Coronación real

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La coronación real

Narrador en tercera personas

Ocho años antes de lo actual.

El pueblo de Muscadet está ansioso, hoy es el gran día, hoy conocerán a la nueva reina de esta gran nación.

Nadie sabe cómo es exactamente. Hay especulaciones sobre su fenotipo, pero nunca hubo un rasgo en concreto de lo que realmente es la joven princesa. Ella ahora yace en el gran castillo siendo arreglada por múltiples doncellas del palacio para  este día tan importa de su vida.

Los muscadines están en camino hacia al reino, todo el lugar está inundado de personas queriendo hacerse de un lugar al frente, ya que esta vez se abrieron las puertas del castillo para que los ciudadanos se le permitiera apreciar la coronación real. Los que se encuentran al frente notan el gran balcón de la muralla que está delante de ellos. Detrás de la muralla se impone el castillo real. Ahí es donde están personas importantes, empezando por los reyes de reinos cercanos: Bosnat, Camerodt, Norwguin, Ariadnet y Rial. Después están los Gran duques, duques, Márquez, condes, la corte, ministros y demás.

Todos se acomodan ansiosos y con ganas de conocerla. A ocurrido una gran tragedia en el reino y es que los anteriores reyes han huido del palacio después de la muerte de su infante menor, no se sabe el motivo o dónde están ahora, sin embargo, la mayor preocupación es si la nueva monarca gobernará como es debido o seguirá los pasos de su madre.

Ese es el conflicto que los tiene a todos muy inquietos desde la desdicha real.

La trompeta suena en todo el lugar, dando aviso del comienzo de la coronación. Los muscadines que están en la plaza central de comunicaciones se remueven nerviosos y quienes están sobre el camino, sin poder mirar, se guiarán por las noticias que se trasladarán de oído a oído entre las personas.

Los reyes de cada nación aparecen en el balcón, posicionándose verticalmente y dejando un camino en el centro para la princesa. Los demás jerárquicos se colocan detrás de cada soberano al que le sirven.

El dirigente de la ceremonia se planta al frente de todos, igual de forma vertical, esperando por la princesa, quien ya tiene seguidores. Gente que se dejó llevar por los rumores y la alaban desde siempre, pero eso no quiere decir que no haya quienes estén indignados; ya sea porque es una reina pequeña o por el hecho de ser una mujer. Aunque en Muscadet es bastante común lo último, todavía hay cierto resentimiento por la gobernación femenina existente en el reino.

—¡A continuación, daremos paso a la primogénita de Muscadet y nuestra futura reina! —inician—. ¡La princesa, Ayla Clayton!

Los murmullos se alzan de inmediato, muchos se colocan de puntillas para mirar bien, otros se sujetan de las manos con nerviosismo y emoción, de la misma forma en que hay uno que otro que está dispuesto a abuchear si no les gusta lo que verán a continuación.

Ayla porta un gran vestido color lila, su largo cabello está recogido en un moño formal con pretinas en forma de rosa del mismo tono que su vestimenta. Mantiene la barbilla en alto y su mirada es firme y decidida. Sabe lo que está apunto de suceder y no dejará que nadie la avergüence si no les gusta que sea su reina. No le importa, nada le importa en estos momentos más que acabar con la coronación y encerrarse en su habitación para dormir y lamentarse.

Ayla sale del castillo cuando se lo indican. Los demás reyes ya la conocían, pero la miran con atención a la hora de pasar al frente de ellos, hasta llegar a la vista de todo su nuevo pueblo.

Hay un silencio, un silencio sorprendente, porque todos la observan detalladamente y sin palabra alguna, pero una persona no se contiene y empieza a celebrar con gritos de alegría. De inmediato toda la multitud se llena de celebración. Algunos se cubren la boca por lo impresionados que están con la postura de Ayla y quienes estaban indignados, tragan saliva con fuerza, notando que algo en su forma de ser, que les indica que ya nada será igual.

QUEEN OF DARKNESS (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora