Capítulo 33

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Me reservo la sonrisa y observo como dos guardianas se acercan al lugar un poco agitadas. Me piden disculpas con la mirada, pero no hay nada que perdonar en este caso, ya que mi amiga puede venir cuando quiera a mi hogar.

—¡¡Sorpresa!! —grita Candy en mi pecho—. Te extrañé tanto mi rosita negra —exclama llorando.

Ruedo los ojos y paseo mi mano por su espalda.

La iba a visitar el mes que viene, pero ahora no será necesario.

Noto como Lean llega detrás de nosotras, mientras nos separamos.

—Yo ya te formaba como alguien desconocido —la molesto.

—¡No seas grosera! —me regaña—. Viajé mucho para estar contigo —me hace saber, levantando su labio inferior.

Su piel cubierta de pecas está más rojiza por el llanto que se echó, al igual que su nariz. Todo combina con su cabello.

—¿Sola? —pregunto emocionada—. Por fin no habrá estorbos a nuestro lado.

Sin embargo, canté victoria muy pronto, ya que la mirada de disculpas de mis guardianas no era por permitir a mi amiga entrar, sino a...

—Ya sabía yo que esa cara de felicidad era por mi llegada, cuñada —exclama el rey Hades.

Viene hacia mí con su sonrisa de siempre y con toda la intención de abrazarme.

—Me tocas y te quedas sin cabeza —le advierto, dejándolo con los brazos extendidos.

Me hace ojitos y yo una mueca, entonces rápidamente su esposa lo abraza.

—Tan amorosa como te recordaba —empieza, rodeando a su reina.

—Tan idiota como te recordaba —devuelvo.

Es muy irritante.

La sonrisa que odio, milagrosamente se borra cuando mira detrás de mí y sus facciones cambian a más molestia.

—¿Todavía trabaja aquí? —pregunta con desagrado y la reina de Bosnat le golpea suavemente el pecho por eso.

—Mi labor es para la reina, no para usted, majestad —se defiende mi conde.

Respuesta que hace a Candy suspirar a propósito, ya que su esposo la mira indignado y nosotras solo nos reímos.

—¡Mira Ayla! —llama mi amiga, separándose de Hades.

Y así que ella, sin ningún tipo de vergüenza, se levanta una capa de su vestido.

—¡Amor, cúbrete!—le pide su esposo velozmente.

—¿Qué veo? —cuestiono confusa al notar no hay nada fuera de lo normal.

Aún más porque todavía tiene una capa de vestido cubriendo su cuerpo.

—¡Mi bebé! —regaña, enojada.

De inmediato finjo creerle.

—Claro, este, esta... ¿Hermoso? —añado torpemente.

Le sonrío con inocencia y ella me blanquea los ojos enojada y suelta el vestido.

Hades empieza a acomodárselo mejor, mientras su esposa repasada todo mi aspecto y abre los ojos asombrada.

—¡¿Qué es lo que llevas puesto mujer?! —expresa.

Se zafa de los brazos de su hombre y se acerca de nuevo, sin que él terminará su tarea.

—Pero amor tú vesti...

—Te ves hermosa y sensual, quiero uno parecido, ¿me das uno? ¿Amor me das uno? —nos pregunta a los dos,tocando mi traje.

QUEEN OF DARKNESS (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora