones, yo solo cumplo con darte las advertencias y protegerte.

Jungkook se bajó del balcón y abrazó a su novio, Taehyung frunció su ceño al sentir que mojaba su cuello.

—¿Koo? ¿Mi amor?— intentó separarlo de su cuerpo para hablarle pero Jungkook se negó.—Koo, ¿qué ocurre?

El pelinegro lo arrastró por el departamento sin decir palabra alguna, hasta llegar a la habitación, lo apoyó en la cama y se tiró a su lado buscando mimos desesperadamente.

Besó su cuello hambriento y acarició sus hermosas caderas cubiertas por un jeans negro.

—Kookie, estoy en mis días fértiles... debemos evitar estos días.

—¿Y-Y quién dijo que quería hacer algo?

—Bueno, hace dos horas hiciste que casi me diera un paro cardíaco solo porque querías atención.

—Bueno, quería. Últimamente me he vuelto más cercano a mi mano y a mi galería privada.

—Interesante. Ahora dime qué te pasa porque no soporto ver tu carita de pena.— dejó un leve besito en la comisura de su labio para luego mirarlo a los ojos.

—¿Me amas?

—¿Por qué lo preguntas? Llevo muchísimos años soportándote y me preguntas eso.— Jungkook hizo un puchero y Taehyung blanqueó sus ojos, haciendo mueca molesto.—Me ofende que me preguntes. Te amo, Jungkook, demasiado. Tanto como para arriesgar mi vida por ti, tanto como para querer besarte y mirarte hasta que llegue el día de mi muerte.

—¿Lo dices para hacerme sentir bien...?

—¡No, Kookie! Lo digo porque de verdad siento todas esas cositas... todavía lloro cuando escucho las canciones que me dedicaste y también esos tatuajes que me dedicaste... es imposible no amarte, eres mi vida. Lo eres todo para mí, por favor, nunca dudes de ello. Por eso decidí comprar un hogar y vivir a tu lado, tatuarme mil cosas referente a ti y a nuestra relación. Por eso me gustaría tener mil hijos contigo, me gustaría fundar una empresa a tu lado, quiero estar a tu lado siempre...

—P-Pero tú me querías dejar...

—No lo saques de contexto, solo quería darte tu tiempo. No está bien que siempre te fijes en el resto y no en ti. Y me duele que desconfíes de mí.

—No, no, no, no. N-No es eso mi amor, no desconfío de ti. S-solo q-que me gusta escucharte cuando me dices bonitas palabras.

—Aquí hay algo que está mal y que es exclusivamente mi culpa...— se levantó y empujó al pelinegro contra la cama, se sentó encima de sus gruesos muslos y habló —: He sido bastante descuidado con nuestro hogar y con tu cuidado. No he sido capaz de poder llevar nuestros proyectos y nuestra relación.

—No te culpo cariño, se supone que era algo que ambos debíamos superar y estar juntos. Lamento que todo esto haya ocurrido, quería estar a tu lado en todo esto...

—Lo sé Koo, aunque no me lo digas puedo verlo en tus ojos... pero está bien, de verdad.

—Te llenaré de mi amor y energía.

—No digas eso porque suena mal, Koo.— mordió su nariz y Jungkook jadeó de dolor.

—Eres mi rollito delicioso de canela, tengo que rellenarte de amor y energía.

—¿Es una indirecta para que estés entre mis piernas?

—Soy un hombre directo, si hubiese sido eso, te hubiese comido hasta el alma a penas te viera entrando al edificio.

—Hmm, no lo creo... estoy seguro de que quieres un poco de acción, yo igual lo necesito...

—Cariño, estás en tus días fértiles... no es bueno que intentemos algo ahora. Tú mismo lo dijiste.

—¿Y si...?

—No, Tae bú, sabes muy bien que del oral pasamos a lo salvaje. Eres un ser insaciable, busco por cobre y tú me das el universo entero. ¿Qué hice para merecerte?

—Todo, tú sola presencia me llena el alma y me hace sentir bien. Me hiciste dependiente de ti y eso es malo, muy malo pero me haces sentir tan bien. ¡Te amo demasiado!— gritó exageradamente y se aferró al cuello de su novio.

—Yo más, cariño.— dejó un casto besó en su hombro y encendió la tele.

Recostó delicadamente a su niño a un lado y apoyó su gruesa pierna en su cinturita. Lo apegó a su pecho y no lo dejó salir. Dejó unos besitos en su mejilla y miró hacia la tele.

—Desde que comencé a quedarme en casa le tomé aun más gusto a estas series policiacas...

—¡Criminal Minds! ¡Shh!— le tapó la boca.—¡Reid! Oh dios~.

Jungkook alzó una ceja y miró a Taehyung quien suspiraba y sonreía mientras veía a Reid. Lo abrazó más fuerte y miró la serie junto a su bebé.

Bueno, debía admitirlo. Spencer Reid estaba buenísimo.

—Spencer es tan ashsñlszkaksñz.

—¿Sabes quién está más bueno, más guapo y más exquisito?— coqueteó al oído.

—Hmmn~, ¿quién?— gimió.

—Steve McGarrett.— sonrió con orgullo. Taehyung se indignó y obligó a Jungkook a tomarlo en un beso imponente.

—No juegues así conmigo.

—Está bien, pero con una condición.

—¿Sí?

—Abre tus deliciosas piernas... es hora de almorzar.

Taehyung se sonrojó y apretó sus muslos, sus manitas jugando tímidamente. Avergonzado ante las palabras descaradas de Jungkook.

—A-Antes de que hagamos cualquier cosita... quería decirte que... ¡aceptaron la propuesta de la empresa!

—Oh joder, ¡déjame hacerte el amor para celebrar, rollito de canela!

Menstruation [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora