Buenas flores, iba a actualizar este fin de semana, de hecho tenía el capítulo casi acabado desde el viernes peeeeeroooooo ha sido un fin de semana de desconexión total en el que apenas he mirado el móvil salvo para ver la hora :)
Así que como sé que vosotras también desconectáis el finde para salir y estar con la familia, preferí actualizar hoy! Nos vemos en el siguiente y disfrutad del capítulo!
Antes de que cayera la noche, Melissa registró cada recóndito de aquella habitación en la cima del torreón, descubriendo que uno de los baúles estaba lleno de vestidos bien confeccionados y a juzgar por el estado debían estar poco usados o nuevos. ¿Habrían pertenecido a otra mujer?, ¿Serían de la madre del lobo? No concebía que hubieran sido realizados para ella, pero la calidad y los bordados estaban intactos.
Descubrió que el otro baúl contenía algunas joyas, pergaminos en blanco, tinta, pluma y lo que consideró más preciado; un laúd.
¿Lo habrían puesto allí para ella?, ¿Quizá alguien pensó que le haría su encierro más ameno?
No encontró un solo rastro de aceite o velas para que pudieran iluminar el lugar, por alguna razón el lobo había considerado que no deseaba gastar ese tipo de lujo en ella, así que cuando el último rayo de sol se evaporó, aquella habitación solo fue iluminada por la luna creciente y el manto de estrellas.
Tenía que admitir que a pesar de la oscuridad, los ventanales eran grandes y permitían una ligera claridad al punto de que realmente no sería necesario una vela a menos que quisiera leer o escribir, por lo tanto podría ver si su opresor regresaba.
¿Decidiría regresar el lobo para reclamar sus deberes conyugales en su noche de bodas?
Melissa estaba decidida a creer que sí y quizá por eso se mantuvo más de media noche despierta pensando que en cualquier momento el lobo entraría por aquella puerta, pero conforme avanzaba la noche el silencio y la penumbra parecían darles a entender que muy posiblemente aquel hombre de mirada gris parecía más interesado en permanecer en otro lecho lejano al suyo.
Había pasado todo el tiempo practicando con el laúd, recordando las melodías que acompañaban a las canciones sin llegar a pronunciar palabra alguna salvo en su cabeza, pero justo antes de cerrar los ojos, evocó la que consideraba más intrigante de todas ellas...
Se alza el viento con la caída de la noche.
Y el olor a sangre fresca acecha.
La luna llena brilla con reproche,
y se tiñe de rojo
para la lucha que acontece.
El bosque espera su manto púrpura.
El agua saciará su sed de venganza.
La batalla final se acerca, como los aullidos de las pérdidas.
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La Melodía del Lobo
Historical FictionNo tientes al lobo, podría comerte... ¡Ya podéis agregarla a vuestras bibliotecas! Esta historia comenzará después de "Cohibida"