QUEEN OF DARKNESS (Libro 1)

Capítulo 17

El festival de fin de verano es un evento donde las personas se reúnen en la plaza principal de la capital general de Muscadet para celebrar el evento a despedida del verano.

Se colocan tiendas para vender los artículos autorizados. Se crea la sección de fogatas, realizada en la noche para que las personas se sientan en sillas o bailan al ritmo de la música tradicional alrededor del fuego. Este evento es como una despedida al verano, debido a que cuando entra el invierno, la nieve será la nueva decoración de las calles de Muscadet.

Amo el verano, es mi época favorita del año. Me gusta el calor, porque tengo la excusa perfecta para usar los vestidos atrevidos que utilizo en toda esa temporada. En cambio, cuando el clima es frío mi vestimenta cambia por completo; paso de usar ropa descubierta a abrigos o prendas más cubiertas para no incomodar mi cuerpo con el frío.

Divido mi vestimenta en las dos estaciones para tener todo tipo de estilos. Incluso me han comentado que las jóvenes siguen el estándar de mi forma de vestir. Es agradable saber que siguen mi ejemplo, es decir, me es sumamente conmovedor.

Me encuentro con un vestido que posee un escote muy coqueto que llega un poco al estómago, es recto y largo. Tiene un diseño hermoso de mangas espectaculares, son más una capa con decoraciones que complementa mi vestidura, donde esta mi collar de gargantilla.

Mi largo cabello está en una trenza de lado que da la apariencia de que está despeinado, y encima tengo mi espectacular corona real.

Lista, me encamino hacia el pasillo principal, donde todos me esperan para partir y hacer la entrada real al festival. Miro a mis compañeros: Lean, Zacarías y los capitanes de los arqueros, Adrien y Jenny.

—¿Puedo hacerte un retrato? —pregunta Adrien al verme—. Quiero demostrarles a mis amigos que los demonios perfectos sí existen.

Eso provoca una sonrisa sincera en mi rostro.

—Por supuesto —respondo emotiva.

Observo a los demás, porque mis arqueros están con la armadura de los soldados, ya que no pueden usar los suyos en público.

Mi conde tiene un traje de color vino: la camisa que lleva por dentro es negra, al igual que su corbata. Como siempre, destella profesionalismo, madurez e inteligencia.

Zac porta su armadura completa, esa que me encanta tanto. Su cabello está de nuevo en un intento de peinado hacia atrás. Tiene unas dagas en los cinturones de los muslos, trasmitiendo totalmente seguridad con la gran espada que sobresale con el estuche que trae en su dorso.

—Majestad, es hora —informa Sofía, mi guardiana.

Asiento y todos esperan a que dé el primer paso para seguirme desde atrás, y así hago. Me encamino hacia las afueras de mis aposentos, donde me espera un gran carruaje abierto, lleno de flores de todos los colores, una de mis favoritas son las rosas negras que, aunque no hay muchas, se dejan notar.

Los dirigentes del transporte están vestidos de blanco y mis caballos negros están con sus largas melenas expuestas y con su armadura gris, las cuales poseen diamantes que decoran la estructura. Son de color naranja, dado que es la temática del año.

Subo al carruaje lista, sin embargo, hay un momento de espera ,en el cual mis doncellas acomodan mi vestuario y me dan unos últimos retoques, luego de hacerlo indican que ya nos podemos retirar.

Mi conde y guardia imperial van a cada lado del carruaje con sus respectivos caballos.

—¿Nerviosa? —me pregunta Lean.

Niego y respondo;

—El nerviosismo no es algo habitual en mí —miento.

Bajamos el camino de piedra que rodea la colina que lleva hasta el pueblo. Noto como los árboles están decorados, es más, todo el recorrido que hacemos tiene detalles que dejan ver que el festival está cerca. Visualizo a toda la gente que se encuentran esperando por mi llegada. De inmediato junto mis manos y muevo los dedos con nerviosismo.