Helou flores!!!! Creo que el formato de wattpad ha cambiado y ya no deja añadir imágenes, ¿Es así? Porque no me aparece la opción, pero no se si es porque estoy desde la versión aplicación, comprobaré si desde la versión web es distinto...
Espero que disfrutéis del capítulo amores!!!!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Había esperado un castigo, de hecho estuvo durante el resto del día expectante esperando que en cualquier momento la encerrasen en aquel calabozo oscuro, la tuvieran bajo llave en el torreón del que no saldría durante días o incluso volver a la tortura de no darle ni un mendrugo de pan mientras veía las bandejas de comida ante sus ojos...
Y nada de eso llegó.
Ni tan siquiera un golpe, grito o alzamiento de voz.
¿Dónde estaba la furia del lobo?
Lo había insultado frente a todos volcándole aquel cáliz de vino y en cambio él no había tomado represalia alguna.
A pesar de llegar la noche y de que el hermano menor del lobo la acompañara cerrando con llave la puerta de su torreón, Melissa no estaba tranquila, esperaba de algún modo que él le hiciera pagar su osadía y estaba segura que se la cobraría a un precio elevado, precisamente era esa espera la que le hacía no atreverse a meterse en el lecho y cerrar los ojos.
La luna era lo suficientemente grande para que iluminase la estancia sin necesidad de una sola vela o candil que prendiera, pero el frío comenzaba a ahondar en aquella habitación sin chimenea y pensó si permanecería durante todo el invierno en aquel torreón desolado a su suerte. Ni tan siquiera su casa había estado tan fría como aquellos muros de piedra que conformaban la torre a pesar de que escaseara la leña. Trató de cerrar los ojos bajo aquellas mantas que no llegaban a calentar lo mismo que las gruesas pieles del lecho del lobo y en su duermevela sitió como el viento hacía que la piel que cubría los ventanales provocaba un ruido al chocar con la piedra. Los párpados le pesaban tanto que ni tan siquiera los abrió para comprobarlo, tal parecía que el lobo no pensaba tomarse su venganza ese día, tal vez su castigo le aguardaría al siguiente día, pero aquel pensamiento se evaporó cuando sintió el peso abrupto que caía sobre ella aplastándola en su propia cama.
Tardó varios instantes en comprender lo que sucedía mientras forcejeaba con su agresor sin saber ni tan siquiera lo que pretendía. Aquellos ojos grises la miraron con agudeza y en ellos vio una oscuridad que ya comenzaba a identificar lo suficiente para temerla.
—¡Soltadme perro sarnoso! —exclamó tratando de forcejear sin éxito alguno.
Sus manos habían sido maniatadas a la altura de las muñecas y ahora parecía anudarlas al cabecero del lecho en el que yacía acostada con el fornido cuerpo del lobo sobre ella.
Ni tan siquiera titubeó o dudó en su hazaña, simplemente no contempló su petición, como tampoco pareció discutir de forma alguna su insulto.
No era luna llena. ¡Él había dicho que no la tomaría hasta la luna llena!, ¿Acaso había cambiado de opinión?
