Recuerdo de hace nueve años.
Ayla.
Papá nos llevó a una granja. Aprovechó que madre tuvo que irse de viaje para sacarnos del castillo. De seguro se enterará, pero no parece preocupado por el futuro.
Mi hermana de ocho años y yo, miramos todo el luhar con mucha emoción. No recuerdo la última vez que salí del palacio. Esto es muy diferente, más hermoso y entretenido.
—Hace mucho compré una granja —explica padre—. No la he visitado desde entonces. Quería tener la oportunidad de mostrársela a ustedes.
Hay muchos animales. Vacas, ovejas, cerdos, gallinas, caballos y más.
Sujeto la mano de Luisa y la acerco a las vacas. Ella salta de emoción, mientras la tomo entre mis brazos, la levanto y así pueda tocar el cuerpo del animal.
Papá nos observa con cariño. Parece como si no estuviera totalmente loco por madre. Como si no la quisiera más a ella que a nosotras.
—¿Por qué no siempre puede ser así? —le pregunto.
Él me mira. Luisa también lo hace con menos ánimo. Mi padre analiza mis palabras unos segundos, hasta que vuelve a mostrar una sonrisa. Esa que libera cada vez que intenta fingir que Ámbar no es el problema.
—El castillo es un lugar hermoso —comenta—. ¿Ya vieron las ovejas?
Nos lleva hasta las ovejas para cambiar de tema. Luisa me mira a los ojos y yo solo le sonrío para seguir a papá. Nos señala las ovejas y Luisa vuelve a emocionarse.
—¡Son bien bonitas, papá! —exclama.
—Cómo ustedes, mi lunitas—responde con calidez.
Papá me quita a Luisa y él la alza para que con su otro brazo pueda rodear mis hombros. Es tan poco extraño que nos demuestre interés. Estoy acostumbrado a que diga sí, en todo lo que demanda Ámbar.
—Y dime Ayla, ¿te gusta alguien? —me pregunta.
Hago una mueca y mi padre y hermana ríen.
—A Ayla no le gusta a nadie, papá —dice Luisa—. Dice que los hombres son frágiles y fácil de manipular.
Bien. Eso lo dije refiriéndome a él. Padre me enarca una ceja y yo solo encojo los hombros.
—Los jóvenes son unos idiotas —digo—. No entiendo por qué necesito conocerlos. Mamá es muy intensa con ese tema.
Quiere buscar mi próximo rey. Es estúpido. No reinaré con un rey, no en los primeros años. Esa es mi meta.
—Hija, las cosas son así —comenta mi padre—, pero si lo que quieres, es no casarte por el momento, puedo apoyarte. Ningún hombre es digno de ti.
Luisa asiente totalmente de acuerdo. Sonrío un poco y seguimos admirando los animales por el resto del día.
Convivir con papá es mucho mejor que estar con madre. Son tan distintos los dos que no entiendo por qué papá está tan enamorado de ella
Padre dijo que las Clayton cuando aman, lo hacemos de verdad, pero yo no noto a Ámbar locamente enamorada como él por ella, ¿entonces?
¿Cómo será para mí?
¿Viviré yo un enloquecido romance o simplemente tendré un hombre frágil detrás de mí?
♡︎ ♔︎ ♡︎
Presente.
Ayla.
—¡Maldita sea! ¡Ten cuidado! —le reclamo a una doncella.
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QUEEN OF DARKNESS (Libro 1)
Historical FictionAyla Clayton. Una reina imperial que gobierna un continente entero. Lucha con un enemigo que ha estado intentado extinguir su linaje desde hace muchos años, mientras consigue la justicia que merece su hermana difunta gracias a su maniática madre. Co...