Helou flores!!! Pues allá vamos con el segundo capítulo.
Y os dejo una pregunta...
¿Creéis que el lobo será más cruel que la Bestia? O quizá su carácter sea más benevolente? Si habéis leído "La Belleza de la Bestia" dejádmelo saber.Pd: Voy a subir los POV del lobo como siempre por Instagram, así que si no me sigues todavía, ¡¡Allí te espero!!
En cuanto la puerta se abrió, la figura sombría ataviada completamente de ropas oscuras caminaba erguido en toda su altura hacia su caballo.
Melissa encontró refugio para esconderse tras un saliente que había a su paso y observó atentamente como el individuo que momentos antes la había observado fijamente, ahora tomaba las riendas de su animal y se montaba sobre este con la soltura de quien está acostumbrado a realizar ese movimiento con asiduidad.
En cuanto se alejaron lo suficiente para que no pudiera ser vista, corrió hasta adentrarse en casa y cerró la puerta con la rapidez de un águila que acecha a su presa, colocando la tablilla que impedía que alguien más pudiera adentrarse en la estancia y escuchando como el latido de su corazón palpitaba con tanto frenesí que temía que explotara.
La posibilidad de que los innombrables regresaran era remota, por no decir inviable, pero sabiendo que nadie más podía cruzar el umbral se sentía segura.
Tal vez era una ingenua por tenerles miedo, pero había oído tantas historias sobre los Wolf que su simple mención le ponía la carne de gallina.
Sobre todo cuando mencionaban a sus elegidas.
En cuanto sus ojos se adaptaron a la penumbra comprobó que no había nadie y aquello le resultaba extraño o más que extraño; inverosímil.
Su padrastro siempre había bebido, pero en los últimos cuatro años empeoró hasta llegar a convertirse en algo rutinario. Jamás le había levantado la mano a ella o a su madre, pero las discusiones eran otra cosa, casi tan repetitivas que no pasaba día sin que no se le oyera gritar por todo.
Había dilapidado la pequeña fortuna que les dejó su padre y lo que un día fue un hogar pudiente, lleno de verdaderos tesoros, ahora solo era una casa vieja con muebles desgastados de poco valor. Por suerte para Melissa y su madre, la casa y las tierras estaban ligadas al linaje de los Rouge, así que no podía deshacerse de ellas ya que no le pertenecían, ese patrimonio sería únicamente de ella cuando su abuela falleciera.
Félix se lo había reprochado en más de una ocasión, incluso la había insultado llamándola bastarda por no poder convertir en oro algo que tenía un incalculable valor.
Las tierras ligadas a los Rouge estaban al final del bosque y poseían el lago desde el cuál desembocaba el acantilado, eran las únicas tierras que aún no pertenecían a los Wolf y las más valiosas.
Según su abuela Elise no debía tenerles miedo, a lo largo de los años los Wolf y los Rouge siempre habían rivalizado, pero con el tiempo aquello había mitigado y resultaba evidente quien se había hecho con el control de la aldea haciéndose con todas las tierras.
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La Melodía del Lobo
Historical FictionNo tientes al lobo, podría comerte... ¡Ya podéis agregarla a vuestras bibliotecas! Esta historia comenzará después de "Cohibida"