Capítulo 29

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Un día después.

Me encuentro en mi estudio sentada en la silla del escritorio, firmando algunos papeles del estado. Es muy tarde, necesito acabar con esto porque tengo un pendiente importante muy pronto.

Ayer dos horas después llegó mi guardia imperial. No dijo mucho, de hecho, estuvo más callado de lo normal. No quise preguntar nada, pero tal vez esa visita a su familia le hizo estar de ese humor.

Ahora está aquí, sentado, no delante de mí, si no, más a la derecha, jugando con una pluma entre sus dedos. Sigue callado, pero ya no tiene esa tensión en sus hombros que tenía ayer, así que puedo suponer que ya se le pasó.

—Majestad —habla Beatriz detrás de la puerta—. Su conde solicita permiso para entrar.

Noto como Zac levanta ligeramente la mirada, pero sin ninguna distracción, permito que mi conde entre.

—Puede pasar.

Las puertas se abren y Lean con un traje beige llega hasta mí. Mira de reojo a mi guardiana imperial, quien siguió concentrado en la pluma. Después solo arrastra una silla para estar frente a frente conmigo.

—¿Como estás? —me pregunta.

—Muy bien, este día tengo menos trabajo —le digo.

Me da una corta sonrisa, pero lo conozco tanto, que sé que está aquí por algo importante.

—Ya tengo la información que explica el tema sobre Elvira —dice.

Bajo la pluma con la que firmaba para darle mi atención. Siento un momento la mirada oscura del pelinegro al ver mi reacción, pero no estoy atenta en ello.

—¿Que conseguiste? —pregunto.

Lean se remueve en su asiento un poco incómodo por lo que va a decir.

—Elvira definitivamente está buscando el testamento de su esposo —confirma—. Él único problema qué hay, es que descubrí que la persona con quien está realizando el intercambio, la está utilizando.

Arrugo la frente sin entender del todo lo que está diciendo.

—Explícate.

—Al parecer, el señor es del reino Nubswood. La está manipulado para que ingrese a su estudio y busque información que puedan utilizar en su contra.

Eso simplemente me molesta. No sé si Elvira logró ingresar a mi estudio y encontrar algo que no debe de caer en las manos del rey Elías.

—Entonces debo de interrogarla. No puedo permitir esta deslealtad si consiguió darles información importante para ellos —respondo enojada.

Mas Lean detiene cualquier movimiento de mi parte.

—Estoy seguro de que no obtuvo nada, majestad —me tranquiliza—. Seguí sus movimientos en todo momento y no se salió de lo habitual. Además, tengo acceso a su casa, por lo que secretamente me integré en ella y tampoco encontré nada.

Me rasco el cuello no tan convencida.

—¿Cómo puedes estar tan seguro de eso Leandro, si ella viaja constantemente?

Parte de su trabajo es viajar.

—No ha salido de Muscadet desde que la descubriste, solo se mantiene aquí, haciendo su trabajo en la nación —explica con tranquilidad.

Ya eso cambia el asunto.

Sé que con Lean no se escapa ningún detalle, más cuando es su suegra. Sabe varios temas de ella que yo no al ser él parte de la familia.

QUEEN OF DARKNESS (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora