Bueno.... Creo que esto se pone interesante flores... y os dará a pensar en más teorías reveladoras del pasado de estos dos HAHAHAHANi tan siquiera sabía si era de día o de noche. Si hacía frío o calor. Si sentía dolor o no.
Tenía hambre.
Tenía sed.
Y sabía que si gritaba no obtendría respuesta, lo había intentado durante las primeras horas sin que ningún caballero andante viniera a rescatarla.
Ese engendro del demonio la había encerrado allí con un único fin y si pensaba que iba a amedrentar para someterla a su obediencia, obtendría más bien todo lo contrario.
Quería matarle con sus propias manos.
Quería atormentarle.
Esperó y rezó por morir allí mismo para que él no pudiera lograr así su objetivo.
Le importaba muy poco que él hubiera hecho una promesa según mencionó Aurora. Estaba claro que no la quería. No la deseaba, incluso se había atrevido a mencionar que cerraría los ojos e imaginaría estar con otra en su noche de bodas.
¡El muy bastardo!
No iba a dejar que la tocara. ¡Antes muerta que permitir que ese lobo le pusiera la mano encima!
Un hijo. ¡Quería que le diera un hijo y después se marchara!, ¿De verdad podía pensar que ella abandonaría a su propio hijo? Ni tan siquiera lo haría aunque fuera del maldito lobo, aunque era inútil pensar en ello puesto que jamás tendría un hijo de ese hombre.
La piel donde había tenido aquella basta cuerda que le había rasgado la carne le ardía, aunque no podía verlo, sabía perfectamente que no tendría buena pinta y se alegró por ello a pesar de saber que el lobo nunca se arrepentiría de haberla metido en aquel pozo negro.
Había sentido la oscuridad en él. Su carácter agrio y retorcido, incluso había percibido una especie de venganza oculta hacia ella cuando ni siquiera le conocía y jamás habían cruzado palabra alguna. ¿Por qué ese rencor y ese odio si no le había hecho nada? Era él quien quería poseer las tierras de los Rouge y la había arrancado de su apacible vida para imponerle un destino que no deseaba.
En algún momento de su desvanecimiento cuando creyó que volvería por fin a ver a su padre, comenzó a tararear la canción que siendo niña su abuela le había enseñado, la canción que siempre la había acompañado a lo largo de su vida y que de algún modo sabía que estaba relacionada con el pasado de su familia.
Subiré a la colina del monte, para gritar bien alto su nombre.
Cruzare montañas y lagos hasta encontrarle.
Es mi destino. Es mi legado...
Y antes de poder terminarla sucumbió en un sueño profundo donde se imaginó que estaba su padre esperándola.
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La Melodía del Lobo
Historical FictionNo tientes al lobo, podría comerte... ¡Ya podéis agregarla a vuestras bibliotecas! Esta historia comenzará después de "Cohibida"