Hace un año atrás
Ayla.
En el mundo existen cinco importantes idiomas; el Moha, el Zesh, el Toan, el Kriptis y el Eufaz.
Cada uno proviene de un continente diferente: Mohagi, Buzesh, Hitoa, Krithpsis y Eufani.
Nosotros, los reyes imperiales, debemos de saber cada uno de esos idiomas a la perfección. Dado que, según la reunión a la que asistamos, se debe de utilizar el dialecto dependiendo del reino que nos encontremos.
Por ejemplo; el día de hoy estoy en Eufani.
El continente al que no quería venir.
Porque, aunque los demás reyes son insoportables, este rey es el peor de todos. Y que ahora la reunión sea en este lugar, me tiene de mal humor desde el día de ayer.
Visto un vestido de color negro pegado al cuerpo con mangas. Un escote de corazón y una capa sobre la cabeza que no llega a cubrir todo mi cabello negro. Es más como un adorno.
La ley de los reyes imperiales es siempre vestirse de negro en cada reunión. Es uno de mis colores favoritos y poder ajustarlo en cada cultura de los continentes me hace sentir orgullo de mi creatividad.
Ya que aquí, en el imperio Unithrest —del continente de Eufani—, tienen ciertas restricciones a la hora de vestirse. Las prohibiciones son mayormente para las mujeres. Estúpido, pero no es mi imperio, por más que me moleste, no incumple ninguna ley. Por ello mi capucha y mi vestido tapado hasta los pies y brazos, menos mi escote. Claramente traería mi esencia y como soy una líder mundial, no pueden impedir mi forma de vestir. Aunque para las mujeres de Unithrest es obligatorio y, recomendable para las extrajeras vestir "decente", yo solo tomé su estilo y lo convertí en mi propio estilo.
En este momento mi carruaje está en marcha hacia el castillo de Brail, donde será la reunión anual de los reyes imperiales. No obstante, de un momento a otro, logro escuchar un gran ruido desde afuera.
Con curiosidad, abro la ventana para mirar qué ocurre, y me sorprendo por los gritos de las personas dirigidos hacia mí. Tal hecho, me hace entender de inmediato que toda esta gente que está alrededor de mi carruaje muere por mirarme, al menos, durante unos segundos.
Es una situación normal, pero en mi imperio. Ahora descubrir que en otro continente provoco el mismo impacto me hace sentir bien, y también me da los comentarios perfectos para decirle al rey de Eufani que su gente me ama más que a él.
Transcurre el tiempo, mientras me llevan hasta el palacio. Una vez llegamos, no pasa muchos minutos y ya estoy entrando a el castillo con mi séquito detrás de mí.
Solo son mis guardianas y doncellas. Mi conde esta vez no pudo acompañarme.
El rey de Eufani —Brail— tiene un bonito castillo, no lo puedo negar, pero todos esos pensamientos quedan atrás cuando los cuatro reyes están a unos cuantos pasos delante de mí hablando con tranquilidad. Tanta tranquilidad me motiva más a hacerme notar, porque cuando mi presencia llama sus atenciones, sus disgustos se hacen reflejar.
Bueno, menos Ramsés. Él sí se gira con elegancia y detalla mi atuendo bastante cautivado.
Llego delante de ellos y Brail finge una sonrisa agradable.
—Reina Ayla —habla en Eufaz—. Estaba tardando tanto que en cualquier momento íbamos a empezar sin usted.
No disimulo mi ironía con ellos.
—Oh, ¿en serio? —respondo en el mismo idioma y sonrío—. Lo siento, la bienvenida que me dedicó su pueblo, como si fuera su misma reina, me atrasó el camino.
ESTÁS LEYENDO
QUEEN OF DARKNESS (Libro 1)
Historical FictionAyla Clayton. Una reina imperial que gobierna un continente entero. Lucha con un enemigo que ha estado intentado extinguir su linaje desde hace muchos años, mientras consigue la justicia que merece su hermana difunta gracias a su maniática madre. Co...