La provincia Gloswo se prepara para recibirme. Hay dos filas de personas a mi alrededor cuando llegamos en nuestros caballos imperiales.
—¡Abran paso a su alteza imperial! —les avisa mis guardianas a la gente.
Hay tiendas de comida por todos lados, los ciudadanos son amables y me ofrecen muchos regalos, pero los rechazo con amabilidad. Doy riendas a mi yegua para seguir adelante pasando por casas más antiguas que las de la capital general.
Damos una vuelta más y llegamos hacia la estación de denuncias, encontrando a la gente acumulada, gritando y exigiendo.
Es un desastre. Entiendo que les molesten que roben sus cosas, sin embargo, que pierdan su moral y se pongan como animales salvajes cuando solo hay un trozo de carne, es vergonzoso.
Una guardiana hace sonar una trompeta imperial y todos se voltean hacia mí, mostrándome respeto con una inclinación.
La habitación de adentro está toda desordenada y hay varias personas golpeadas, dando entender que todo fue un descontrol.
—¿No les da vergüenza comportarse como unos malditos animales? —los regaño.
Varios bajan la cabeza completamente avergonzados.
Estoy enojada porque mi pueblo no es así, siempre han sido tranquilos. Me preocupa el desespero.
—¡Majestad! —Un guardia me llama, pasa por toda la gente y queda frente a mí.
Creo que lo conozco, se parece a alguien.
—Preséntate —le ordeno con autoridad.
—Alain Myers, tropa de Maut, majestad —comunica inclinándose.
Es hijo de mi guardiana Sofía, lo detallo y si tienen parecido: ojos cafés y cabello rubio oscuro. Sus facciones son iguales a los de ella, podría decir que es su versión masculina.
Solo que su madre es más robusta que él.
—Bien, Alain. —Obligo a Naiara caminar más cerca—. ¿Por qué estás en Gloswo y no en Maut? —le pregunto—. Sé rápido.
Aunque tengo que resolver los robos, necesito saber por qué hay guardias de Maut aquí. En unos días algunos serán guardias reales, pero mientras tanto deben de cumplir con su deber en el lugar respectivo y claramente no es en Gloswo.
—Fue orden del consejo —explica—. Expresaron que en estas situaciones se ocupa la presencia de los hombres, alteza.
Su confesión hace que tome una respiración profunda.
Juro que ellos me sacan canas de donde no tengo por el estrés que me provocan, más al ordenar a mis guardias en algo que solo yo puedo hacer.
—Siempre metiéndose en lo que no les incumbe —susurro bajando de mi yegua. Rápidamente mis súbditos me imitan.
Llego dónde el guardia y coloco las manos en mis caderas, echo un vistazo hacia al frente y sin decir nada Alain se aparta, posicionándose a mi izquierda.
Reparo a cada uno de los ciudadanos, hay mujeres con el cabello hecho un desastre, hombres con rasguños. Como si fuera un maldito gallinero, pero noto algo importante y es que hay un chico castaño que se mantiene mirando a Zac, como si esto le parecería gracioso.
Interesante.
—Dime que es lo que está ocurriendo —demando sin ni siquiera quitar la mirada de él, quien no se da cuenta que lo observo.
Hay demasiada gente y eso aumentó cuando llegué, están detrás de mí, a los lados y también se asoman por las ventanas de sus casas.
—Los...
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QUEEN OF DARKNESS (Libro 1)
Ficción históricaAyla Clayton. Una reina imperial que gobierna un continente entero. Lucha con un enemigo que ha estado intentado extinguir su linaje desde hace muchos años, mientras consigue la justicia que merece su hermana difunta gracias a su maniática madre. Co...